Ruben
Me levanto al escuchar golpes en la puerta, me doy la vuelta y tomo la almohada, tapando mi oídos, y cierro los ojos. El sonido no cesa, y harto me paro de un salto y camino hacia el primer piso.
— No me importa quien esté detrás de la puerta, pagará por hacerme despertar tan temprano- murmuro y tomo la manija de la puerta.
Abro la puerta de golpe, sus ojos negros me observan con diversión y pongo mi cara de mala leche, entra a mi casa y cierro la puerta con fuerza.
— ¿Qué se supone que haces aquí?- pregunto enfadado.
— ¿Acaso no lo recuerdas? o el cerebro dejó de funcionarte- se cruza de brazos.
Y eso basto para tenerlo del cuello de su camisa, otra vez, y lo estampo contra la pared y él no se inmuta en lo absoluto.
— ¿Quieres.. bajarme?- pregunta con tono sarcástico.
— Ya quisieras, niñato- murmuro en su rostro.
Nos miramos por un buen rato, Yo analizando las pecas en sus mejillas y las bolsas que tenía debajo de sus ojos, muy cansados a decir verdad. Su cabello castaño, oscuro, recae en su frente y arreglo su flequillo con mi mano.
— ¡¿Qué mierda haces?!- aparta mi mano, y lo suelto.
Caer al suelo, y se tambalea un poco.
— Yo..-suspiro- Sólo quería...-aprieto el puño- ¡Olvídalo!- exclamo.
Me giro y camino hacia la escalera.
— ¿A dónde vas?- pregunta y giro a verlo.
— A mi cua..-callo- ¿Por qué tengo que darte explicaciones, niñato?- camina hacia mí.
— Hice una promesa, Yo nunca rompo mis promesas- ignora mi comentario, se cruza de brazos, y ruedo los ojos.
— Como sea..- mascullo.
— Tienes diez minutos para estar listo- se gira y camina hacia la cocina.
— ¡Tú no tienes porque manda..-me interrumpe.
— Tienes nueve minutos- grita.
— Estúpido- digo entre dientes y subo las escaleras.
Camino por mi habitación, ya listo y cambiado, tomo mi guitarra y un cuadernillo. Mi madre ayer, me habló sobre el campamento en la cena y me dijo que era necesario llevar mi instrumento. Me coloco una gorra y encima mi capucha, salgo de mi pieza y bajo las escaleras.
Al estar, ya, abajo camino hacia la cocina por algo de comer; freno al ver a Chris con un delantal cocinando, aguanto la risa, pero se me es inútil.
— Sí, ríete- dice y agrega- Sólo..¿puedes pasarme la botella de leche?- pregunta.
Ruedo los ojos, abro la refrigeradora y saco la botella.
— Toma- estiro esta, y él me agradece con una sonrisa.
Tomo asiento en una de las silla giratorias, y espero con aburrimiento el desayuno.
— Chris-.
— ¿Qué?-.
— ¿Por qué siempre estás a la defensiva? Tienes agallas, eh- suena como burla, pero mi rostro no dice eso.
Camina hacia mi, con dos platos, los deja y regresa a su puesto.
— En mi escuela, me molestan mucho- dice y agrega- Así que aprendí algo, gracias a mi hermano, a defenderme de los "tíos chulos" como tú- ruedo los ojos.
— ¿Nunca se lo dijiste a tu madre?- cuestiono, y toma asiento junto a mí.
— No quiero preocuparla- bufo.
— Sabes, haciendo eso te ves patético- llevo a mi boca un bocado de tocino.
— ¿Tú crees?- me pregunta, y toma un poco de su vaso.
— Sí- digo y agrego- Yo no haría eso, sólo los golpearía hasta que sepan con quien se están metiendo-.
— Dices eso porque nunca has sufrido de bullying- murmura- Es un infierno sabes, que te golpeen y no saber defenderte o que te amenazan si piensa abrir la boca- arregla sus lentes, que yacían caídos.
Y bajo la cabeza avergonzado.
Yo estoy en ese grupo, de los que golpean, aunque lo mío sea por celos, no está bien que esté agrediendo a Chavales que no tiene la culpa de nada; muerdo mi labio avergonzado y suelto un suspiro.
— No sabía que ustedes se sentían así- hago un puchero, arrepentido- Yo..Yo siempre golpeo a la personas-.
— Lo sé, y debes cambiar eso- me alienta.
Y una idea pasa por mi cabeza.
— ¿Chris?-.
— ¿Hmm?-.
— Tengo una idea- murmuro.
— ¿Cuál?- responde.
— Yo te enseñaré a defenderte, y tú me enseñarás a ser..Tú- y giro a verlo.
Él sonríe, y sus hoyuelos se marcan en sus mejillas.
— Está bien-.
Me abalanzo a sus brazos, Él cae al suelo y Yo encima de Él; nuestros rostros están muy cerca, su respiración choca en mis labios y cierro los ojos al sentir ese aire tibio.
— ¿Ruben?-.
— ¿Hmm?-.
— Tú madre nos está mirando..-murmura.
Y me sonrojo.