Vivir una mentira. RusMex +18

Capitulo 48

El aire hacia que su cabello castaño se elevará y flotara a su alrededor, moviendo mechones hacia su rostro haciendo que ella cerrará los ojos. Un nudo en su garganta le impedía respirar con normalidad, su pecho dolía un poco y sus manos cosquilleaban como si recién hubiese golpeado a alguien.

Un suspiro salió de sus labios y se abrazo a si misma por el torso, bajando lentamente sus brazos hasta su vientre para acariciarlo despacio y con ternura.

- Ay mamita... ¿Porque me siento así? - susurro México mordiéndose el labio y elevando el rostro mientras abría los ojos, las nubes que cubrían el sol evitaban que su piel se quemará en la azotea - no es por Alemania y Chile, lo se - susurro - yo ya tengo a Rusia y a mi bebé, soy feliz con ellos... Entonces ¿Porque...?

El viento volvió a azotar su piel, moviendo algunas hojas de los árboles formando un pequeño remolino de viento, polvo y hojas en el suelo que México alcanzo a mirar.

- Chale mamita - la castaña sonrió y miro al cielo de nuevo - a veces me es difícil entender tus mensajes... Pero me consuela saber que no me dejas sola - murmuró mientras volvía a sentir la caricia del viento en su rostro.

Unos brazos la envolvieron por la cintura y la repegaron hacia un torso fornido que México comenzaba a conocer muy bien. Una sonrisa escapó de sus labios cuando sintió los labios de Rusia besar su mejilla.

- Te estaba buscando - le susurro en voz neutra.

- Me encontraste - dijo ella acariciando los brazos del soviético - ¿Te dio Argentina mi teléfono? Ni siquiera pude revisar quien me llamaba...

Rusia se quedó en silencio un segundo recordando lo que le había dicho la hermana de su novia.

- Amenaza de aborto es algo peligroso, che - enfatizó la joven después de que Rusia colgó la llamada con Japón que le había costado mucho tiempo consolarlo y darle esperanza de que su novia estaría bien, el no era bueno con las palabras - mi hermana pudo andar saltando en caballos y aguantar cuanta cosa se le cruzará enfrente, pero yo vi la sangre que salió de su cuerpo y es algo que jamás deseo volver a ver ¿Queda claro? - mascullo la joven - si se llega a alterar por algo, su embarazo puede correr riesgo de nuevo, recuerda que dijo la doctora, los primeros 3 meses son importantes, no debe alterarse - dijo ella mientras apretaba los puños y disimuladamente llevaba su mano a su vientre - porfavor, vos cuidala de que no se altere... Al menos hasta que pase el primer trimestre.

- Algún reto entre ellas - mintió el ruso a su novia - la verdad es que no le entendí bien a tu hermana.

México suspiro y negó con la cabeza mientras una risa salía entre dientes.

- Ay ese par... Luego les irá como en feria - mascullo mientras se daba vuelta entre los brazos de su novio para mirarlo al rostro, su ceño se frunció al verlo pálido y más serio de lo usual - ¿Ora tu que traes? - pregunto tomando su rostro con sus manos - ¿Porque tan serio mi Tripalosky?

Rusia miro a los ojos a su novia, detallando los destellos esmeralda que resaltaban de sus enormes ojos ámbar. La plática con Japón aún no salía de su cabeza, se sentía mal por él, por Italia y estaba preocupado por su amigo Alemania ¿Cómo estaría él ahora? El siempre fue muy protector con su media hermana.

- Nada - susurro Rusia poniendo una mano encima de una de las de México y cerrando los ojos para disfrutar de la calidez que el contacto de su novia le provocaba - solo que corrí a cambiarme para buscarte, me cansé - mintió.

México torció el gesto un poco ¿Acaso le estaba mintiendo? No parecía mentirle pero se veía extrañamente serio en comparación a como siempre estaba. Lo tomo de la mano y lo guió a la sombra de las camas de sol que tenía ahí, donde se había tumbado junto a Brasil hace días, sentó a Rusia en una y ella se sentó a su lado para abrazarlo con fuerza, ocultando su rostro en su pecho.