Capitulo 51

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Abrazada con fuerza a su torso, México se encontraba aprisionando a Rusia para evitar que se moviera, este por su parte parecía desear lo mismo que ella pues estaba firmemente agarrado a su cintura.

- Let's go - apremio USA volteando los ojos cuando se topo con ellos en la puerta de la gran casa, cargando las dos maletas extra que tuvo que comprar para Groenlandia pues le compro tantas cosas en el lugar que en su pequeña maleta no cabía más - yo también la extrañare pero dejala respirar comunista.

Rusia alzó la vista y fulminó al rubio con la mirada mientras México más se afianzaba a su torso. No quería que se fuera.

Los días de visita en México se habían terminado para los visitantes. USA y Rusia tenían que volver para hacerse cargo de sus asuntos de la empresa y los sextillizos debían volver a la escuela para la siguiente semana, además de que Maya e Inca debían regresar para hacerse cargo de su pequeño negocio de comida. México tenía prohibido salir del país por recomendación médica, la doctora le dijo que podría viajar una vez el primer trimestre del embarazo pasará y el riesgo de aborto disminuyera, por lo que ahora se mantenía abrazada a su novio con fuerza como si con ello pudiera evitar que se fuera.

Ella misma le había dicho que tenía que volver a Europa para hacerse cargo de sus labores, sus hermanos iban a llegar al dia siguiente y él debía recibirlos en el aeropuerto, por mas que el eslavo quiso convencerla de hablar con su padre para cambiar los planes y quedarse con ella, ella no accedió pues se sentía culpable pensando que sus futuros cuñados estarían solos 3 meses sin su hermano mayor por su culpa.

Ahora que veía como todos subían maletas a las camionetas, se arrepentía de ser tan testaruda.

- Rusia ¿Podrías ayudarnos? - la voz de Inca hizo que México soltara a su novio y el albino rápidamente camino hacia donde Inca y Maya trataban de bajar una enorme maleta con juguetes que habían comprado para los pequeños.

- ¿Segura que estarás bien, frijolito? - pregunto USA a su amiga cuando volvió de dejar las maletas de Groenlandia en el auto - puedo quedarme contigo o Cannie...

- Estaré bien, gordis - sonrió México abrazándolo y este correspondio enseguida - los voy a extrañar un chingo pero ustedes tienen responsabilidades allá y pues mi bodoque no puede viajar ahorita - torció el gesto mientras se soltaban del abrazo - además, no estaré sola, Bras se quedará conmigo y Ana y Toño me cuidarán muy bien.

El rubio alzó la mirada hacia donde Antonio bajaba las escaleras con maletas en mano y Brasil le seguía de la misma forma. Esos dos habían estado bastante juntos esos últimos días que pasaron en la casa, se les veía cuchicheando muy juntos y sonriendo cómplices, se apenaban cuando se les cuestionaba por ello y cambiaban el tema con pena, algo estaba pasando ahí y el rubio lo intuía.

- No me preocupa que cuiden que no te subas a un caballo o corras a subirte a un árbol, taquito - aseguro USA apretando el agarre en la cintura de su amiga - me preocupa lo que pasó en tu cumpleaños...

- Ay mi guerito - suspiro México recargando su cabeza en el hombro del rubio - no va a pasar nada, Toño ya está más al tanto de eso y me dijo que va a contratar más gente para que nos cuide... Confío en su juicio, yo soy muy bruta pa' esas cosas - sonrió la castaña.

Poco después, todos se despidieron de la Nana Sofía y subieron a los autos seguidos de México, Brasil, Toño y Ana que iban en la camioneta de la propiedad, junto a Rusia que México había arrastrado consigo dentro de la camioneta para sentarse a su lado otro rato más. Llegaron al aeropuerto y después de bajar maletas y bolsas España y USA fueron a devolver los autos rentados mientras los demás entraban al enorme lugar para presentar sus documentos.

Vivir una mentira. RusMex +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora