Capítulo 37

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Capítulo 37 | La despedida de solteros, part. II

Una despedida de solteros, naturalmente, era una celebración que organizaban los amigos de una persona que estaba a punto de casarse, como lo era Draco, quien no pudo soltar una brusca carcajada cuando Pansy retiró sus suaves manos sobre sus párpados cerrados, dejándole observar su alrededor.

La decoración por primera vez no era verde y aunque tenía tonalidades grises, se mantenía concentrada en negro mate. Su vista pasó desde las cortinas metálicas con toques brillantes y plateados, hasta los gigantescos globos y telas elegantes sobre el diseño de la mesa principal. Definitivamente esta fiesta había sido organizada por un par de Slytherins.

Sin embargo; no había sido eso lo que causó una espontánea carcajada en Malfoy, sino el hecho de que, a su izquierda, Blaise y Theo vestían unas camisetas negras con letras brillantes y doradas, que señalaban en dirección suya: ÉL ES EL NOVIO, NOSOTROS SOLO ESTÁMOS AQUÍ PARA EMBORRACHARNOS.

Theo golpeó la parte trasera de la cabeza de Zabini, haciendo que este lo persiguiera por toda la sala, mientras corría, alzó la voz hasta que llegara a los oídos de Draco.

—¿Te apetece un whiskey, hurón?

Draco le dió una mirada dura, para después dejar sus dientes alineados fuera, tomando la primera botella de color ámbar que encontró en la mesa y observando como en el logo de esta, claramente se dibujaba un pequeño dragón que escupía fuego. No, él no era un hurón. Era un dragón.

—Yo puedo servirmelo solo, Theodore. —y con esto, se estampó un buche de whiskey de fuego, que bajó ardiente por su garganta, llegando hasta la sangre y calentandole la misma. Cuanto había extrañado esa sensación, después de todo, era la última gran fiesta antes de casarse, era lógico que en ellas se cometieran algunos excesos.

     [... En algún lugar lejos de allí ...]

¿Cómo se habían organizado las tareas Hermione y Ronald? Fácil. Mione había organizado, decorado, alquilado y hechizado cada objeto que adornada la fiesta, incluyendo las luces y aguinaldos frente a la chimenea que daban un toque muy otoñal. No solo por el hecho de que, la de cabellos castaños, era delicada y entregada en sus labores, sino porque sabía que de Ron tocar algo; terminaría rompiendo o desordenandolo. El pelirojo, por su parte, se había limitado en pedirle a Will, su hermano mayor, que les prestara la casa del lago. Sí, aquel hermoso y modesto lugar donde él y su esposa solían pasar las vacaciones de verano y que estaba rodeada por una inmensa laguna. Cabe destacar que Ron también ayudó escogiendo las mejores marcas de cerveza mágica que habían salido al mercado después de la cerveza de mantequilla, y sin duda alguna, no se había equivocado con sus elecciones.

Harry le dió un sorbo tranquilo a su vaso. Parecía que el casamiento le venía bien, porque incluso parecía todo un hombre maduro y con labores, a pesar de que aún era un niño en los brazos de Draco. Según Granger, la despedida de solteros que habían organizado sería en realidad, una reunión muy elegante y refinada, sin bebidas alcohólicas que atrofiaran demasiado los sentidos y escandalizaran a las aves que pillaban en los árboles.

—Entonces... ¿Quedaron como amigos? —preguntó Harry, que aunque no quería sonar muy entrometido, no podía conseguir cerrar su boca de la impresión. Aparte, ambos chicos frente a él se veían muy cómodos con la situación.—¿Solo amigos?

Hermione asintió.

—Umju. Solo amigos. —después de algunos años de noviazgo, ella y Ron habían decidido dejar su relación amorosa para continuar una amistad.—Ron estuvo totalmente de acuerdo, dehecho, creo que actuó con bastante madurez.

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