Iba merodeando por la calle repleta de infinidades locales, había poca gente, pero en su lugar había mucha luz.
Los faroles me llegaron a alterar un poco, pero me pude resistir.
Cuando dirigía mis ojos arriba y veía a el cielo, parecía ser un agujero negro que en cualquier momento me absorbería.
También me producía inquietud mirar los callejones vacíos y terriblemente peligrosos.
Después de seguir caminando, llegué a mi destino. El local de arte.
Al ingresar a la tienda, me asusté al oír la campanita que arriba tenía la puerta. Todos se detuvieron a verme por un segundo y siguieron con lo suyo.
No creí que hubiese bastantes personas dentro de este local a esta hora de la noche, pero no pensé tanto en eso.
Esperé pacientemente detrás de las personas, sintiéndome más inquieto cada vez que una persona se restaba de la fila.
Hasta que llegó mi turno.
--El siguiente...-- Dice el hombre, guardando el dinero en la caja registradora. --Hola muchacho, ¿Qué necesitas?--
Quedé desorbitado por un instante....
Mis labios vibraron antes de hablar y decir:
--S-sí, ah... Yo... Sólo quiero una... u-una de esas-- Le señalé con mi dedo temblando, las que tenía la estantería detrás suyo.
El hombre se giró, y puso su mano en las libretas.
--¿Una libreta? Claro... ¿De qué color la quieres?--
Mis labios volvieron a temblar:
--Rojo... N-no, no, amarillo... No, no, m-mejor... Ve-verde... Retiro lo dicho... ¡Azúl!-- Tartamudeo mientras elegía cuales de los distintos tonos me podría llevar.
El hombre mayor suspiró y agarra el que yo quería.
--Azúl será...-- Murmuró, dejando la libreta en el mostrador enfrente mío.
Anduve rebuscando en mis bolsillos, hasta encontrar el dinero que me dió Noel.
--¡Aquí tiene, señor!-- Le entregué la cantidad necesaria y me devolvió el vuelto.
Tomé mi nuevo diario y me fuí del lugar con las piernas temblando...
Al salir del local, regresé corriendo a mi casa con la libreta en el pecho y con la respiración agitada. Tenía miedo de que alguien me hiciera algún daño en estos callejones.
Mi mamá me abrió la puerta, y tan pronto me vió, se preocupó al verme temblando como una gelatina.
Me obligó a decirme del por qué salí de casa sabiendo de lo peligroso que era para mí hacer eso.
Mis palabras no tienen sentido ni fuerza, por ende, yo señalo a Noel rápidamente que aún permanecía estudiando en la cocina.
Realizar tal acción hizo que surgiera otra pequeña discusión entre mi hermano y mi madre en la sala del comedor.
Yo le resté importancia como siempre...
Sólo fue un mal día, mañana será mejor.
Subo las escaleras y me encierro en mi habitación para reflexionar sobre mis pensamientos.
Me siento en mi cama y comienzo a escribir en mi nuevo diario azul su nombre repetidas veces en la primera página para relajarme... Junto un pequeño dibujo de él y yo juntos.
Al ver que la tapa de la libreta era aburrida, pensé que era buena idea decorarla con cosas esparcidas que tenía en mi habitación con un poco de pegamento resistente...
Tenía siempre guardada una caja con algunas cosas inservibles, como papeles, pequeñas figuritas, botones, y telas para coleccionar...
Y al finalizar de adornar la tapa con aquellas cosas, guardé mi diario debajo de mi almohada.
Giro los ojos al cajón de mi mesita de noche, estiro mi brazo, y de adentro tomo una caja de cigarros con un mechero.
Sonrío teniendo entre mis labios el palito de tabaco encendiéndose. Yo respiré complacido dándole una lenta calada.
Me levanté de mi cama, y abrí las puertas de mi ventana para apoyarme y fumar ahí.
Desde que comencé a espiarlo y a volverme obsesionado con él, siempre he tenido algo repetitivo en mis sueños. Supongo que es raro para algunos, pero... yo lo siento como algo hermoso.
A menudo, sueño con que él me deja lindas rosas blancas en mis pies en un campo.
¿Debería de preocuparme por eso?
La verdad no lo sé...
Da igual pensar en eso, ahora estoy disfrutando, a la vez, que admiro desde la ventana las relajantes gotas de lluvia cayendo sobre las hojas de los árboles y el césped.
El cigarro que llevaba en mi boca se había terminado de una vez.
Acabé por soltar la colilla de mis labios cuando inicié a largar gemidos llorosos.
Revisé el reloj de mi pared...
Son las ocho de la tarde...
Maldición... Dentro de unos minutos tendré que tomar mis pastillas.
Odio tener que consumir mi medicamento por obligación, esas malditas drogas no me servían de nada. Pero por suerte, inventé una técnica salvadora.
Las cambio por mentas que lucen idénticas a ellas, de ésta manera mi mamá no se dará cuenta que no estoy siguiendo con el tratamiento.
¡Bingo!
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J͙u͙s͙t͙ F͙o͙r͙ M͙e͙❧ ≠ •°ᵈⁱᵃᵐ°•
أدب الهواة❥•Cuando te limpias las lágrimas... ›➳ » ❥•¿Las limpias sólo para mí? ›➳ _________________________________________ ⋰𝑱𝒖𝒔𝒕 𝑭𝒐𝒓 𝑴𝒆⋱ ✪-»› Iniciada el "20/12/21" ✪-»› Terminada el "31/7/24" (Modificada) ⸔﹒"Capítulos cortos y largos"﹒⸕ ❛ ⠸Remaste...