Vivir una mentira. RusMex +18

Capitulo 53

- Chamo, déjame las llaves de la casa bajo el tapete de la entrada - decía el mensaje de Venezuela y Rusia alzó una ceja, extrañado.

- ¿Para que necesitas la llave de mi casa? - pregunto el soviético extrañado.

- ¿Cómo que para que? Para entrar a ella - venía con un emoji volteando los ojos con ironía - Le vamos a preparar una fiesta de bienvenida a Mex y como tu casa es más grande ahora que la nuestra entonces ahí se hará - respondió la latina casi de inmediato.

Tenía razón, cuando volvió a Europa, URSS envío, con Kazajistan, las llaves de la vieja casona en la que vivieron de niños en el país alemán, aquella en la que vivían cuando su madre murió, el patriarca soviético deseaba que su nieto naciera y creciera en la misma casa en donde lo hicieron sus hijos. Con ayuda de sus hermanos y los latinos, limpiaron y arreglaron toda la casa para dejarla habitable y lista para cuándo México llegará a Europa, USA y Perú habían llevado todas las plantas de la castaña y con ayuda de FBI, Interpol y Kazajistan, acomodaron todas de manera que cada lugar de la casa tuviera una planta que brindará vida.

Rusia y sus hermanos habían visto como su casa de infancia volvía a la vida ante sus ojos, con agradecimiento infinito aceptaron la ayuda de los amigos y hermanos de la nueva integrante de la familia, México.

- Está bien, pero Mex estará cansada del viaje, no creo que llegando este para una fiesta - comento Rusia en respuesta a la venezolana.

- Ja! ¿Mi hermana cansada para una fiesta? Se nota que te falta mucho por conocerle - había escrito la latina - tu déjanos la llave bajo el tapete cuando salgas al trabajo o avisa a tus hermanos que llegaremos temprano para que nos abran.

- Pero no tengo un tapete - escribió Rusia en respuesta y Venezuela envío un emoji de una monita golpeando su frente.

- ¡Pues compra uno, carajo!

Rusia suspiro, no tenía de otra, conociendo a la novia de su amigo o entraba por la puerta o entraba por la ventana, antes de salir a trabajar ese día debía avisar a sus hermanos sobre la intromisión de los latinos a la casa, ellos se harían cargo de todo, estaba seguro. Comenzó a prepararse para salir al trabajo mientras recordaba el rostro de sorpresa y emoción que puso la castaña cuando sus hermanos y él llegaron de sorpresa a su país por su cumpleaños. Para cuando México cruzará la puerta de su nueva casa se llevaría una sorpresa.

Su corazón revoloteo en su pecho durante un segundo y sus mejillas se sonrojaron sin querer. Iba a ver a su novia embarazada dentro de unas cuantas horas, la había extrañado demasiado, quería abrazarla, besarla, cargarla en sus brazos y sentir el latido de su corazón contra su oído, la calidez de su cuerpo contra el suyo, escuchar su voz, quería verla con ansias.

Mientras terminaba de prepararse para ir a trabajar, su teléfono sonó con un nuevo mensaje, como si la hubiese invocado, era justamente de México. Una sonrisa escapó de sus labios cuando abrió la imagen conjunta.

- Llevamos horas en el aire, Brasil y Toño andan de empalagosos y me dará diabetes si los sigo escuchando :c Nuestro bodoque pide comida y no me traen mis cacahuateeees :c ya quiero verte, te extrañamos mucho, te quiero - La imagen era de México haciendo pucheros y tocando su, apenas abultado, vientre. Llevaba un overol de algodón y pana de color café con bordados de flores y una blusa de manga larga debajo, su nariz estaba roja en la punta y sus labios un poco resecos, el cabello despeinado donde se notaba que había dormido un buen rato y aún así Rusia sintió un mini infarto al ver sus enormes y expresivos ojos mirando a la cámara, como si le mirarán fijamente a él.

Dios, ya quería tenerla entre sus brazos.

Escribió un rápido mensaje en respuesta y bloqueó su teléfono para comenzar a prepararse para ir a trabajar, ese día debía apresurarse para poder terminar temprano, quería poder recibir a su pareja e hijo y sacarlos a pasear para pasar tiempo a solas, tal vez podría darles tiempo a sus futuros cuñados para preparar todo.