Capítulo 38.

1.8K 88 93
                                    

▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎

“Si existiera el “felices para siempre" yo todavía estaría abrazándote así” Payphone – Maroon 5.

▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎☆▪︎

Colisión y dudas.

15 de octubre del 2020.

08:30 a.m.

Jeremy.

Me gustaría decir que tal como pasa en películas y series luego de que Magali le haya rogado a John que despierte, éste lo hizo.

Me encantaría decir que luego de que se pasara la noche llorando aferrada a él mientras le suplicaba que despertara hablándole por primera vez en estas dos semanas, él iba a reaccionar y en esta mañana siguiente ella iba a despertar con él acariciándole el cabello y esperándola mientras a mí me dejaba de doler el pecho viéndolos.

Pero no, no puedo decir eso.

Ya que lo que nos despertó a mi novia y a mí fue el pitido del monitor que nos dio el aviso de que el corazón de John se había detenido… otra vez.

—¡Kurt! —El grito de Magali me marea antes de que las enfermeras y médicos se tomen el lugar espabilándome cuando piden que salgamos.

—¡Esperen afuera! —Nos grita su tío.

—¡Haz algo! —Le tiembla la voz— ¡Tío!

—¡Que esperes afuera, maldita sea!

Debo arrastrarla conmigo cuando el llanto vuelve a tomarla y la pego a mí abrazándola mientras no para, la camisa se me empapa de sus lágrimas en tanto nos llevan a la habitación de a un lado que es en donde desmantelan el vidrio de emergencia que tiene este cuarto para ver la habitación de John y mantengo la vista en lo que pasa al otro lado hundiéndome en el desespero cuando veo que conectan el jodido desfibrilador de nuevo.

Pasan tres intentos y nada, todo a mi alrededor se me oscurece preso del enojo que me recorre al no verlo reaccionar «no la dejes sola, es todo lo que quiero, no la dejes sola…» me aferro a mi novia con las palabras de él haciendo eco en mi cabeza y siento que me descompongo cuando el cuarto intento tampoco funciona.

«Me niego a perderlo» mi cerebro no acepta un no como respuesta ante esto, se niega a que vuelvan a quitarme lo que quiero mientras intentan una vez más consiguiendo que respire hondo cuando las líneas del monitor vuelven a estabilizarse.

—Ya… ya está —Le susurro a Magali que sigue en medio del llanto aferrada a mí. Niega con la cabeza presionándome más contra ella y le beso el cabello abrazándola con fuerza.

Arrugo las cejas cuando veo a Kurt cambiar por completo su expresión y alza la vista hacia mí por un momento antes de moverlo a mi derecha.

—¡Sáquenlos de aquí! ¡Ya! —Leo sus labios y ni a mí ni a ella nos da tiempo de reaccionar cuando Tomás me la arrebata de los brazos sacándola a rastras mientras patalea en tanto el hermano del médico me toma a mí arrastrándome afuera.

—¿Qué carajos…? —Intento zafarme pero el tío de Magali me aprisiona los brazos empujándome con fuerza— ¡¿Qué te pasa?! ¡Suéltame!

—¡Suéltame, Tomás! —Grita ella también pero los dos hombres nos ignoran hasta meternos en otra de las habitaciones del pasillo que no tiene forma de ver hacia la del agente.

CONEXIONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora