Ruben
Suelto la bicicleta, esta cae al jardín, y toco la puerta. Su padre me abre, no dudo en entrar.
—¿Por..qué?-.
Ya no tenía lágrimas, las había gastado todas.
— R-Ruben- suspira- Toma asiente, te explicaré todo- hago caso a su pedido, y veo el gran reloj colgado en la pared; 9:48.
—¿Por qué me dejó?- junto mi manos y trato de no sollozar.
— Él no te dejó- niego- Ruben, Él se fue por su familia; lo tuvo que hacer, eran las leyes-.
— ¡¿Leyes?!-digo y agrego- ¿Acaso es mi culpa, que su ex-esposa estaba con usted sólo por el dinero? ¡No es mi culpa y tampoco la de Miguel!- me paro, y camino de forma amenazante hacia Jerry- Me alejaron de Él, nos destruyeron.. ¿Qué hará allá? ¿Acaso tendrá mejores amigos, colegio o hasta..-la voz se me rompe- novio?-.
Sus ojos marrones pierden el brillo, niega y suspira.
— Él tendrá una nueva vida, Él..Mi Hijo podrá estar en un lugar mejor- aprieto mis puños.
— ¡¿Qué mejor lugar que su casa?!-.
— R-Ruben, por favor.
— ¿Nunca pensaron en su Hijo? ¿En las consecuencias? ¿Acaso no se pusieron a pensar en qué podrían dañar? ¿Qué podrían separar? ¡Que podrían romper una gran relación! Tú no lo sabes Jerry, tú no sabes que tuve que enfrentar para poder estar con Él, que tuve que hacer para que me considere su amigo. ¡No, tú no sabes!- descargo todo, las lágrimas me ganan y mi vista empeoraba con cada lágrima.
— Escúchame, tienes que entender que no todo gira alrededor de su relació..-.
— ¡¿Alrededor del mundo?! ¿Acaso el "mundo" sabe lo que tuve que sufrir al no verlo en el aeropuerto?- suspiro- ¡No! El jodido mundo no sabe nada acerca de..-seco un par de lágrimas- Espero nunca más verte Jerry- escupo esas palabras como veneno- Saluda a Shantal de mi parte y dile que se mantenga fuerte sin Mangel-.
Ignoro sus gritos y salgo de la casa de mi ex..Novio; corro por las frías calles, sollozaba todo lo que mis pulmones me permitían, las lágrimas caían como cascadas y no podía, mi corazón se había roto.
" —¿Nunca me dejarás verdad?- pregunto observando sus bellos ojos negros, nuestras narices se rozaban y mis ojos se desviaron a sus labios.
—Nunca, nunca te dejaré- responde, y puedo notar como hace el amago de hacer una sonrisa, intento fallido"
Mis pasos van disminuyendo, todo se vuelve tan lento; el aire choca con fuerza en mi rostro, las luces de los faroles iluminan cada partícula de mi cuerpo y puedo escuchar el ruido de los carros.
Estoy cansado de llorar, de lamentarme por alguien que ya se fue, se largó sin decir un adiós y dejarme plantado a mitad del aeropuerto.
Sé que lo Amo, sé que mi corazón nunca cambiará de opinión pero, Él va a rehacer su vida en otro país, conocerá nueva gente, se olvidará de mí.. Y eso es lo que menos deseo.
Golpeo la pared de una casa, en la que estoy apoyado, y mis nudillos comienzan a sangrar. No paro, sigo golpeando, más y más.. Hasta que mi mano se adormece y no la puedo mover. Miro la pared de ladrillos, observo hasta donde llega y miles de recuerdos llegan a mi mente, como una estrella fugaz a mitad de la noche.
" Nuestras manos acoplaban perfectamente, sus dedos jugaban con los míos y nervioso, apreté el agarre.
— Les caerás bien, lo prometo- besa mi mejilla en un movimiento rápido.
— No lo creo, mírame.. Soy un desastre- suspira.
— No lo eres- niego.
— ¡Qué si!- exclamo y Él sonríe.
— Si eres un desastres.. Entonces eres el mejor desastre creado en el mundo- río por sus palabras y pellizco una de sus mejillas.
Y es que así me comportaba con Miguel, acaramelado, pegajoso, adorable, tierno y miles de calificativos más; y fuera, cuando no estaba con Él, era como un demonio andante pero, con sentimientos.
Observé las laderas de la casa, su madre nos miraba desde la ventana y nos sonrío; suelta mi mano y me observa.
— ¿Listo?- niego- ¡Vamos, que será el mejor día!- paramos frente a la puerta.
Esta se abre, dejando ver a una mujer de cabellera negra larga, ojos del mismo color que su cabello y un vestido morado.
— ¿Eres Ruben?- asiento tímido- ¡Jerry!- exclama la mujer- Soy Leyla, Leyla de Rogel- estrecho mi mano pero, ella me abraza.
Enrollo mis brazos en su espalda, y aspiro su aroma; canela y vainilla.
— ¿S..-me mira- ¿Ruben?- vuelvo a sentir- Soy Jerry Rogel- estrecha su mano y la acepto.
— Pasen chicos, la comida está servida- Miguel cierra la puerta y sus padres caminan delante de nosotros.
— Te lo dije- río- Te dije que te iban a aceptar- observo a los lados, y beso sus labio con rapidez.
— ¡Hey!- murmura y río. "
Miro mis manos, y recuerdo cada pequeño detalle que Miguel hacía con ellas; como tomarlas por sorpresa, jugar con mis dedos, acariciarme el dorso de esta, o ponerlas alrededor de su cuello al besarme.
Y sonrío, después de todo me quedaban los grandes recuerdos, las risas guardadas, sus malos chistes, sus berrinches, la manía de reprocharme por algo, su preocupación y el recuerdo de sus besos.
Miguel podrá salir de mi mente pero, no permitiré que lo haga de mi corazón.