Capitulo 26.

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Las llaves de la casa abrieron la enorme puerta de madera de cedro, empujó la madera con su cuerpo y camino pesadamente aún dejando la puerta abierta.

El canto de los cenzontles, quetzales y canarios del primer patio la recibieron gustosos, pero ella no les presto mucha atención. Camino pesadamente sacandose los lentes de sol que USA le dio el mes pasado para ponerlos en la mochila junto a su celular, que traía en mano. Cruzó el segundo patio y llegó al tercero donde el agua de la enorme y profunda piscina ondeaba al ritmo del viento. Sin pensarlo mucho, dejó caer la mochila al suelo, se sacó los tenis que llevaba puestos y se tiró en picada al agua, sin cambiarse de ropa.

El agua fría refresco su cuerpo por todos lados, su ropa se empapó y se volvió más pesada en segundos, abrió los ojos y empujo sus extremidades para que su cuerpo llegara al fondo de la piscina, estiró su mano derecha y tocó el fondo de cemento cubierto con azulejos celestes.

Bajo sus pies al fondo y se impulso para salir a la superficie aspirando una gran bocanada de aire.

- ¿Un día pesado? - la voz de Ana llamo su atención y abrió los ojos después de hacer los mechones de su cabello castaño hacia atrás. La muchacha la veía con una canasta de ropa limpia doblada que recién había destendido de la azotea.

- Algo así - dijo México torciendo el gesto un poco.

- ¿Necesita algo? - pregunto la adolescente y la castaña le sonrió.

- Nada, solo nadar un rato, luego iré a bañarme y comer, no te preocupes - respondió la mexicana mientras comenzaba a bracear hacia atrás. La adolescente asintio y continuo su camino hacia las habitaciones para acomodar la ropa limpia.

México la vio partir y suspiro, continuo nadando hacia la enorme escultura de Metztli, la reina de la noche, la luna, que su madre mando colocar. Se acercó a la base, con sus manos se impulso hacia arriba y se sentó a los pies de la estatua, se abrazo una rodilla que apoyo sobre la base y la otra la siguió balanceando al aire, tocando con la punta de sus dedos el agua. Otro suspiro salió de sus labios.

- ¿A si? - pregunto México con miedo, apretando las llaves de la camioneta en su otra mano.

- No puedo creerlo - sollozo Italia al otro lado del teléfono - esque... Él siempre ha sido ese hombre perfecto para mí ¿Sabes? Siempre, desde niña, lo imaginaba como mi esposo, con muchos hijos y...

Los sollozos comenzaron a salir de nuevo del pecho de la italiana, removiendo en la mexicana un extraño nudo en la garganta.

- Y ahora... Ahora está con otra... - susurro Italia a media voz - posiblemente sea la mujer de su vida... El brillo de sus ojos cuando menciono que su familia lo invito a cenar... Dios, lo perdí, México, perdí cualquier oportunidad con Rusia y sin siquiera poder acercarme...

- Ay, nena... Yo... - ¿Que podría decir? ¿Que le dejaba el camino libre para que estuviera con Rusia? Que si, que lo conoció apenas hace unos días, que comenzaron a salir de manera no muy convencional, que fue demasiado pronto como para que ya ambos se dijeran "novios", que le había arrebatado la oportunidad a Italia de intentar acercarse al sovietico aún sabiendo lo que ella sentía por él, que habían comenzado demasiado rápido... Pero no podía evitarlo, en verdad quería estar con Rusia, sin importarle que fuera demasiado pronto, sin importarle que los demás se vieran perjudicados ¿Era egoísta? Si, lo era. Y aunque no se enorgulleciera de ello, no pensaba ceder ante nada.

- ¿Sabes? En verdad creí tener oportunidad con el... Mi padre y el suyo son amigos, es el mejor amigo de mi hermano, es un buen hombre, trabajador, educado, un caballero... ¿Porque la vida me quita todo lo que quiero? - pregunto al aire llorando con más tristeza.

Vivir una mentira. RusMex +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora