Capitulo 50

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- ¡Mamá! ¡Mira, mamá! - el grito de Guatemala se escuchó sobre la música y platicas de los demás para que Maya, quien comía fruta picada que Inca le había preparado y le obligaba a comer, le mirara.

Con sus hermanos sextillizos, rodeaban a los bebés Cuba y Guyana sentados en la orilla del río donde ataviados con flotadores, chapoteaban emocionados por el agua.

- ¡Están nadando! - grito Salvador riendo al ver cómo Cuba avanzaba en su flotador de cisne hacia al frente mientras pataleaba y gritaba emocionada por alcanzar el patito de hule que Honduras sonaba para ella.

Una sonrisa salió de los labios de España quien apretó los hombros de su esposa y está suspiro y sonrió mientras los sextillizos le aplaudían a la pequeña de cabello chino que reía emocionada con su patito en manos.

USA sostenía en el aire a Bolivia quien reía emocionado, ante la vista de Perú que sentía un mini infarto cada que su novio alzaba a su hermanito en el aire para hacer reír al bebé.

- Como lo tires al agua te corto las pelotas, pe - amenazó Perú suspirando de alivio cuando USA tomo en brazos de nuevo a Bolivia después de lanzarlo al aire, el rubio sonrió a su novio antes de sentir el tirón de cabello que Bolivia le dio en su molestia porque el rubio ya no lo siguió alzando.

Inca charlaban animadamente con Australia y Nueva Zelanda quienes observaban la pequeña lagartija que la mujer había tomado amablemente en sus manos. Canadá trenzaba con cariño el cabello de Groenlandia mientras Venezuela y Argentina le imploraban a la adolescente por probarse uno de los trajes de baño de ellas, querían infundirle un poco de seguridad en si misma, ambas habían visto los comentarios nefastos que la chica había obtenido en su foto de perfil pues Perú había reaccionado mal a ellos frente a ellas por la misma mañana antes de que la chica la borrará, ambas latinas decidieron tratar de mejorar el autoestima de la joven mientras pudieran. Chile y Colombia tomaban una botella de agua de la hielera mientras charlaban.

Uruguay, Paraguay, Ecuador, Brasil, Antonio, Ana y Brasil se lanzaban del pequeño risco hacia el agua en una competencia que mantenían por ver quién hacia más piruetas en el aire.

México se mantenía en la orilla al otro extremo del río, a la sombra de algunos árboles pequeños, observando a su familia y amigos convivir con tranquilidad y armonía. Daría lo que fuera porque su madre estuviera ahí sentada con su Nana Maya, charlando con su Nana Sofía como lo hacia su padre en ese momento, riendo de los intentos de sus hermanos por ver quién ganaba la apuesta para luego lanzarse ella y dejar a todos con la boca abierta. Viviendo, sonriendo, como siempre. Un suspiro salió de sus labios e inconscientemente acaricio la pulsera tejida en su muñeca.

El brazo fornido de Rusia la abrazo por los hombros de improviso, sobresaltandola un poco, volvió la vista hacia el albino quien la miraba con aquellos ojos aqua tan llamativos y profundos, una sonrisita salió de los labios de México y después se repego al pecho de su novio para abrazarlo por la cintura. Rusia se acomodo mejor para que México quedará semiacostada encima de él y despacio acaricio su espalda y su largo cabello que aún seguía mal trenzado.

- ¿Cómo se siente, parce? - la voz de Colombia hizo que México la mirara de reojo, la chica venía cruzando el río con lentitud, con un sombrero de pajilla en la cabeza, la parte de arriba del bikini cubriendo sus pechos y un shorts de mezclilla encima de la parte baja del mismo.

- Bien, Coco - sonrió México enderezandose, miro a su Nana Maya quien le aplaudía a Guyana para que él bebé se animará a acercarse a ella pataleando como lo había echo Cuba ante la mirada aliviada de todos sus hijos y esposo - ver a mi Nana ser la de siempre me alivia el alma.

- A mí también - susurro Colombia hacia si misma - pero verte a ti sin llorar y tranquila no sabes cómo me alegra...

La castaña sonrió un poco antes de abrazarse más a Rusia y este correspondio gustoso, sin importarle mucho que Colombia estuviera enfrente. El eslavo alzó la vista y noto que la colombiana lo veía satisfecha, con una sonrisa tranquila y rostro agradecido, ella asintió y él correspondio antes de volver la vista a su novia de nuevo.

Vivir una mentira. RusMex +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora