Capítulo 19

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—Te quiero lejos de Ron. —masculló Draco en la oreja de Harry, quien estaba sentado a su lado en las banquetillas blancas con detalles y flores doradas. Se habían acomodado en un punto medio de la iglesia, ni muy cerca ni muy lejos. Justo cuando Harry iba a protestar sobre ello, observó a todos los presentes levantarse de sus asientos, anunciando que la novia ya llegaba.

Algunos murmullos y voces asombradas se hicieron presentes en el templo, y no era para menos, hasta Draco que odiaba a los pelirojos, podía admitir con toda seguridad que Ginny se encontraba más bella que nunca. Tenía su brazo envuelto en el de su padre, con un velo blanco que cubría su rostro, y el vestido, del mismo color, se ajustaba a sus caderas y diminuta cintura. Su cabello rojo fuego estaba atado en un pequeño moño sobre su nuca, del cual salían algunos mechones colorados. Caminaron juntos hasta el altar, donde la esperaba el novio, acompañado de Ron, ambos vestían trajes negros y una diminuta flor blanca en sus bolsillos.

Ginny había seguido jugando Quidditch, por ello, la boda se encontraba repleta de nuevos rostros, probablemente amigos o personas que había conocido gracias al deporte, aunque nunca se ausentaron varias caras reconocidas, Zabini, por ejemplo, se encontraba a un lado de Harry y Draco, junto a su madre, y había sido uno de los primeros en saludar a Malfoy después de tanto tiempo. Pansy se situaba en una de las esquinas al final de la iglesia, con una mirada de asco en el rostro, en ese aspecto, ella y Draco se parecían mucho, ambos odiaban las bodas, por lo que Malfoy intuyó que probablemente había venido solo para embriagarse un poco y recordar las razones por las que estaba soltera.

Curiosamente, Draco no había visto a George en la iglesia, a pesar de que lo había estado buscando con la vista. Se encontraba reuniendo el valor suficiente para enfrentar a una de las personas que había hecho que su estancia en Hogwarts fuera más agradable, y aunque muchísimas veces sucedieron cosas entre ellos de las que el Draco de cuarto año se avergonzaría, el rubio nunca había sentido nada más allá que deseo exterior por ellos.

En el momento en el que el chico de ojos verdes tomó a Ginny de las manos, susurrandole algo que solo fue captado por ellos mismos, y retirando el velo de su rostro, Draco pareció sumergirse dentro de sí mismo. Le aburrían las bodas, razón por la que no quería venir desde un principio. Su rostro se contrajo en tristeza observando uno de los primeros asientos a unos metros de él, sobre la banquetilla reposaba un pequeño cartel con el nombre de alguien, alguien que no había venido el día de hoy a la boda, alguien que aunque quisiera, no podría hacerlo. Por esa razón Ginny ordenó que sin importar que, reservaran un asiento para Fred, de alguna manera esto la hacía sentir bien, la hacía sentir como si por una vez, Fred estuviera ahí.

Las palabras del sacerdote, seguidas por los votos nupciales de la pareja, se habían enredado en los oídos de Draco, quien si antes se encontraba ignorandolos, ahora ni siquiera los observaba. Endureció su mandíbula con el coraje corriendole por las venas. Fred había sentido tantas cosas por él, y aún así no había podido salvar su vida.

—Draco. —murmuraron a su lado. Por la voz, Malfoy supó que se trataba de Harry.—Ya terminó la ceremonia, vamos.

Harry tomó la mano del platinado para salir afuera, donde todos se reunirán antes de partir hacía el sitio en el que se celebraría la fiesta, el cual era un espacioso lugar rentado por los padres del novio, y del cual Draco tenía muy buena opinión, puesto que lo había visitado varias veces cuando vivía con sus padres.

—Voy a saludar a Ginny. —Harry hizó un leve movimiento con su mano, dejando ver la caja de madera con detalles elegantes y tallados a mano, donde venía la carísima botella de champaña azul mágica.—¿Quieres venir?

Aunque Potter ya conocía la respuesta, pensó que preguntar antes sería cortés. Draco negó repetidas veces con la cabeza.—Te espero aquí.

Antes de que Harry se perdiera entre el tumulto de personas, Malfoy lo llamó nuevamente.

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