Mangel
Doy vueltas sobre mis pies al ver el gran aeropuerto en Australia, es mucho más grande que el de Estados Unidos. Dejo de observar a las personas, me coloco unas lentes negros que siempre llevo en mi bolsillo trasero, y una gorra que me dio Michael antes de abordar, y hago esto porque así la gente no sabrá quién soy.
Al salir lo primero que choca en mi rostro es el deslumbrante sol, que a decir verdad, es mucho más fuerte que el de Inglaterra y Estados Unidos, juntos. Me adecuo un poco a los rayos y coloco una mano cerca de mi cara para poder ver, ya que, el sol reflejaba en mis lentes y todo a mi alrededor brillaba.
Al caminar un poco más allá, de lejos diviso una tienda de ropa para hombre, me observo de pies a cabeza y camino hacia ella. Al entrar el olor a ropa nueva y fragancia varonil, inunda mis fosas nasales causando una sonrisa instantánea; una mujer de unos treinta años se acerca a mí vistiendo un conjunto negro y en el lleva un placa con el nombre de 'Cleyton's' y más abajo un 'Isabel'.
Sus deslumbrantes dientes se muestran en una sonrisa, y coloca sus manos en su cintura y me observa de pies a cabeza.
—¿Pasa..algo?- pregunto incomodado.
—No, pero me recuerda al ídolo de mi pequeña hija- dice y agrega- ¿Ha escuchado hablar de 'Black Summer'?- miro el suelo nervioso- Esos jóvenes traen a la mitad de las chicas de aquí locas, muchas vienen a comprar su perfume, ya sabe, el pomo azul cristalino con una tapa dorada. Muy elegante, pero demasiado clásico-explica con rapidez, y sólo llego a entender la mitad de la frase.
—Eh, sí- mis ojos se posan en uno de los maniquíes que lleva puesto una polera verde con capucha, y aunque afuera hace mucho calor, esto haría que la gente no me reconozca.
—Último modelo de la revista 'Winter'- dice y apunta al maniquí al cuál no dejaba de observar.
—¿Disculpe?-.
—Qué aquella polera es del último modelo de la sesión invierno, ¿quiere probársela?- pregunta y avanzamos por el pasillo.
—Sí-murmuro antes de llegar a la sección de invierno.
Salgo de la tienda y con una sonrisa observo el plano que poseía, gente por doquier, carros en las avenidas y casas a los alrededores, todo esto me hizo acordar de España y sonreí sin poder evitarlo. Me coloco mi capucha, y muerdo mi labio pensando dónde se encontrará Ruben o ¿dónde demonios es el lugar en el que estoy?
Y allí comienza mi largo recorrido, camino por las calles sin preguntar a las personas porqué lo haría, es decir, no sé dónde vive y no creo que ellos lo sepan. En mi bolsillo traigo mi billetera con varios dólares, mi móvil, los lentes de sol, mi gorra doblado en cuatro y un par de chicles que compré en una tienda.
En un abrir y cerrar de ojos me encuentro caminando por una urbanización con varias casas elegantes, una de ellas, la más grande me llamó la atención. Una puerta de caoba con adornos en la entrada, una hermosa terraza con asientos, varias ventanas, un tejado color ladrillo, Ruben, maceteros con...¡¿Ruben?!
Sus ojos y los míos conectan por segundos, segundos en los que mi corazón late con fuerza y mi respiración se acelera. Se da la vuelta y se va, por un momento pienso en que no quiso verme o no me distinguió bien por la capucha que tapaba mi rostro; suelto un suspiro y ahora al saber dónde vive camino hacia la entrada de su casa, y tomo asiento en una de las gradas.
Apoyo mis manos en el suelo y me recargo, parte de mi cuerpo estaba en la sombra y pongo la capucha hacia atrás, sintiendo el aire cálido despeinar mis cabellos. Me quedo unos cuantos minutos pensando en la hermosa vista que tengo de las casas, pero mi móvil vibra en mis pantalones y por un momento me olvido que lo tengo.
Lo desbloqueo y veo que es un mensaje de Michael, lo abro.
'¿Llegaste? ¿Encontraste a Ruben? ¿Se besaron? ¿Arreglaron todo? ¿Terminó con Chris? ¿Ya vienen hacia acá?'
Río y ruedo los ojos al ver lo que escribió.
'Tranquilo viejo, que eso pasará dentro de poco. Sí ya llegué, y acabo de encontrar su casa, pienso besarlo cuando lo vea, no sé si arreglaremos las cosas, no sé si terminará con él, y falta mucho para regresar.'
Levanto la mirada y veo a una pareja pasar frente a mí con sus manos entrelazadas, Ruben viene a mi mente.
'Oh, y estoy sentado en la entrada de su casa lol'
'¡¿Qué esperas?! ¡Toca su puerta, ahora!'
'No es tan fácil como se ve, sólo tengo vergüenza de mirarlo a la cara'
'Vamos tío, vergüenza es lo último que debes tener'
'Lo sé, lo sé. Pero, ¿y si me cierra la puerta en la cara o me abre su estúpido novio?'
'Vamos hombre, arriésgate, para eso fuiste ¿no?'
Lo pienso uno segundos, Michael tenía razón.
'Bueno, sí'
'Vale, suerte amigo. Joa y Jeremy no paran de preguntar por ti, te mandan saludos'
'Diles que yo también y que me guarden pizza si regreso'
'Jajaja, se los diré.'
Y antes de pararme y tocar su puerta, alguien toca mi hombro y giro a ver de quién se trataba, sonrío al verlo, al ver sus ojos verde brillando y una sonrisa, que no podía disimular muy bien, en sus rosados labios.
—Así que es cierto- dice y se sienta junto a mí.
Al principio me asombro, ya que, creía que iba a gritarme por venir hasta acá o me iba botar.
—¿Qué cosa?- indago y guardo el móvil en mi bolsillo.
—Qué estás en Australia- me mira, y ambos nos miramos.
—Pues sí- contesto sin despegar la vista de sus hermosos ojos.
—¿Y..se puede saber por qué?- mira hacia el frente, pero puedo ver cómo me observa por el rabillo del ojo.
—Pues..-digo y agrega- Vine para recuperar a la única persona que amo, vine a saciar su corazón de mi amor y mis besos, vine a llenarlo de abrazos y mimos, vine a hacerlo sonreír y decirle que es lo que siempre quise y vine a entregarle mi corazón, nuevamente-.
—Oh..-dice y agrega- Ruby debe ser muy afortunada- murmura, pero llego a escucharlo.
—¡¿Ruby?!-exclamo con una sonrisa y apunto de reírme en su cara.
—S-Sí, la chica con la que tuviste un romance y a la que le compusiste las canciones de tu nuevo álbum-alzo una ceja.
—Rubius-posa su mirada en mí- Ruby no existe-.
—¡¿Qué?!-.
—Eres tú, Ruben-.
Digo mirando al suelo, sintiéndome nervioso y ansioso por saber su respuesta.
