Capitulo 7.

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- ¿Ya nos vamos? - pregunto Chile saliendo de su habitación acomodándose el saco.

- Solo te esperábamos a ti, chaval - renegó molesto España tomando las llaves de su camioneta.

- Perdón, no revise el tiempo - se excuso el pelinegro de parche.

- A saber que estarías haciendo - murmuró de vuelta el español.

Perú, quien tenía el teléfono en sus manos comenzó a teclear rápidamente después de ver a su hermano hacer caras en respuesta a España quien los apresuraba para ir a la oficina.

- No se ve muy diferente al día de ayer - escribió el pelirojo para presionar enviar.

Se levantó de la silla del comedor y fue hacia la camioneta donde Chile y España aún discutían. Su teléfono sonó en una notificación.

- ¿Ves? seguro no es nada malo, tal vez se quedó a dormir con alguna otra persona, no necesariamente debe ser Alemania, Honey - decía el mensaje de USA.
Perú no estaba tan convencido.

Estuvo toda la noche en vela esperando ver a su hermano llegar a la casa, era claro que España también estaba molesto, pero ahora que eran mayores de edad, ya no era tan estricto con ellos como lo era con México o sus demas hermanas, les daba la libertad para llegar a la hora que desearan, siempre y cuando no afectara su desempeño en la oficina y las responsabilidades de su casa.

Chile había llegado a la hora del desayuno, con los ojos un poco hinchados y la ropa desarreglada. En la mesa solo estaba Argentina, Perú, y los trillizos Venezuela, Ecuador y Colombia. Chile paso de largo los comentarios de sus hermanos y se alistó para ir a trabajar, actitud para el pelirojo bastante sospechosa.

- ¡Perú, te estoy hablando! - el grito de España hizo que el pelirojo reaccionara - ¡Métete a la camioneta y vámonos, joder!

El pelirojo se sonrojo y corrió a subirse al auto donde los trillizos ya le habían burla.

- Deja de pensar en el gringo - reía Ecuador.

- A qué te llegó un mensaje de él - rio Venezuela mientras le hacía espacio en el asiento.

- Cállense - mascullo el peruano mientras le daba un zape a Ecuador que hacia gestos como si besuqueara el aire.

Entre risas de los hermanos, España arranco la camioneta para ir a la oficina donde seguro, México estaría esperándolos. Perú miro de nuevo su teléfono, ¿y si de verdad eran solo imaginaciones suyas? volteó a ver a Chile, quien estaba en el asiento del copiloto, con audífonos de casco puestos y los ojos cerrados tratando de ignorar el barullo de los hermanos.

¿Y si USA tenía razón y estaba paranoico?

Durante las últimas semanas había visto como Chile cambiaba de poco a poco su actitud, había días en los que no salía de su habitación, otros no llegaba hasta muy tarde en la noche, eso pasaría como normal de no ser porque se había vuelto arisco con todos, no soportaba muchas bromas, especialmente si eran sobre su soltería, y en la oficina, se negaba a hablar con México más de lo necesario.

En un principio el peruano creyó que era solo una etapa  para Chile, de desprenderse de la mexicana con quién era muy unido junto con él, tal vez la extrañaba desde que se fue de casa, pero no entendía porque si la extrañaba, trataba de apartarla. Después de escuchar a Alemania decir que amaba a alguien con su nombre y decir que "no quería dañarla" se cuestionaba fuertemente si ese Chile que estaba con Alemania era o no su hermano.

Pero de que el pelinegro engañaba a México, lo hacía y se las iba a pagar muy caro.

Bajo la vista hacia el teléfono de nuevo y comenzó a contestar a USA.

Vivir una mentira. RusMex +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora