Capítulo 37.

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“Amo tus mentiras, me las comeré pero no rechaces al animal” Animals – Maroon 5.

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Angustia animal y sangre bestial, sangre Rosenzweig.

35 minutos antes de los disparos.

Magali.

Me impaciento con los segundos que pasan, mis ojos no se despegan de la camioneta que se abre paso hasta nosotros y el mafioso se mantiene recostado por el capo de su auto en tanto yo trato de verdad que trato encontrar alguna manera de enterrarle un tiro de una maldita vez.

Los nervios me toman al pensar que va a pasar, el agente fue claro, el actor se veía enojado y es que quiero entenderlos pero también necesito que eíllos me comprendan a mí. Que entiendan que no los quiero perder, que si tengo que sacrificarme mil y un veces por ellos, mil y un veces lo haré.

Los autos llegan, sacan a ambos de la cajuela y mis ganas de asesinar aumentan en un treinta por ciento más al verlos encadenados y como los tiran a ambos. Los maldigo antes de acercarme a paso apresurado hacia ellos.

—Suéltenlos —Ordeno y me obedecen sin refutar, me acerco cuando los movimientos bruscos los empieza a despertar con lentitud— Apártense.

Los soldados se apartan y me apresuro a caer de rodillas frente a ambos empezando a revisarlos, no se le ven golpes ni sangre pero mi cerebro no capta nada, mando a llamar a los médicos que se apresuran a revisarlos, miro sus brazos al igual que sus ojos en cuando despiertan por completo y solo me tranquilizo cuando el médico que mandé a llamar me hace saber que están bien.

—Calmada, ya sabes —Me susurra el doctor con el acento alemán remarcado y sacudo la cabeza mientras veo a ambos hombres ponerse en pie frente a mí empezando a estabilizarse.

Las miradas recaen sobre mí con una furia que me crea un nudo en la garganta enorme pero no les bajo la mirada con el enojo asomándose también, no tuve que soportar a ese hijo de perra durante más de diez horas para que a estos otros dos hijos de puta se les ocurra enojarse.

Me muevo en la vida de diablo en diablo y estoy harta, estoy temblando en el borde de un colapso que voy a terminar tomando por mi cuenta, por lo que si piensan que van a poder evitar todo esto con estúpidas acciones están muy equivocados.

—Tú… —Empieza John pero corta su alegato en cuando vuelven a abrir la puerta de uno de los autos sacando al comandante.

Lo tiran a nuestros pies y la ira se eleva mil veces peor al ver su estado. Los médicos se apresuran a auxiliarlo, tiene cortes en todo el cuerpo y rastros de torturas severas por lo que no me sorprende en cuando lo primero que me dicen los médicos es…

—No creemos que vaya a sobrevivir.

Voy a contestar pero los dos cuerpos se posan al frente de mí deteniéndome por lo que llevo los ojos al doctor dando indicaciones antes de verlos.

—Hagan lo necesario, necesito que sobrevi…

—¿Qué? ¿Ahora te preocupa Axel?

Las palabras del agente llegan a mí mientras que el doctor lo ignora encaminándose a hacer lo que pedí dejándome con los demonios disfrazados de hombres que se me acercan destilando veneno.

—Porque eso no pareció cuando lo mandaste y te fuiste con Adler —Sigue y me vuelvo a encararlo.

—¿Qué querías? —Correspondo— ¿Qué deje que los torturados sea uno de ustedes? ¿O ambos?

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