Capítulo 52.

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“Hay fuego pero a la vez paz y es en rara mezcla de sensaciones dónde te debes quedar”

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Contiendas.

25 de marzo del 2021.

20:00 p.m.

Manchester, Inglaterra.

Magali.

Mis ojos se clavan en el traicionero de mi tigre que tiene las patas sobre el pecho del agente «maldito» es un caprichoso. Le dije que no lo busque y es lo primero que hace, desvío la mirada y la misma choca contra la corriente de fuego que me endereza la espalda con los ojos de un café único que me reparan.

Sigo con ganas de asesinarlo antes de colgarlo así que simplemente aparto la vista pero la sensación solo aumenta con el grito de mi conciencia cuando siente la otra presencia. Su palma abierta se posa en mi espalda baja y debo respirar con disimulo cuando mi olfato recibe su fragancia «joder» no se cómo hago para disimular lo que me acarrea solo sé que giro hacia él atontada buscando el paraíso de su intensa mirada.

Conectamos nuestros ojos y creo que ambos recibimos la misma sensación porque lo noto respirar hondo en tanto me repara como si no fuera real. Me pican las manos por tocarlo así que extiendo una acomodándole el cabello, lo tiene largo y las pequeñas ondas doradas le cubren la frente mientras no deja de verme.

—Se están viendo raros… —Susurra Hunter desde un lado y solo ahí parece que ambos reaccionamos.

Llevamos la vista al frente entrando sin mirar a nadie y nuestros dedos rozan tensándome igual que a él, la voz de John me eriza la piel y tomamos asiento a cada lado de él. No los observo, solo saludo a mi perro cuando se me acerca ansioso y mantengo la mirada al frente sintiendo los ojos de ambos sobre mí, anuncio sobre mi representación al CIM y capto la cero disimulación de Keyla Maciel al observarme lo cual me hace reír.

—Bien, iniciemos —Anuncia Dominick y noto otros ojos sobre mí cuando desvío la vista a los luceros grises que me ven desde el otro lado «Andrew» se endereza en la silla llevándose los dedos a los labios mientras me repara con la misma mirada que me hizo caer una vez.

Mantiene su mirada en la mía, no la quita por lo que yo tampoco y veo a su lado buscando a su esposa a lo que niega con la cabeza dándome a entender que no está, asiento y me guiña un ojo dándome una disimulada sonrisa pícara lo cual agranda la mía enderezando a los dos hombres que notan lo que pasa. John tensa la mandíbula en tanto Dominick empieza a hablar, el rubio solo se cruza de brazos y Andrew lo nota desde el otro lado soltando una risita que me contagia.

Escucho los avances de la candidatura, los juegos que han puesto todos mientras no estuve y las vías de capacitación que se han hecho a lo largo de estos tres meses, han aumentado medallas, han posicionado sus comandos y aunque muchos estén en ventaja y en una fuerte presión por el avance de John han logrado poner de su parte para alcanzarlo cómo se debe.

—En medallas todos han podido superar el mínimo de veinte que fue requerido en la última vez pero eso no borra el hecho de que el Agente Black pasó de tener veinticinco a tener veintiocho en solo tres meses.

Volteo hacia el pelinegro sorprendida «tres medallas más» no sabía que había ganado tantas. No me devuelve la mirada y está tenso mirando al frente, me dan ganas de felicitarlo pero vuelvo la atención al director dejándome de pendejadas.

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