Capitulo 72:

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Ruben

Cierro los ojos al sentir el impacto de la bala en mi pecho, mis rodillas duelen al caer tan fuerte al suelo. Segundos pasan y sólo siento un dolor arriba de mi estómago, llevo una mano a mi pecho y siento el collar que me regaló Chris cuando cumplíamos dos meses; mis ojos no creen lo que veo, aquel collar había aguantado el impacto de bala y prácticamente me salvó la vida.

La persona que me regaló el collar y la que me disparó—Christofer— me salvó. Irónico ¿no?

—¡No me importa ir a prisión por esto, pero acabaré contigo maldito! ¡Acabaré contigo como lo hicistes..con la persona que más amo!-levanto la cabeza.

La escena que tengo frente a mis ojos es digna para una película de acción; Chris se encuentra temblando de miedo y Miguel con el arma apuntando hacia él.

—M-Mangel, no es necesario..q-que lo hagas-trato de decir en voz alta, pero una murmuro se escapa de mis labios.

Su cuerpo gira a verme, suelta el arma y corre hacia mí, sus brazos se enrollan en mi cuerpo y comienzo a llorar sintiendo el miedo correr por mi cuerpo. Lo abrazo con fuerza sollozando en su hombro, pidiéndole disculpas por ser un idiota y haberlo dejado varado en el aeropuerto, diciéndole que lo sentía muy en el fondo y que era mejor salir de esta casa antes de que las cosas se pongan peores.

—¡Joven Miguel!-giro hacia la derecha y veo a un hombre robusto con traje de policía y doy un suspiro.

Unos cuántos más entran y se llevan a Chris en esposas, nuestras miradas se conectan por última vez y él sonríe, causando que no me separara de los brazos de Miguel.

—¿E-Estás bien? ¿Te duele algo? ¿Quieres que te llevemos al Hospital?-pregunta preocupado, y niego.

—Me..siento mejor, sólo debo sacarme esto-tomo el collar que cuelga en mi cuello, y lo arranco con fuerza.

—La bala impactó en el collar-murmura Miguel al tenerlo entre sus manos.

—Chris me salvó la vida-murmuro, y sus ojos negros me observan.

—Ruben-toma mis manos en un movimiento rápido.

—¿Hmm?-seguíamos en el suelo.

—Yo...uhm..quería pedirte qu..-el oficial nos interrumpe, y ambos nos paramos.

—El joven Christofer va a ser llevado a la comisaría por el delito contra la vida humana,-asiento y agrega- Joven Ruben, debe dar cargos contra él-me pregunta.

—¿No tengo opción?-niega-E-Entonces..está bien-y asiente.

Nos deja a solas, y giro a verlo.

—¿Qué debíamos decirme?-pregunto.

—Olvídalo.-frunzo el ceño y asiento.

Y en esos momentos me lamento por no haber insistido, porque la vida me iba a dar una oportunidad para amar para siempre y pasar la vida junto a la persona que amo. 



Salgo de la casa con el abrigo de Miguel sobre mis hombros, el frío es fenomenal y la lluvia no cesa del todo; un auto negro espera fuera de mi casa, Mangel lleva mis maletas y el chófer me indica que me adentre al automóvil.

Al hacerlo tomo mi móvil—antes de salir lo recogí del mueble—y contesto la llamada.

—¡¿Hijo?! ¡¿Estás bien?!-recuesto mi cabeza en la ventana.

—Sí, mamá.-respondo y escucho un suspiro de alivio tras la línea.

—La policía me llamó hace minutos.. ¿En qué diablos estaba pensando Christofer?-.

—N-No lo sé mamá, no lo sé-respondo.

—Pero, me dijeron que estabas con un chico más-sonrío observando la lluvia caer.

—Es Miguel mamá, Miguel vino por mí a Australia-.

—Sabía que lo iba a hacer desde que me llamó hace algunos días-frunzo el ceño.

—¿Qué?-pregunto confundido.

—No te lo puedo decir cariño, pero espero que vuelvas a abrirle tu corazón y valores el amor que te da hijo-asiento.

—Lo haré mamá, lo haré más que nunca-digo y agrego-¿Cómo está Mia?-pregunto para cambiar de tema.

Ella suspira tras la línea, y puedo percibir que se incomodó ante mi pregunta.

—Dejó la casa hace dos meses-.

—¡¿Qué?!-exclamo y el chófer me mira por el retrovisor.

—Se fue de la casa con un tal George de Inglaterra-.

—¿Lo conoces, mamá? ¿Es un buen chico?-pregunto, me preocupa mi hermanastra.

—Lo es, sólo que..ya sabes, tengo esa corazonada de que algo va a salir mal-dice y agrega-Pero ya sabes cómo son las madres, todas paranoicas- escucho el timbre de la casa sonar, y pasos-Hijo tengo que dejarte ¿vale? Salud a Miguel y dile que tiene todo mi apoyo y que lo haga lo antes posible-.

—¿Hacer qué?-pregunto curioso.

—Adiós, y cuídate-cuelga.

¡Genial!

Odio a mi madre y sus tontos juego misteriosos.



Me acomodo en el asiento, y dejo escapar un suspiro. Llevo tres horas en el avión rumbo a Estados Unidos, y Miguel está a mi lado revisando su móvil, no puedo evitar observarlo y pensar que sería una gran idea darle una oportunidad y no estar inventando excusas para evadirlo.

Sé que lo amo, pero soy tan cobarde de volver a abrir mi corazón para él.

—Llevas algo de cinco minutos mirándome-desvió la mirada sintiendo mis mejillas quemar, el ríe- ¿Tengo algo? o ¿Quieres algo?-la segunda pregunta la dice con doble intención.

—Tienes un hermoso rostro que me gusta admirar, ¿hay algo de malo en eso?-respondo cruzándome de brazos.

—Joder, juro que no me acostumbro al nuevo 'Ruben'-dice y agrega-Pero es bueno saber que has cambiado y no eres el idiota de antes ¿eh?-ruedo los ojos.

—Cambié, y me gusta como soy ahora. No quiero volver a ser el crío de antes, ya sabes, el que te celaba de todo y de todos..-ríe, y golpeo su brazo.

—Vale, vale-me mira- ¿Quieres hacer esto, en verdad?-lo miro confundido.

—¿A qué te refieres?-pregunto.

Suspira y toma mis manos.

—A volver a amarme, y dar todo por mí. A volver a abrirle tu corazón al idiota de Mangel-río por lo último.

Me quedo pensando.

Recuerdo las palabras de mi madre: 

'[...] Espero que vuelvas a abrirle tu corazón y valores el amor que te da, hijo'

—Lo haré Miguel, lo haré más que nunca-respondo y sonríe.

—¿Sabes a qué 'Ruben' también extrañaba?-pregunta y la distancia se va acortando entre nosotros.

—¿A-A cuál?-miro sus labios.

—A este-tomo mi mentón y junta nuestros labios.



[Feliz Navidad, Jo, Jo, Jo]




Un Novio Agresivo - RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora