Vivir una mentira. RusMex +18

Capitulo 41

- Pe, me siento nervioso - susurro Perú de modo que solo su novio y su cuñada lo escucharán, a unos metros estaban España y Maya charlando con Inca por videollamada - ¿Y si el ruso no quiere al bebé de Mex?

- Le partimos la cara - dijo USA con sencillez y tranquilidad, demostrando una enorme sonrisa que flaqueo cuando su novio le miro con los ojos entrecerrados.

- Apoyo a USA - comento Canadá tranquila y el pelirrojo la miro a ella también con rostro desencajado.

- Tu eres la voz de su razón, ayudame - le recriminó el latino a la joven y está sonrió, apenada.

- Honey, no puedo ser el único que desearía ver a ese comunista molido a golpes si hace llorar a Mex - soltó USA - bueno, no el único pero si el que más lo disfrutaría - sonrio ante la imagen mental, Perú le dio un golpe en el hombro sin muchas ganas antes de morderse la uña pulgar de su mano y mirar nerviosamente hacia la puerta por dónde el eslavo había entrado para ver a la castaña.

Rusia se detuvo frente a la puerta de madera donde la enferma le señaló que se encontraba su novia, su corazón no dejaba de latir incontrolablemente, tuvo que explicar a España de la única manera que se le ocurrió que no huiria de su responsabilidad paterna bajo ningún concepto, si bien aún estaba en shock por la noticia, estaba claro que no sería un cobarde. Inhaló profundo y tocó la puerta dos veces antes de tomar el pomo y girarlo. Volvió a tomar aire y abrió la puerta, asomándose dentro poco a poco.

México estaba abrazando sus piernas con la mano libre mientras veía, por la pequeña ventana de la habitación, como el aire mecía las copas de los árboles y los pajarillos volaban entre sus ramas. Entro con paso inseguro a la habitación, podía sentir el ambiente tenso en su piel erizada.

- Cuando mi mamá se embarazo de mi, mis padres eran muy jóvenes - susurro México sin mirarlo, Rusia cerro la puerta tras de si y se acercó a pasos lentos a la silla al lado de la camilla de la castaña - mi papá vino de visita desde Europa junto a mi abuelo, Imperio Español... mi mamá era tan hermosa, con su cabello negro y ojos verdes - sonrió ante el recuerdo - papá cayó enamorado desde el primer momento... solo estuvieron juntos una vez y a la primera se embarazaron - tomo aire mientras ponía su mentón entre sus rodillas, aún sin ver al albino que estaba sentado en la silla a su lado - mis abuelos no tomaron bien que mi mamá se embarazara sin estar casada, obligaron a mi madre a aceptar el compromiso con papá y ambos aceptaron a pesar de que no se conocían del todo bien... Con el tiempo, mi padre se enamoró perdidamente de mi mamá, dice que ella fue su primer amor, si, tiene a Nana Maya y se aman el uno al otro pero ellos y todos sabemos que en el corazón de papá, mi madre aún está presente - se abrazo las piernas aún más - mamá no pudo quererlo igual... Le tenía aprecio y cariño, pero no lo amaba, lo sabía, había sido demasiado rápido el como comenzaron a estar juntos y con el tiempo supo que papá no era para ella... Papá quedó muy triste cuando mamá le pidió el divorcio, acepto porque sabía que no podía cambiar las cosas y terminaron como buenos amigos, pero yo lo escuchaba llorar por las noches, en soledad, yo lo escuchaba cantar aquella canción que siempre le dedico a mi madre antes de romper en llanto... Tenía el corazón roto.... No paso mucho cuando Nana Inca y Nana Maya se mudaron a Europa y fue cuando papá las conoció, poco a poco pudo sanar pero yo sé que aún tiene esa herida en lo más profundo - tomo aire con fuerza y cerro los ojos - yo no quiero terminar como mi papá... No quiero terminar con el corazón roto.

Rusia estaba en silencio, escuchando atentamente el relato de la chica sin interrumpir, mirándola fijamente. México alzó la cabeza pero siguió sin verlo.

- Este bebé es tanto mío como tuyo - susurro México - voy a tenerlo... No quiero obligarte a nada ni que tampoco te veas obligado a aceptar algo que no quieras por presión de otros... Estaré bien sola, te lo prome...