Ruben
Mi madre me abrazó al verme cerrar la puerta, pude notar que en sus manos traía una bolsa con el logo de la bandera de Inglaterra. Me da una sonrisa acogedora, y se separa de mí; sus ojos no se despegan de los míos y puedo sentir como me transmite seguridad con su mirada.
— Eso llegó ayer en la noche- suelta un suspiro- Tú hermana quiso dártelo pero, le dije que sería mejor que te lo diera hoy.
Extiende su mano y tomo, con nerviosismo, aquel paquete. Abro este, y mis ojos observan la variedad de dulces que hay, y también una carta. Tomo con cautela el sobre y leo la pegatina, que en sí, es de Inglaterra.
— Para Ruben, de Mangel- mi voz se traba al pronunciar su nombre.
Guardo la carta, y trato de no parpadear, en sí, si lo hacía las lágrimas caerían por mis pómulos. El nudo en la garganta va creciendo, y corro hacia a mi habitación. Mi madre no me siguió y le agradecí por eso.
Tomo la manija con desesperación, ansioso de leer lo que había escrito. Mis manos cierra la puerta, y suelto mi mochila, corro hacia la cama y me siento.
Coloco la bolsa de cabeza, todos los dulces caen y el sobre con ellos. Me preparo mentalmente para lo que está por ocurrir, y doy un gran suspiro.
Quito la pegatina, y saco la hoja doblado en cuatro; el papel huele a nuevo y tinte de bolígrafo. Sonrío al ver su, hermosa, caligrafía y comienzo a leer.
¿Recuerdas ese día? Aquel donde me viste subirme al taxi, e irme para siempre. Un día antes, donde fuimos a la cabaña y tuvimos un hermoso día. ¿Lo recuerdas? Espero que sí.
Antes de despedirme, quería decirte algunas cosas. Siempre se me es difícil decir lo que siento y pienso, y sé que lo sabes; pero, ese día quería gritarte todo lo que sentía, que nunca te iba a olvidar.. Pero, las cosas pasan por algo y siento que con esta carta nos estamos dañando más.
Es por eso que estás leyendo este papel en vez de escuchar una explicación. Quizá para mí sea más fácil llenar esta hoja y explicar todo lo que siento.
Estás ta cerca y a la vez tan lejos, no sé que hice para merecer eso. Quiero estar a tu lado, observar tu sonrisa y como no puedes dejar de abrazarme; quiero hacerte feliz como lo prometí hace un año atrás, y sé que no puedo, ya que, no estoy a tu lado.
He pasado tantas horas recordando tus bellos ojos verdes, tus hoyuelos, tus cabellos, cada parte de ti.. Pero, con el tiempo me voy olvidando de cada detalle.
En fin, si te he herido, si te he molestado, si no he sabido decir una palabra, si fui un cobarde al no haberte dicho nada, si le hice daño a tú corazón, si incumplí tu esperanza, si dudé, si te llegué a insultar o tener miedo, si no fui fiel a tu alegría, si no supe ahuyentar tu tristeza, si te decepcioné te pido perdón, sólo intenté amarte.
He hablado con algunas personas sobre lo que debo hacer, si debo dejarte ir o volver por tí. Ninguna me dio la respuesta que quería, ninguna me dijo que estaba haciendo lo correcto o incorrecto, ninguna sabía que tú eras la persona más importante. Pero, como siempre dice mi hermana: Lo que te hizo feliz, debes dejarlo ir.
Me he estrellado una y otra vez contra un muro de piedra, ya me doy por vencido, ya no puedo seguir así. Tengo que comenzar a ordenar mi cabeza que desde que lo dejamos no sé que hacer, hasta ahora he estado como un sueño, una pesadilla de la que he intentado despertar una y otra vez y no lo he conseguido.
Por mucho que me duela o por mucho que no quiera, a partir de Hoy no me queda más remedio que empezar a olvidarte, olvidarme de tu cabello, de tus ojos, de tus miradas, de tus lágrimas, de tú sonrisa, de tus labios, de tus besos, de tus manos, de tus caricias, de tus abrazos, de tu voz, de tu mal genio, de tus celos, de lo cabezota que puedes llegar a ser, de tu olor, de despertarme a tu lado, de las promesas que no he podido cumplir..
Hay tantas cosas que debo enumerar, tantos sentimientos, emociones, aspecto físicos. Sólo me queda algo para decir.
Entiendo, y espero que tú también entiendas; es mejor olvidarme de tu existencia, al fin y al cabo, la distancia y las ocupaciones harán su trabajo. La memoria no es tan fuerte como para recordar todo lo que vivimos, y déjame decirte que el corazón no es tan tonto como para olvidarte.
Estamos acá, al final. No pienses que soy trágico o melodramático. Existe la necesidad de dar la vuelta a la página para poder seguir. No importe si el final es alegre como imaginé o si es triste como está sucediendo.
No te diré un "Te Amo" porque esto será mucho más difícil, sólo te diré lo mucho que te voy a extrañar. Y espero que tengas suerte a lo largo de tu vida, que sepas juntarte con buenas personas y no te dejes llevar por los demás.
No hay nada más que decir.
Adiós.
Mi corazón comienza a latir muy fuerte, las lágrimas caen como la lluvia en otoño y así mismo, sé que mi llanto no parará.
Miro la carta, y dejo escapar un sollozo. Él se había esforzado escribiendo esto, sé que ha de haber llorado al igual que lo estoy haciendo Y y sé, también que todo lo que está escrito ha salido de su corazón.
Pero, lo que me preocupa es el adiós al final de todo. Y con muchas dudas en mi cabeza, me paro hasta mi estante de libros; tomo un diccionario y con la soledad sumergida en mi cuerpo, busco el significado de aquella palabra.
Mis dedos se mueven buscando el significado, puedo escuchar como la puerta de casa es cerrada y no me inmuto. Mi dedo para al encontrarla.
Adiós: Renunciar a algo o a alguien.
Y caigo en la cuenta que Él se rindió, que tomó la mejor decisión que creyó correspondiente pero, se olvidó de algo, se olvidó de mis sentimientos y mi amor por Él.
*He publicado una nueva Novela, les dejo el Link en los comentarios*