¿LISTOS PARA EL ÚLTIMO CAPITULO DE ESTE FIC? :')
Los amo, disfruten!
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Su corazón latía a mil por hora, la adrenalina comenzaba a bombear en su cuerpo, provocando escalofríos en su espina dorsal.
Al primer disparo desencadenó otro proveniente de uno de los clientes, al parecer un policía en servicio se había tomado la molestia de actuar, pero Italia respondía a los disparos entre los gritos aterrados de los clientes que se tiraron al suelo en pánico. Azteca se arrastró rápidamente hasta detrás del mostrador en un descuido de la italiana. Su instinto le decía "corre" pero su mente y corazon le recordaban a su hermana menor embarazada y encerrada en el baño.
- No puede ser, no no no no - el susurro de la mujer que le había tomado el pedido la despistó, la polaca se cubria los oídos mientras lloraba con pánico y estiraba su cabello entre sus dedos. Estaba en shock.
- Escucha ¡Escucha! - Azteca la tomo de las muñecas e hizo que la viera fijamente - ve al baño de mujeres, escondete ahí y no salgas por nada...
- M-mi hermana...
- Tu hermana se volvió loca y está matando a todo el mundo - la interrumpió la latina salvajemente, sosteniendo el estremecimiento de otro disparo al otro lado del mostrador - escúchame... Mi hermana menor está en el baño, ella... Esta embarazada, porfavor necesito que vayas y no la dejes salir de ahí por nada del mundo hasta que la policía llegué ¿Me escuchas? - Polonia asintió con lágrimas en los ojos - en tus manos queda la vida de mi hermana y mis sobrinos.
Sin pensarlo más, Azteca se asomo por el mostrador, Italia estaba detrás de una mesa tirada, mirando el arma en sus manos como si no entendiera que estaba pasando, ignorando por completo lo que el oficial le ordenaba. Era ahora o nunca. Sin pensarlo, tomo a Polonia del brazo, la levantó con fuerza y la estiró hasta el baño de mujeres donde la última mirada que Polonia tuvo de ella, fue con sus ojos verdes brillando con decisión, con el cabello azabache moviéndose como un halo a su alrededor antes de que ella misma cerrará la puerta.
Azteca trabo la puerta del baño con una silla, así no podrían salir aunque lo intentarán hasta que la ayuda llegará. Tomo aire con fuerza y se ato el cabello a una coleta alta mientras analizaba la situación, no estaba armada, no podía hacer nada, a lo mucho ayudar a los comensales a llegar a la cocina o al baño de hombres para ponerlos a salvo, solo esperaba que la mujer no le dispara sin razón.
Sus ojos esmeralda se enfocaron en la puerta, y su alma se estremecio. El cabello albino de Imperio Ruso estaba manchado de sangre, su cuerpo inocente estaba tirado en el suelo, con la vista al techo, tenía que llegar hasta ella, tal vez tenía oportunidad de salvarla.
Un par de mujeres llegaron a gatas en ese momento hasta ella, asustadas, llorando y balbuceando, seguidas de un par de niños que en pánico miraban al frente sin más expresión que el pánico en sus rostros.
- Entren al baño de hombres, rápido - les ordenó Azteca cuando otro disparo hizo eco en el lugar seguido del grito del oficial para ordenarle a la atacante que se detuviera.
Era ahora o nunca.
Azteca corrió sin vacilar hasta la puerta del local, se inclino al suelo cuando otro disparo resonó y se arrodilló frente a Imperio Ruso antes de voltear una mesa cercana de una patada que sirviera de escudo. Sus ojos se enfocaron en la soviética que miraba al techo con sus ojos ámbar llenos de lágrimas, desenfocados y en pánico.
- Shh, shh - susurro Azteca con un nudo en la garganta cuando la albina hizo un intento de hablar, soltando solo un gorgojeo de sangre que ahogo su intento - está bien, pronto acabará - suspiro con resignación al ver cómo la hemorragia del cuello de la mujer seguia soltando sangre a chorros.
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Vivir una mentira. RusMex +18
RandomDespués de irse a vivir a casa de su novio de toda la vida, México se siente más sola que nunca. Lloraba hasta dormirse a causa de su soledad, hasta que el amigo de su novio cayó a casa de visita. ADEVETENCIAS: La historia es principalmente RusMex...