Ruben
Muevo mis manos al ver que ya no están esposadas, suelto un suspiro de alivio y me dejo caer en la silla de su departamento.
— Tienes suerte de que te haya dejado libre- me dice uno de los guardias- Trata de no meterte en problemas, Doblas- ruedo los ojos.
Firmo un par de papeles que son necesario, en sí, decía que si volvía cometer un delito o algo por el estilo iba a irme preso.
— Libertad, Libertad- murmuro, y tomo mi móvil que se encontraba sobre la mesa.
Entre los contactos decido marcarle a mi novio, que en sí, debe estar molesto por mi comportamiento y triste por haberle gritado frente a millones de personas en el aeropuerto.
Me quedo pensando en llamar o no, pero alguien me interrumpe. Con el contacto en la pantalla, decido prestarle a atención a la persona que tengo delante mía y dejo el móvil en la mesa.
—Hola- murmuro un tanto incómodo, su cabello verde llama toda mi atención al igual que aquella perforación en su ceja izquierda.
— Hola- jala la silla y se sienta frente a mí.
Un silencio nos invade, coloco mis manos alrededor de mi móvil y me quedo mirando la mesa metálica.
Y decide romper el hielo.
—¿Q-Qué tal?- alzo una ceja- Digo, sabes.. No soy bueno para estas cosas, voy a ir directo al grano ¿vale?- asiento y puedo notar en su voz algo de nerviosismo, alborota su cabello y me observa- Quiero que en estos días que estás aquí en Estados Unidos, no te comuniques con mi novio o lo llames o busques algún contacto. Él no quiero saber nada de ti, no quiere verte o lo que sea que tenga que ver contigo; Miguel te superó y me alegro mucho que tú también o eso creo-.
—No me convendría llamarlo, dos tengo novio, tres yo no quiero saber nada de él, cuatro estoy de vacaciones por una semana y media, cinco yo tampoco deseaba verlo pero ocurrió aquel accidente- suelto un suspiro un poco frustrado por la situación- No era necesario que me digas esto, sé que ahora es de "tu propiedad" y déjame decirte que él ya salió de mi vida aunque hace horas actué como si no, pero me chocó un poco que Miguel actuara como si nada hubiera pasado.. ¿entiendes?- asiente después de segundos- Fue un gusto conocerte Michael-extiendo mi mano y él la toma-Ah.. y debo decirte que te tiñes el cabello de otro color, digamos que Miguel odia el verde- tomo mi móvil y me paro de mi asiento.
Escucho un bufido de su parte, y ruedo los ojos.
—Adiós, Ruben-también se para.
—Nos vemos el sábado de la próxima semana, quiero que nuestra cita sea el último día de mis vacaciones- murmuro.
—Sí, como sea- ruedo los ojos y camino hacia la salida.
—¡Saluda a Jeremy y Joa!- exclamo con sarcasmo y salgo del departamento- Idiota-.
[N/A: No sé ustedes, pero yo amo al "Ruben diva"]
Me paro en una esquina de uno de las tantas avenidas en este país, coloco mi móvil en mi oreja y escucho un silencio en la línea.
—¿Chris?- pregunto, y me apoyo en una pared.
—R-Ruben- hago una mueca al escuchar su voz algo rota.
—¿Pasa algo?- pregunto.
—No sólo que estoy viendo el maratón de algunas series, y me puse sentimental-.
—Esta bien, haré como si te hubiera creído eso-murmuro- Amor, ¿puedes venir a recogerme?-miro a los lados y trato de buscar algún letrero que me indique en que lugar me encuentro.
—Claro y me explicarás porqué pegaste a ese sujeto en el aeropuerto y porqué te molestaste conmigo ¿vale?-.
—Sí por supuesto, yo te explicaré todo en el camino; y claro, te debo una disculpa-me lamento tras la línea, y abro paso entre la multitud de gente que camina por las calles.
—Como siempre-.
—¿Qué dijiste?- pregunto al no escuchar lo que comentó antes.
—¿En qué lugar te encuentras?-.
—Estoy en..Arcadia Avenue- digo y agrego- Sí, estoy en Arcadia Avenue- afirmo.
—Vale, no te mueves de allí. Estaré allá en unos 40 minutos o más-la interferencia en la línea comienza a hacerse presente.
—Vale, te amo y ten cuidado cuando manejes- tomo asiento en una de las bancas.
—Y-Yo también te a..-la línea se corta.
Observo la chatarra de tecnología que poseo, y gruño.
—Menudo móvil-.
Me acomodo en el asiento, y echo mi cabeza hacia atrás. El tibio aire choca en mi cara, y puedo escuchar el sonido de los autos, niños gritando, risas, el sonido del carro de helados, algo de música, etc.
Me gustaba Estados Unidos, y sobre todo este pequeño parque. Se sentía un aura llena de alegría, el ambiente era tranquilo—claro a excepción del bullicio de la ciudad— y pacífico.
—Veo que te gusta este parque- dice y agrega- Solía venir aquí cuando me sentía triste- murmura.
—¿Solías?- abro los ojos, y observo su perfil.
—Sí, digamos que ir de Inglaterra a aquí en mucho tiempo, hizo que dejara de asistir en este lugar-gira a verme.
—Oh..vale- farfullo.
—Soy George- estira su mano y la recibo.
—Ruben- sonríe.