Capitulo 66

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- ¡Ahi deja!

- ¡Ouch!

- Son para tu hermano, no seas glotón - regaño Mexico a Kazajistan que sobaba su mano haciendo un puchero cuál niño pequeño - mira a Turkmenistán, mas chiquita que tu y no anda manoseando la comida - señalo a la pequeña que tenía una bandeja de mezcla en sus manitas y, aún con los ojos somnolientos, meneaba la mezcla con una cuchara de madera.

- Se va a caer - se rio Kazajistan al ver a su hermanita cabecear de sueño.

- Ella se levantó a ayudarme, dudo que aguante mucho - susurro la castaña divertida mientras se quitaba el delantal de encima, viendo a la pequeña que seguia sentada en la silla, mezclando cómo podía la pequeña porcion de mezcla de hotcakes que México le había puesto para ponerla a hacer algo. Ucrania seguía cocinando hotcakes para un ejército y Georgia cortaba fruta con calma, por suerte, ese dia y el siguiente tenia descanso en su nuevo trabajo - no dejes que caiga de cara en la mezcla, voy arriba con tu hermano.

Kazajistan asintió mientras tomaba un panque recién hecho y veía como la latina tomaba una bandeja de comida con los platillos que a Rusia más le gustaban y caminaba tranquila fuera de la cocina.

- Rusia tiene suerte - dijo Ucrania mientras terminaba de sacar los hotcakes para la familia entera del fuego - mira que llevarle el desayuno a la cama.

- ¿Donde consigo una de esas? - susurro Kazajistan mirando con un puchero su panque - ¿O uno...? - susurro aún más bajo, para que nadie en la cocina lo escuchará.

El sonido de un golpe hizo que los mayores mirarán asustados a la mesa.

- ¿Que? ¿Que paso? - pregunto asustada Turkmenistán alzando el rostro lleno de mezcla de hotcakes, se había dormido y su cabeza se metió de lleno en el bowl, miro como Kazajistan comenzaba a reírse y como si no hubiese pasado nada y no tuviera el rostro escurriendo de mezcla, continuo meneando los restos en el bowl.

Las sábanas eran demasiado suaves y cálidas, no tenía en lo absoluto ganas de levantarse, la almohada que mantenía abrazada contra su pecho seguía con el olor de flores y canela de su novia, froto su rostro con los ojos cerrados en la suave tela, aspirando con fuerza el aroma, en verdad no tenía ganas de levantarse ese día.

Un escalofrío lo recorrió cuando el tacto suave de las manos de la castaña se sintió en su espalda, una sonrisa diminuta cruzó los labios del albino cuando los labios de la mexicana tocaron los omóplatos del eslavo poco a poco y en repetidas ocasiones.

- Ruruu - susurro México sobre la nuca de Rusia mientras acariciaba sus brazos desnudos, el eslavo se estremecio con una sonrisa - Mi amor... Arriba.

Rusia gruño, enserio no quería levantarse y que México le acariciara y besara para despertarlo le daban ganas de durar más fingiendo estar dormido.

- Mi amor, anda, arriba - sonrió México pellizcando la oreja de su novio con cariño, sabía que estaba despierto pero simplemente no quería levantarse - te voy a tirar un vaso de agua encima si no abres los ojos, anda, levántate - amenazó.

- Mhg ¿Ni hoy puedo seguir durmiendo hasta tarde? - gruño Rusia estirándose mientras se acomodaba en la cama boca arriba para ver a la castaña que seguía sentada en la orilla viéndolo con una sonrisa. El eslavo se tallo los ojos bostezando un poco y tras un suspiro, sus iris aqua brillaron para México.

Los labios de la latina de inmediato asaltaron los de Rusia, con dulzura y cariño, el ruso coloco su mano encima de la nuca de la castaña para pegarla más hacia si mismo, devolviendo el beso con gusto, México abrazo a su novio con fuerza cuando se apartaron del beso, ocultando su cabeza en la clavícula del albino que rápidamente le devolvió el abrazo.

Vivir una mentira. RusMex +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora