Capitulo 61

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El olor a comida llego a sus fosas nasales en cuanto salió de su habitación esa mañana, camino hacia las escaleras, aun adormilado y entro a la cocina topandose con su alegre cuñada preparando un enorme desayuno con mucho esmero.

- Buenos días Kaza – saludo México con una sonrisa al verlo entrar, el rubio alzo su mano en respuesta, mirando a sus hermanas que caminaban de un lado para otro, preparando y pasando ingredientes a la castaña para lo que preparaba- ven ayúdame a menear esto, ya casi es hora de que tu papa y hermanos lleguen y aun no termino.

El kazajo obedeció casi por inercia cuando la latina lo tomo del brazo y lo obligo a avanzar hasta la hoya hirviendo frente a si y le daba la cuchara de madera para que meneara el contenido y ella corría a hacer otra cosa con ayuda de Ucrania.

- No es justo, el mandilón es Rusia ¿yo por qué? - mascullo el rubio un poco contrariado mientras meneaba con flojera el contenido de la hoya.

- Te escuche, idiota – mascullo Rusia en respuesta mientras Bielorusia y Georgia reían en voz baja, Kazajistan volvió la vista detrás suyo, no había notado a su hermano mayor de pie frente a la barra desayunadora picando fruta con un cuchillo bastante grande, le veia de lado, con una mirada retadora y molesta.

- Ese cuchillo es demasiado grande, Rus ¿era necesario que tomaras ese? - cuestiono el menor tragando saliva de forma nerviosa, México entro en ese momento con Ucrania y se acercó al rubio para ver cómo le iba, frunció el ceño inconforme enseguida.

- ¿De qué te sirven esos brazotes si estas bien débil? ¡Menéale con huevos! - le ordeno y el rubio tomo la cuchara con ambas manos para menear exageradamente el contenido y aun así México puso los brazos en jarras – a ver, quítate de ahí - enseguida le quito la cuchara de madera de las manos y comenzó a menear con maestría ante la mirada sorprendida de su cuñado quien en un ratito ya estaba sudando del esfuerzo – me cae que tú y Chile se tendrán que casar con alguien que sepa cocinar o contratar cocinera porque si no, se mueren de hambre.

El kazajo se sonrojo enseguida mientras escuchaba las risas de sus hermanos ante las palabras de México, alzo la vista hacia Rusia que lo miraba con burla y autosuficiencia, aquello irrito al rubio que sonrió travieso antes de abrazar a México por los hombros y besar su mejilla sorprendiendo a la latina.

- Para qué lo necesito si tengo a una linda cuñada que me haría de comer si le pido y no me dejaría morir de hambre, ¿verdad? - dijo frotando su mejilla contra la de México.

- Si te refieres a maple, déjame decirte que ella no sabe cocinar del todo bien y si te refieres a mí, págame primero – mascullo México dejando que Kazajistán siguiera sin apartarlo, acostumbrada a los arrumacos de su familia y cercanos, para ella eso era normal.

Lástima que para los soviéticos no era igual. Rusia dejo caer con más fuerza de la necesaria el filo del cuchillo sobre la tabla, encajando el utensilio en la madera mientras su mirada asesina se dirigía a su hermano menor que trago saliva al notarlo y se apartó lentamente de México que continuaba meneando el contenido de la hoya con tranquilidad.

- Nay trogay ego bolsze, inache ya zastavlyu tebya plakat (no la toques más, o te hare llorar) - mascullo Rusia entre dientes, mirando fijamente a su hermano menor que entrecerró los ojos en respuesta ¿aquello era un reto?

- Kaza, no lo hagas – advirtió Georgia a su hermano mayor viendo como Rusia apretaba los puños con fuerza.

México tarareaba una cancioncita, ajena al pleito de los hermanos, pensando en su mente lo que le hacía falta por cocinas, llevaba días preparando ese desayuno, Canadá no tardaría en llegar y podrían ir por el resto de la familia de Rusia todos juntos, mentiría si dijera que no estaba nerviosa, sus piernas parecían de gelatina y realmente no había dormido muy bien, anticipando sus nervios al día que le esperaba, conocía de lejos al patriarca soviético, el severo y frio URSS, le tenía respeto y este varias veces había halagado sus dotes como administradora contable del negocio de su padre, pero era muy diferente respetarla en el ámbito laboral a aceptarla como parte de su familia, con mayor razón si la había conocido en un inicio como la novia del hijo de su mejor amigo, todo aquello tenía la mente de México bastante distraída como para atender al conflicto fraternal a su alrededor.

Vivir una mentira. RusMex +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora