Mangel
Tomo la manija del auto y me subo a este, Michael había mandado a uno de los guardias de seguridad a Australia y muy en el fondo agradecía ese gesto, me acomodo en el asiento y mi guardaespaldas me pregunta si deseo ir a un Hotel cercano, y me quedo un par de segundos pensando.
—Quiero uno por la plaza, no tan lejos pero tampoco tan cerca-murmuro, y siento mi móvil vibra.
—Está bien Miguel-le sonríe y me devuelve el gesto por el espejo retrovisor.
Desbloqueo el móvil, y contesto la llamada.
—Bien ya tienes el auto, ahora cumple tu parte del trato-escucho de fondo los gritos de Jeremy y Joa.
—Michael sólo diré una cosa-digo y agrego-Ruben acepto mi propuesta, pero se fue del aeropuerto y regresó con Chris-.
Ya no servía llorar, ya no servía derramar lágrimas por alguien que no te ama y no te valora. Que prefiere a un idiota con debilidad emocional al chico que estuvo allí desde la adolescencia, el que soportó los golpes, los insultos, "las escenitas de celos", los comentarios sobre los demás acerca de nuestro relación, las suplicas de mi tías diciendo que deje a Ruben, las personas de mi alrededor temiendo por su vida, sollozos por los constantes sustos que me producía, enemistades que tenía por su culpa, etc.
En fin..
Ya no iba a soportar a Mi Novio Agresivo.
—¿Mangel? hey, ¿me oyes?- salgo de mis pensamientos, y murmuro un audible 'si'- Tío, será mejor que regreses, no soporto verte triste. Supongo que no te ama lo suficiente como para dejar todo por ti-.
—Lo sé, y eso es lo que me duele más-muevo mis dedos tratando de distraerme con algo y no romper en llanto-Michael, deja el tema ya ¿vale? Yo iré a un hotel a disfrutar un par de días aquí y luego volveré, lo prometo-muero mi labio al ver mi vista nublada por las lágrimas.
—Mangel no llores, por favo..-corto la llamada.
Y sin importar el guardia, comienzo a sollozar en el asiento. Tantas cosas dan vueltas en mi cabeza ¿por qué me dejó con él? ¿por qué se preocupa más por él que por mí? ¿qué es lo que hice mal? ¿habrá cambiado de parecer a último minuto o tenía planeado vengarse de mi por dejarlo?
—Joven Miguel, tome un pañuelo-levanto la mirada y el guardaespaldas me extiende este y con la otra mano trata sujeta el volante.
—G-Gracias-musito.
—Cuando una serpiente está viva come hormigas, pero cuando una serpiente muere las hormigas se la comen a ella; de tal manera que las cosas dan un giro imprevisto, no subestimes a nadie en la vida. Uno piensa tener todas las respuestas, pero al final las respuestas nunca fueron las correctas. Con un árbol se pueden hacer millones de fósforos, un sólo fósforo puede quemar millones de árboles..-miro hacia el retrovisor y sus palabras se clavan en mi mente.
"Una piensa tener todas las respuestas, pero al final las respuestas nunca fueron las correctas."
Llevaba más de media hora en el auto, mi vista se posa en los edificios, las personas, los carros que pasan a gran velocidad; tenía la mente en otro lado, viajaba por los recuerdos de mi infancia, por las alegrías que tuve, las tristezas, por los regaños de mis padres, por las ansias de recibir un regalo en Navidad, por las risas, por cada cumpleaños, etc. Básicamente yo estaba en el auto en Australia, pero mi cerebro había viajado años de años atrás.
Y en un momento reacciones, mis ojos observan la puerta abierta y las maletas colocadas en el suelo.
—¡Me bajo aquí!- tomo la manija y abro la puerta.
—¡Joven Miguel, Joven Miguel falta mucho para llegar al hotel!-corro hacia la entrada ignorando sus gritos.
Las gotas de lluvia caen mi ropa, mojando de pies a cabeza con rapidez. Al entrar escucho gritos provenientes de la planta de arriba, pero al querer subir mis ojos no creen lo que ven, el desastre la casa era como si una tormenta hubiera arrasado con todo.
Había algunas botellas rotas, los cuadros en el suelo, los sillones hechos un completo desastre, el televisor volteado al igual que la mesa; y se me viene a la mente lo peor.
«Han robado la casa» pienso.
Y corro hacia las escaleras, pero al llegar una mesa no me deja pasar así que la muevo y el florero de porcelana cae al suelo, ruego que no se haya escuchado y subo con rapidez hacia el segundo piso.
—¡No me importa a quién llames!-aquella voz era de Chris.
Los gritos provienen del último cuarto, la puerta yacía semi-abierta y podía distinguir las siluetas que se movían, por la falta de luz.
—C-Chris, por favor-la voz se Ruben suena temerosa.
Mi corazón late con fuerza, tengo la necesidad de saber qué es lo que pasa y abro la puerta de un empujón; aquella escena nunca me la esperé en mi vida, nunca esperé que Chris tuviera un arma en su mano y esta esté apuntando hacia la persona que amo más que mi vida. La forma en la que su sonrisa se agranda con cada segundo, como si disfrutara viéndolo sufrir, aquello me armó de valor y un desgarrador grito salió de lo más profundo de mí ser.
—¡Ruben, no!-.
Sus ojos verdes me observan por milésima de segundos, y puedo ver como se desmorona en el suelo de rodillas. Me quedo estático, todo mi cuerpo deja de funcionar y sólo observo como se retuerce en el tapiz, Chris suelta el arma como si recién se hubiera dado cuenta de la estupidez que cometió y en un acto reflejo decido tomarla rápido y apuntar hacia él.
—¡No me importa ir a prisión por esto, pero acabaré contigo maldito! ¡Acabaré contigo como lo hiciste..con la persona que más amo!-.
Y antes de jalar el gatillo, escucho mi nombre.
—M-Mangel, no es necesario..q-que lo hagas-dice en un murmuro.
Giro a verlo.
Y
Sonrío al saber que está vivo.
