Vivir una mentira. RusMex +18

Capitulo 10

- ¿Entonces ya no te veré por aquí?

- No digas eso Biel - respondió Rusia a su hermana pequeña.

El soviético habia salido de la pequeña reunión con su padre y Thrid con un estado de ánimo alegre y tranquilo. Se sentía claramente contento de que su padre le diera ese voto de confianza para manejar por si mismo la sede de sus negocios, se sentía tan bien que sin dudar llamo a la única de sus hermanos con la que mantenía confianza para poder contarle lo que le pasaba, Bielorusia. Y esque no era que se llevará mal con sus demás hermanos, pero estos eran más fríos y serios, como él mismo, que la pequeña de los 4 hermanos mayores, la dulce rubia de ojos azulados solía ser la que más escuchaba a todos sus hermanos desahogarse, era ella, junto con Ucrania, la más próxima a su edad, quién repartía abrazos y cariños entre la sería familia soviética.

- Me verás todo lo que quieras - continuo el joven - rentare un departamento por aquí y podrás venir a quedarte tu y Ucra todo lo que quieran.

- Ucrania estará encantada - río Bielorusia - podrá ver más seguido a Canadá - Rusia suspiro, aún le pesaba acostumbrarse a que una de sus hermanas menores tuviese una relación más estable que la que él podría haber tenido en toda su vida.

- Entonces ¿Que opinas? - cuestionó Rusia mientras se sentaba en un banco de la plaza por la que iba caminando.

- Que papá no pudo haber escogido mejor - dijo Bielorusia después de una pausa en la que, su hermano mayor adivino, estaba comiendo alguna golosina - eres el mejor para el puesto, hermano. Mamá estaría orgullosa.

Un suspiro pesado salió de los labios de Rusia. Su madre.

Habían pasado años desde que Imperio Ruso falleció en aquella masacre. Aún recordaba el ambiente nervioso que reinaba en la enorme casa, como él y Kazajistan trataban de mantener a los más pequeños tranquilos ya que no querían dormir sin ver a su madre, mientras URSS había salido a buscarla. Aún recordaba como la puerta se abrió de golpe y él fue el primero que se asomo de la cocina, donde trataba de calentar leche para sus hermanos, al salón y vio a Alemania, el hijo del mejor amigo de su padre, entrar con la ropa manchada de sangre y el rostro desencajado, lo miro a los ojos y Rusia sintió como un escalofrío azotaba su espalda.

- M-mi papá - susurro él, apenas adolescente de 16 años, con un nudo en la garganta.

Y como si lo hubiese invocado, URSS entro en la casa, como un zombie, con la ropa igual manchada de sangre y polvo, con el rostro lleno de dolor y lágrimas, camino como pudo hasta su hijo mayor y sin verlo realmente, puso sus manos sobre sus hombros.

- ¿Papá? - Rusia cada vez estaba más asustado. Jamás había visto a su padre de esa manera, el hombre siempre había sido alguien fuerte, de carácter duro, pero atento, el jamás demostraba debilidad y llorar era de débiles ¿Porque lloraba? ¿De dónde venía esa sangre que tenía en la ropa? ¿Que estaba pasando? ¿Dónde estaba su madre?

- Tu.. - URSS tomo aire, enfoco la vista lo mejor que pudo en su hijo se aclaró la garganta - Rusia, a partir de ahora tendremos que ser fuertes ¿Lo entiendes? - el joven asintio casi de inmediato y sin entender que pasaba - tenemos que ser fuertes y hacer lo mejor que podamos por seguir adelante, no solo por nosotros, por tus hermanos ¿Me entiendes?

- S-si, papá - respondió el joven con una mueca en el rostro, su padre estaba apretando sus hombros más de lo necesario - pero... ¿Que pasa?

- Tu... Tu madre.. - la voz de URSS de rompió - tu madre murió.

- ¡NOOO! - el grito de Kazajistan detrás de si solo fue el indicio de su aturdimiento. Rusia recordaba poco de lo que sucedió después, recordaba el zumbido en sus oídos, recordaba como su padre lo soltó para correr hacia sus hermanos quienes habían salido de la cocina ante los gritos desesperados de su hermano mayor, recordaba vagamente como Alemania seguía en la puerta, mirando al vacío igual que él, recordaba como a la noticia se sumaron los gritos de dolor de sus demás hermanos y recordaba el dolor en sus rodillas al caer de lleno en ellas cuando estás le fallaron.