Capitulo 54

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- ¿Que pasa? Responde, Alemania - apuro Thrid.

- Yo... - el joven pelinegro miro a Rusia y este se enderezó, esperando la respuesta de su amigo.

- ¿O de que bebe hablan? ¿Que pasa? - pregunto el hombre ya exasperado.

- Del mio, señor - respondió Rusia, solemne - voy a tener un hijo.

Silencio.

- Eso... - Thrid miro al joven albino a los ojos, había seriedad, madurez y emoción oculta en su mirada, le recordó a su mejor amigo cuando le dio la noticia de que seria padre por primera vez, justamente del joven frente a si.

Alemania rogó en silencio, Rusia lo habia dicho, ahora se atendría a las consecuencias. Pero para sorpresa de ambos jóvenes, el rostro demacrado por el cansancio y vigilias en el hospital con su hija de Thrid, formo una pequeña sonrisa de orgullo y felicidad genuina.

- Esa es una excelente noticia - dijo el hombre avanzando unos pasos hasta acercarse al hijo de su mejor amigo, justo del que el era padrino, puso ambas manos sobre sus hombros y lo miro un segundo, recordando la primera vez que cargo en sus brazos a aquel pequeño albino de mirada verdosa, ahora convertido en un hombre, uno maduro, fuerte y muy alto hombre. Llevado por su emoción, acercó a Rusia hacia si mismo y le dio un abrazo que dejo estáticos a ambos jóvenes por un segundo antes de que Rusia devolviera el abrazo con unas palmadas en la espalda del mayor - Felicidades, Rusia, en verdad espero que seas muy feliz y espero pronto conocer a la mujer que por fin logro sacarte de esa eterna seriedad, muchacho.

Rusia miro de reojo a Alemania que le miraba con pánico, el eslavo no aparto sus ojos de su amigo mientras el padre de este lo soltaba y sonreía un poco, feliz por el chico.

- ¿O acaso la conozco? ¿Cómo se llama? - pregunto Thrid directamente y Alemania sintió un mini infarto en ese momento.

Azul y aqua seguían en contacto, segundos que para ellos parecieron eternos, segundos en los que se decían de todo con la mirada, apremiando a decir la verdad, rechazando y suplicando piedad.

- Es sorpresa - soltó Rusia mirando a su amigo fijamente aún, molesto - ya se la presentaré algún día.

Thrid, contento por la noticia, no presto mucha atención a la postura nerviosa de su hijo, a la contenida del albino ni menos a las miradas eternas qué ambos se cruzaban. Fue entonces que recordo haber escuchado el nombre de la latina novia de su hijo, lo miro y frunció el ceño extrañado al verlo tan nervioso.

- Me pareció escuchar el nombre de México - soltó Thrid y Rusia alzó una ceja hacia su amigo quien se sobresalto un poco.

- Si... Esque... - Alemania miro a todos lados menos a su padre ¿Que iba a decir ahora? - es solo que... Ella volverá pronto de su viaje a su país y le contaba a Rusia sobre eso...

Thrid alzó las cejas, complacido y asintió mientras Rusia a su lado apretaba los puños y la mandíbula con fuerza.

- Otra buena noticia - convino el alemán - cuando llegue invitala a cenar a la casa, me gustaría hablar con ella después de tanto tiempo, tal vez su viaje le haya dado madurez y ahora sí sepa comportarse - Alemania vio con pánico como Rusia comenzaba a respirar profundo para calmarse - su presencia puede ser beneficiosa para tu hermana... Su novio estará contento y... Te hara bien a ti también.

Alemania tragó saliva, asintió en silencio a su padre y trato de ignorar que Rusia parecía un oso por gruñendo despues de la hibernación, sabia que estaba furioso. Thrid comenzó a salir de la oficina en silencio.

- Me retiro, necesito continuar con el trabajo, no olvides avisarme cuando te vayas hoy al hospital - le ordenó el mayor a su hijo, sin verlo - debo llamar a URSS y sacarle a ese viejo amargado el porque no me contó que sería abuelo - soltó con una media sonrisa y entonces, justo en la puerta de la oficina de Rusia se giro para ver a su hijo - no olvides avisarme cuando México vuelva, necesitamos agilizar las cosas y que deje de ser tu novia para que sea tu esposa de una buena vez.

Vivir una mentira. RusMex +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora