Capitulo 13

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- Porfavor quédate con mis hermanos ¿Si? - suplico Perú con un nudo en la garganta.

- Yo los cuido, no te preocupes - dijo Canadá con una sonrisa preocupada. Lo bueno de ser vecino de tu propio cuñado es que te puedes acudir ante cualquier emergencia y está era una de ellas.

- ¿Ves esto? Se llama iguana - dijo Australia mientras le enseñaba el animal en la jaula que llevo consigo a Honduras y Guatemala que se quedaron viendo la jaula como si tuviese un tesoro ahí.

- Nosotros nos hacemos cargo - dijo Nueva Zelanda a Perú con una sonrisa, tenía la misma edad que los trillizos Argentina, Uruguay y Paraguay junto con su gemelo Australia, cuando Perú llegó corriendo a su casa a pedir ayuda para cuidar a los sextillizos, él fue quien abrió la puerta.

- Gracias - susurro con la voz quebrada.

- ¡Perú, ya vienen! - grito Ecuador desde afuera, el pelirrojo se despidió con la mano de Canadá y Nueva Zelanda y corrió hacia el jardín donde las luces del auto de Estados Unidos lo cegaron un poco antes de escuchar el sonido de los neumáticos frenar.

- ¡Cuiden a mis hermanos, porfavor! - grito el pelirrojo antes de correr a la puerta del copiloto y su hermano entraba por la puerta trasera que México había abierto.

- ¡Llamen si pasa cualquier cosa! - grito Canadá, USA hizo las luces parpadear dándole a entender que lo harían antes de arrancar camino al hospital.

- Canadá - la vocecita de Salvador hizo que la pelirroja bajara la vista, estaba vestido con su pijama y sus ojos se veían llorosos, estaba asustado. Él había escuchado cuando sus papás recibieron la noticia, escuchó el grito de su mamá y la desesperación de su padre, escucho como Perú y Ecuador les pedían ir con ellos pero se les ordenó quedarse al cuidado de los más pequeños, escucho como Perú comenzó a llamar desesperado por teléfono mientras Ecuador maldecía todo. Cuando bajo las escaleras vio a Ecuador deteniendo a Peru que lloraba en silencio completamente molesto y apretaba los puños. Puso atención cuando Perú le explicó que tenían que ir a ver a sus hermanos Chile y Uruguay, que estaban enfermos e iban por ellos al doctor, aún así no entendía porque estaban todos tan preocupados - ¿Mis hermanos están bien?

- Claro que sí, pequeño - susurro Nueva Zelanda mientras se incaba a su altura - ellos están bien, solo que... Que...

- Es solo que les pondrán una... Amm.. inyección, si, eso y no quieren dejarse - sonrió Canadá al pequeño que la miro con esos ojos negros tan profundos.

- Mami grito mientras lloraba... ¿Me juras que es solo eso y mis hermanos regresarán? - suplico el pequeño.

- Te lo juro - susurro la chica después de ver a su hermano quien asintio después de un rato de vacilación. El pequeño levantó su meñique, gesto aprendido de su hermana mayor, México, Canadá sintió un nudo en la garganta y engancho su meñique con el de él.

- ¡Salvador, ven a ver esto! ¡Es un dinosaurio! - grito Honduras con emoción, Salvador lo miro y atraído por su emoción, se acercó a dónde Guatemala con mano temblorosa y sonrisa nerviosa tocaba el lomo de la iguana que Australia ya había sacado de la jaula. Ambos pequeños se acercaron a su hermana que reía por haber tocado al "dinosaurio miniatura" que había traído "el vaquero Australia".

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México sentía unas enormes ganas de llorar, estaba tratando de ser fuerte por sus hermanos, Ecuador venía temblando, mandaba mensajes nervioso, en un vistazo rápido, México se dio cuenta que enviaba mensajes a Colombia y Venezuela. Perú venía hecho una furia, maldecía y apresuraba a su novio a qué manejará más rápido. Con mano temblorosa, la mexicana tomo el hombro de Perú quien casi enseguida puso su mano encima de la de ella y la miro afligido.

Vivir una mentira. RusMex +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora