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Ya era de tarde, el sol ya se estaba escondiendo del cielo.

Me encontraba solo en casa...

Bueno... De hecho... no del todo.

Noel se quedó aquí a seguir con sus estudios de la universidad...

Mis padres no estaban, y mi hermano Paul de seguro se fue a fumar unas hierbas en la casa de uno de sus amigos... como hacía cada fin de semana.

Pero eso es lo que menos importa ahora...

¡Este día fue esplendido!

Estuve todo el día pensando en él, a pesar de luchar contra las voces negativas de mi cabeza al respecto de no haber ordenado mi cuarto, pude estar recostado en mi cama con los ojos cerrados fantaseando con escenarios ficticios.

Pude imaginarlo atado de muñecas en mi cama, para hacer todo lo que yo quisiera con él...

Al rato, me dí una pequeña siesta luego de sentir pesadez en mis párpados...

Y a la hora de despertarme...

¡Tuve un encantador sueño!

Soñé que su pelo dorado estaba sobre mi almohada, descansando plenamente en mi cuarto. Estuvimos recostados en mi cama, mientras que yo, le regalaba mimos en su cuero cabelludo. Le acaricié el pelo hasta que él estuviera dormido...

Santo Dios... ¡Eso se sintió tan real!

Creo que fue un sueño lúcido, realmente sentí que controlé a mi voluntad ese sueño.

¡Esto es genial, lo anotaré ahora mismo en mi diario!

Rápidamente, agarré mi diario y comencé a buscar página por página... Y...

...

Ah, cierto...

Me olvidé que ya definitivamente no hay más páginas libres en esta libreta.

Está bien.

No hay problema.

Le pediré a Noel que me compre uno nuevo en la tienda.

Salí de mi habitación, y caminé lentamente bajando las escaleras, tratando de ser sigiloso para no causar algún chirrido de la vieja madera.

Entre los barandales del escalón, ví a mi hermano estudiando con una taza de café. Estaba leyendo atentamente su libro de química en la mesa de la cocina.

Bajé los escalones restantes y me acerqué detrás de él, e inesperadamente lo asusté por mi presencia, que se le escapó un pequeño grito.

--¡Mierda, sí que asustas!-- Exclamó él agarrándose del pecho.

Luego de que hablara, le pedí amablemente que vaya a comprar una libreta nueva para mí, pero él detuvo mis palabras apenas le mencioné:

--Ya eres grande, Liam, aquí no está mamá para que te compre todos tus caprichos de adolescente retardado. Ve solo, aquí tienes dinero para comprarlo...-- Comentó Noel molesto, metiendo las manos en sus bolsillos. Él dejó en la mesa algunos billetes y unas cuantas monedas. --Listo, ahí tienes, ya lárgate que tengo que seguir con mis estudios--

--No... Yo no... N-no puedo, me da miedo... Mamá lo prohíbe...-- Le negué con la cabeza, mientras tomaba el dinero asustado.

--¡Mamá no está aquí para ayudarte!--

Noel apretó los labios, y se levantó de la silla con una cara amenazante. Me sujetó del cuello de mi camisa con fuerza, y me arrastró hacia la entrada de la casa.

Quise soltarme de él, pero no pude, me empujó hacia afuera y dió un portazo detrás mío.

Sentí un golpe de nervios al estar fuera de casa.

Golpeé la puerta desesperado, hasta que lo escuché cerrar con llave, mientras decía:

--No te abriré hasta que aprendas a salir a comprar como un chico normal de tu edad, ya no eres un puto niño inepto...--

Fruncí los labios por la ira, y me dirigí nervioso a la calle que se estaba oscureciendo.

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J͙u͙s͙t͙ F͙o͙r͙ M͙e͙❧ ≠ •°ᵈⁱᵃᵐ°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora