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Sentado en la sala de estar, sintiéndome atrapado y molesto, no podía dejar de pensar en todas las prohibiciones que mi madre había impuesto.

Desde aquel incidente con Damon, ella había tomado medidas extremas, incluso sellando mi ventana con llave para que no pudiera escaparme nuevamente.

La frustración hervía en mi interior... sentía que estaba perdiendo el control de mi vida sin Damon.

Desahogándome, comencé a arrancar hoja por hoja de mi libro de sinónimos.

Las páginas se esparcían por el suelo como hojas de otoño, cada rasgón un alivio temporal a la angustia que me consumía.

No había visto a Damon en una semana y la desesperación crecía con cada día que pasaba.

Las lágrimas amenazaban con brotar cuando dejé el libro de sinónimos y tomé mi diccionario.

Arranqué hojas sin parar, cada una un pequeño acto de rebelión contra mi madre y su control.

Me detuve en la letra "M", mi respiración se tornó jadeante mientras intentaba calmarme.

Recordé la palabra que había querido buscar...

"Médium"

Mi madre había estado contactando con alguien que se hacía llamar así.

Cuando le pregunté qué era, ella me dijo que debía evitar preguntar, atribuyéndolo nuevamente a mi trastorno.

Con curiosidad y algo de miedo, busqué la palabra en el diccionario, tratando de no rasgar accidentalmente ninguna letra.

"Médium: Persona que supuestamente puede ponerse en comunicación con el espíritu de un muerto."

Me quedé impactado, mi mente se llenó de dudas.

Arranqué la hoja y la hice una bolita, arrojándola lejos.

Continué arrancando hojas, tratando de no pensar en lo que había leído.

¿En serio mi madre sospechaba que Damon era un muerto?

Cerré los puños, harto de la situación, y corrí hacia mi habitación.

Allí, en mi cama, estaba la caléndula que Damon me había regalado. Aún después de semanas, la flor no se había marchitado.

Su presencia me hizo pensar en todos los sueños anteriores, en donde había visto flores que compartía con Damon y su significado.

Estaba a punto de profundizar en esos pensamientos cuando escuché a mi familia entrando a la casa.

Sin saber por qué, corrí al baño para tener una excusa de que estaba ocupado. Decidí que bañarme sería una buena idea para prolongar mi tiempo a solas.

Encendí la bañera y comencé a desvestirme conforme el agua iba aumentando.

Mientras el agua corría, añadí un poco de shampoo para generar un poquito de espuma, que si no mi mamá me regañaría.