Capítulo 53.

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“Cae la máscara que otros veían pero yo nunca vi puesta”

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Toxic.

26 de marzo del 2021.

03:00 a.m.

Magali.

Los últimos detalles del tatuaje son terminados y Jacob le da unos retoques extras propios de él. Es bueno en esto, el tatuaje que tengo el glúteo también me lo hizo él y suelo recurrir a sus manos cuando quiero tatuarme partes del cuerpo o cosas delicadas. He tenido varios tatuajes hechos por sus manos pero en su mayoría han sido temporales excepto el que mencioné y ahora este.

—Ahí lo tienes —Se separa apreciándolo y me muestra mi reflejo en un espejo para que lo vea mejor— Quedó bastante bien, soy el puto amo.

Me río asintiendo mientras vuelvo a ponerme la ropa.

—¿Cuánto te debo? —Alcanzo mi blusa.

—Con que no le digas a John y Jeremy que te toque las tetas, por mí es más que suficiente —Contesta.

Sueltan a reír y ruedo los ojos bebiendo otro trago.

—John y Jeremy se pueden ir a la mierda.

Se les borra la sonrisa a ambos mirándome fijamente.

—¿Ahora qué ha pasado?

—John tiene novia —Me encojo de hombros— Y Jeremy es un capullo.

—Creí que te gustaba que sea capullo…

—Con los demás y cuando hace falta. Yo no le he hecho una mierda.

Arquean una ceja.

—Lo has cortado ¿Qué esperabas?

—Mi culpa no fue.

—Te lo ha querido explicar y no lo querías escuchar.

—Porque me apetece oír las explicaciones desde antes no cuando ya todo está en la mierda.

Sacudo la cabeza y los oigo suspirar.

—¿Y con John que? —Me dice Derek— ¿Dejarás que ella te lo gane así como así? ¿No lucharás?

—Lo siento, pero tengo cosas más interesantes por las que luchar que por una simple polla.

—No es por una polla, es por el hombre que amas…

Arrugo las cejas.

—¡Por favor! No digas sandeces… —Tomo mis cosas.

—Es la verdad.

—Pues la verdad es una mierda —Salgo del lugar.

Dejo unas libras para Jacob yendo afuera y mis escoltas están junto a mi auto esperando, me muevo al edificio de nuevo y no tengo ganas de nada así que solo termino metiéndome en la cama a dormir hasta las once de la mañana. Al día siguiente juego con Zima y busco hablar con Mike y Ana desde la laptop, están fuera de la ciudad central por trabajo, he hablado con ellos de vez en cuando estando en Alemania, siempre me han entendido cuando necesito espacio y esta vez no es la excepción, me cuentan que volverán el sábado por lo que asiento quedando en salir con ambos.

—Tengo que contarles algo —Nos dice Ana—  quiero que sea en privado, ¿El domingo podemos reunirnos?

Me asusta un poco el tono que emplea, insisto en que nos diga pero asegura que no quiere hacerlo así, que primero necesita distraerse y por ello quiere salir. No la presionamos más por lo que quedamos en salir mañana en cuando lleguen, el resto del día lo ocupo en cosas de mis asociaciones y en ponerme a la par con el radar.

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