Capitulo 37

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Colombia bebía un enorme trago de agua después de anudarse el largo cabello ondulado en una coleta alta, se estaba divirtiendo mucho, adoraba salir con sus hermanos, no sentía necesidad de tomar siquiera, todos reían y bromeaban mientras retaban al ruso a beber más y más, se habían dado cuenta que tenía un aguante excelente para tomar alcohol.

La colombiana saco su celular del bolsillo de su pantalón, faltaban pocos minutos para las 12 de la noche, las familias comenzaban a llenar poco a poco el espacio que era la pista de baile, las puertas de la pequeña terraza del segundo piso se habían abierto, el alcalde municipal no tardaba en salir a "dar el grito". Tenía un mensaje de SurCorea y una sonrisa apareció en sus labios casi inconscientemente mientras lo abría.

- Mi reina divina, espero tengas una bonita noche, yo iré a dormir ahora, es tarde aquí, te amo, te llamaré mañana por la mañana.

Colombia comenzó a teclear en respuesta enseguida, con suerte su novio vería el mensaje cuando despertara, bloqueo la pantalla y guardo su teléfono de vuelta en su bolsillo del pantalón, pronto noto que se encontraba sola en la mesa, todos se habían levantado para acercarse a la explanada y acompañar a la mexicana a dar el grito.

Casi de inmediato sintió como la tomaban por la cintura con brusquedad, haciéndola fruncir el ceño.

- Quédate quieta, mamonsita - le susurro una voz rasposa el oído que la hizo estremecer de asco.

Colombia no era una chica débil.

Ninguna de las hijas de España lo era.

El español se había encargado de entrenar el artes marciales y defensa personal a cada una de sus hijas, incluso Maya e Inca apoyaban esto y ellas mismas las ayudaban a entrenar, México, quien fue enseñada por Azteca desde muy niña, enseño a sus hermanas a cómo reaccionar a situaciones como está.

Y la chica sabía cómo hacerlo a la perfección, sabía que debía quedarse quieta y obedecer hasta tener la oportunidad de librarse.

Podría quitárselo de encima, si tal solo no sintiera el cañón del arma clavado en sus costillas, justo entre el cuerpo del hombre y ella.

- Como llegues a hacer algo niña, te meto un plomazo ¿Oíste? - Colombia asintio, guardando la calma.

El alcalde municipal salió a la terraza, con una enorme bandera mexicana en manos. Recito el nombre de varios héroes y personajes históricos para la historia mexicana y todos los presentes en conjunto gritaban "¡VIVA!" con orgullo y emoción.

México estaba encima de los hombros de Rusia, quería ver cómo su gente gritaba de emoción y patriotismo el "¡Viva!" cuando mencionaban a cada personaje que les llevo libertad e independencia, gritaba emocionada y orgullosa, alzando un puño hacia su bandera nacional, Ana y Antonio gritaban a voz de cuello, con orgullo y emoción, sus hermanos gritaban con ellos, felices por ser parte de un día tan importante para su hermana mayor.

- ¡Viva México! - grito el hombre en la terraza.

- ¡VIVA! - grito el pueblo.

- ¡Viva México!

- ¡VIVA!

- ¡VIVA MEXICO!

- ¡VIVA! - la castaña alzó ambos puños con emoción mientras el pueblo aplaudia, el alcalde tocaba la campana municipal y los fuegos artificiales explotaban en el cielo con los colores patrios.

México sintió su pecho hincharse de emoción, hace tanto que no celebraba ese día en su tierra. Miro hacia abajo, Rusia sostenía sus muslos con ambas manos, evitando que cayera, miraba al frente con una media sonrisa contagiada por el ánimo de los presentes. USA, a su lado junto a Perú y Canadá miraban los fuegos artificiales con emoción; los gemelos ingleses y Groenlandia estaban junto a Toño y Ana que sonreían orgullosos; Argentina estaba con sus trillizos y Chile, observando el cielo como todos; Venezuela y Ecuador miraban a todos lados, buscando algo.

Vivir una mentira. RusMex +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora