Mangel
Tocan la puerta, y Michael decide ir a ver de quien se trataba, mis ojos observan a los guardaespaldas con unos impermeables y nos los entregan. Me lo coloco, y seco con rapidez las lágrimas que comenzaron a correr por mis mejillas; mi amigo me da una mirada rápida y me murmura un: ¿por qué hiciste eso? y negué con la cabeza.
—No quiero hablar de ello- él asiente y pasa uno de sus brazos por mis hombros, y apoyo mi cabeza en el hueco de su cuello.
—¿A dónde vamos?- pregunta mi colorido amigo, y los guardaespaldas se miran entre sí.
—Tienen que dar un concierto de cumpleaños a una niña, cumple 12- ambos nos miramos confundidos.
—¿Qué? ¿A esta hora? ¿Por qué no nos avisaron antes?- pregunto algo molesto.
Uno de ellos suelta un suspiro, y el otro niega.
—Su padre es alguien importante y ade..-Michael lo interrumpe.
—¿Importante? Es día de descans..-es interrumpido.
—Es la hija de presidente- abro los ojos como platos.
Doy un vistazo a la hora, son las dos de la tarde en punto. Michael suelta un suspiro y pide permiso para dar una llamada, corro al baño; tomo unos jeans negros, un polo negro, una camisa celeste a cuadros y un gorro.
Me miro al espejo, abro el grifo y comienzo a echarme agua al rostro. Mis ojos van dejando esa tonalidad roja al igual que mis mejillas; al estar listo arreglo mi camisa, y me coloca la gorra hacia atrás.
Abro la puerta con rapidez, y Michael se encuentra sentada en mi cama, murmuro su nombre y salimos de la pieza.
Caminamos por el pasillo junto a los demás integrantes de la banda, unos guardaespaldas nos escoltan y siento las miradas de los hombres —aparte de nuestros guardias— de negro con nos miran a través de sus lentes, del mismo color de su uniforme.
—Me siento vigilado.- admite Joa cerca mío, giro a verlo y asiento.
—No eres el único- ríe, su risa se escucha nerviosa y todas las miradas se posan en nosotros.
Y por primera vez me siento un bicho raro, un nuevo pez en una pecera o un nuevo estudiante de intercambio. Jeremy conversa con Michael sobre el último partido de los Doncaster, y yo sólo me siento intimidado, junto a mi mejor amigo: Joa, ante aquellas miradas desconocidas.
—Esperen- uno de los tantos hombres se nos acercan.
Mis vista se posa en la placa de su saco; 'Agente Logan, 203' y trago grueso al sentir sus manos en mi pecho.
—¡¿Qué se supone que hace?!- exclamo nervioso.
—Guarde silencio, por favor-.
— Está revidando si carga con algún arma o objeto filudo- un hombre más me habla y asiento avergonzada.
Pero, como adolescente curioso que soy, mi boca decide hablar por mi.
—Nosotros no cargamos armas- digo al ver como revisan a Michael.
—Claro que no, pero es por seguridad- asiento.
—Bien, síganme- Joa y yo nos damos una mirada cómplice y reímos.
Mis ojos observan cada recuadro elegante que cuelga en las paredes pasteles de la casa blanca, y observo cada detalle como aquellos retratos de los antiguos presidentes o aquellas cortinas de prestigio de color verde que resaltan en toda la habitación.
Me choco con uno de los hombros, y bajo la cabeza con las mejillas cobrando un color rojizo; me dan un empujón y alzo la mirada al ver aquella pieza.
Todo estaba decorado con globos de diferentes colores, serpentinas colgadas de techo en techo, una pila de regalos sin abrir y muchas personas, y claro niños.
Nos abrimos camino entre los invitados.
[N/A: A partir de ahora—sé que debí escribir esto hace capítulos atrás— ya no va a haber diálogos en inglés, imaginemos que lo dicen en español. PSDT: No sé, pero me imagino a Mangel con su móvil grabando cada rincón de la casa blanco y esperando que el vídeo cargue para que se suba a su canal.]
—¡Son Black Summer!-.
—Oh dios, Michael me acaba de mirar-.
—¡Joa, Joa aquí!-.
—¿Son Black Su..¡Mangel! ¡Oh dios!-.
—¿Puedes firmar mi brazos?-.
Paro el paso al ver una pequeña niña pelirroja con muchas pecas en su rostro y sus brazos extendidos frente a mí, asiento con una sonrisa y tomo el marcador que siempre llevo en mi jeans para autografiar, observo su brazo y niego.
— ¿Alguien tiene un papel?- pregunto en voz alta.
Los chicos me miran con el ceño fruncido, y todos en la pieza callan al oír mi pregunta. Unos tacones se hacen escuchar, y una muchacha de cabello corto de color negro, se abre entre la gente; una mandil celeste decora su pastel uniforme y se para frente a mí con una sonrisa y claro, una hoja de papel.
Aquella niña me observa fascinada, y firmo la hoja con diversión.
— ¿Cuál es tu nombre?- pregunto.
—Amelia, Amelia Prescott- observo su rostro.
Y mi mano tiembla.
Ella era la hija del presidente.
—H-Hola- murmuro.
'Para Amelia Prescott, te deseo un gran cumpleaños, espero que disfrutes la torta y tus regalos. No te olvides que al soplar las velas debes pedir un deseo.
PSDT: Me gustan tus zapatillas.
Oh, y te quiero <3
—Mangel'
Mientras me concentro en escribir correctamente en el papel, se escuchan pasos por la pieza y levanto la mirada.
Aquellos ojos verdes me observan con misterio, y frunzo el ceño.
—¿Ruben?
—¿Miguel?
Dijimos al mismo tiempo.