Capítulo 71.

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¨Todos memorizan el comienzo, aunque no se pueda cambiar, todos ansían el final cuando todavía debe esperar mientras que el intermedio sigue corriendo y nadie quiere entenderlo¨

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Angustia animal y sangre diabólica, sangre White.

Jeremy.

La cabeza me duele mientras la nariz se me arruga con el asqueroso olor que invade mi alrededor y no me deja pensar, no sé qué es, miro a todos lados tratando de encontrar la fuente, pero no hay nada más que oscuridad con olor a descomposición ¿acaso soy yo?

La imagen de Yamila convertida en una cucaracha me invade las pupilas, mis ojos la reparan enfocándose en su vientre, llora con desconsuelo y trato de hallar la pena que me generaría si todavía la quisiera, no hay nada. Mi mente maquina devolviéndome a una de esas noches donde me pedía que la quiera como lo hice en algún momento y me negaba.

—Ella no haría lo que yo he hecho por ti —Me decía mientras el efecto de la droga me tenía demasiado mal y no podía evitar que me bese los labios.

Tampoco que me toque y me utilice como si fuera un muñeco y no un ser humano, trato de apartarme pero su fuerza es mayor que la mía cuando me toma con desespero uniendo nuestras miradas, haciéndome notar el desequilibrio que refleja el azul cielo tan diferente al mío.

—He enloquecido por ti, Liam, he arriesgado toda mi vida, ¡¿por qué no me dices que me amas?! Ya no me dañes, por favor... ¿No eres capaz de ver todo lo que puedo hacer? No dudaría en morir por ti.

Le aparto las manos alejándome de ella como puedo.

—Lástima que yo no dudaría ni un segundo en matarte por ella —Confieso sin temor a lastimarla.

El llanto desconsolado la abarca otra vez mientras que yo me fundo en pesadillas y odio, odio a ella y a este entorno, odio a todo lo que me rodea porque mi entorno se ha resumido a completas mierdas donde lo único que anhelo es morir. Joder, ni en los años dentro de ese sótano tuve tantas ganas de meterme un tiro como ahora, no me importa Yamila, no me importa mis hermanos, no me importa Adam y mucho menos John y Maga, lo único que me importa es apagar este ardor en el pecho que me tiene con ganas de lanzarme a un abismo.

El recuerdo de la última llamada que le hice a Adam mientras escapaba de la base en la bugatti aparece, le había robado el móvil a uno de los guardias mientras me llevaban a la sala donde me esperaban.

—Sé que la tienes —Recuerdo haberle dicho.

—No te la voy a dar —Me dijo— Sabes que...

—Está embarazada —Confesé— No me la des, pero no la enjaules antes de los nueve meses. Es mi hijo. Díselo a John y Magali si quieren saber por qué no procedes.

Intentó alegar, pero le colgué el teléfono antes de lanzarlo a la calle y sé que no va a desobedecer mis órdenes. Estaba muy seguro de lo que decía, no necesitaba pruebas de ello y si me iba a hundir, mínimo lo haría luego de saciarme las ganas de... no sé ni de qué son mis ganas. El entorno oscurece otra vez, los gritos de mis fanáticas se pierden en mi sentido auditivo aclamando mi nombre.

Jack y Dylan aparecen, están vivos pero dañados y me duele que ninguno de los consuelos que puedo dar servirá en estos momentos, el cuerpo decapitado de Lizbeth luce a pocos pasos siendo devorado por lobos y la cabeza me duele demasiado. Trato de acercarme, pero tiran de mí hacia atrás haciéndome caer a un pozo donde me hundo y...

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