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Tomé el control de mi cuerpo para no desplomarme ahí mismo, y en un intento de hacer un acto de bondad, me quité la mochila para empezar a rebuscar en ella mis...

--¿Cereales? C-cuando estoy triste las como y me calman... Son muy ricas, son de mi marca favorita, ¡Weetabix!... Ahh... ¿Q-quieres un poco?-- dije nervioso, estirándole el paquete con una bomba de tiempo en mi pecho.

Damon me ofreció una mirada agotada y confusa, no sabía que darle de consuelo. No tengo experiencia de como hacer sentir bien a los demás...

Estaba por rendirme y quedar en ridículo... No parece que él tenga ningún pensamiento.

Pero Damon estiró su mano, lo agarró lentamente, apretando un poco su paquete.

Me sonrió y me dijo:

--Gracias, William, me encantan los cereales...-- mencionó, haciendo una débil sonrisa cerrada para mí.

Fue la sonrisa más preciosa que ví en mi vida, que me congelé con tan sólo verla.

Mi corazón se alegró al hacer que se sequen sus lágrimas.

¿Será que podré ser suyo?

¿Podrá ser mío?

Pasamos el tiempo estando en su sofá, comiendo de lo que yo traje en un silencio agradable. Lo mejor de todo es que en ese rato que estuvimos compartiendo mis cereales, la tristeza de sus ojos se desvanecía cada vez que le hacía sonreír con mis anécdotas en el parque.

¡Y por Dios!

Esas miradas cariñosas que Damon me lanzaba de vez en cuando... Y las veces que se relamía el labio inferior...

¡Me hacían sudar por completo!

Me creía que era la persona más sumisa del mundo con cada temblor que dejaba él en mi cuerpo al hablar.

No sabe como mi interior me obligaba a quererle decir que era suyo, y que podía hacerme todo lo que él quiera.

Pero sólo me bastó evitarlo, escribiéndolo en mi diario a ocultas cuando Damon se fué de la sala de estar para buscar unos libros.

No quería preguntarle el por qué estuvo llorando... Mi intención no era incomodar a Damon en medio de la divertida comunicación que estábamos teniendo.

No quise reunir suficiente valentía para preguntarlo en voz alta.

En el momento en que él regresó al sofá, traía en sus manos un libro grande que tenía una portada de animales...

Otras cosas que descubrí de Damon fueron, que le gusta silbar mucho cuando está en silencio, y que era bastante romanticón...

En el sentido de ser un aficionado con las historias de amor...

También se veía reflejado en su manera de expresarse, Damon era tan sentimental y novelesco...

Apoyó su brazo en el reposadero del sofá detrás de mi cabeza, y abrió la tapa del libro.

--Sé que me hablas mucho de los animales porque te encantan, William, principalmente de los anfibios. Así que, te quiero mostrar algunos de estos en el libro de mi abuelo... Él amaba mucho a los animales tanto como tú...--

Damon buscó con su dedo, el índice de la primera página, la sección que había mencionado. Una vez que la encontró, él me enseñó varias imágenes e información de distintos tipos de ranas y sapos.

Estaba cautivado oyendo sus palabras y repasando las descripciones de las páginas...

--Y por último, estas se llaman, ranas de lluvia del desierto, ya que estas ranas viven en áreas arenosas, y se escabullen debajo de la tierra sólo durante los días lluvia. Estas ranas no pueden nadar bien, pero pueden flotar expandiendo su estómago como un globo para hacerlo, y remar con sus patas cortas para que apenas, pueda nadar hacia adelante. Mira como tienen sus patitas... son tan cortitas-- Me explicó Damon, acercándome a mi cuerpo.

--¡Que bonitos!-- Le dije saltando un poco en el cojín del sofá.

Luego continuó, cerrando el libro:

--Y sus patas no les permiten saltar, y la única manera en la que superan los obstáculos es gatear. Y su lengua es tan corta... que estás ranitas parecen un poco... Tontitas...-- Damon se rió un poco a lo último, y dejó su libro a un lado para enfocarse en mí y suspirar. --Tengo mucho sueño...-- expresó exhausto, frotándose la cara con la mano.

Sueño...

Yo sostengo mi respiración por un segundo cuando el agachó la mirada, y esperé que las palabras de mi boca salieran por sí solas.

--Y... ¿Tú cómo... despertaste?--

Mi voz fue cortante cuando su mirada se clavó devuelta en mí, haciéndome sentir extrañamente consternado...

--Hoy me desperté como siempre... con la aspiración de soñar con alguien sin igual... Una persona que sea agradable y armoniosa... ¿Parece absurdo el hecho de que yo piense... que lo más crucial del amor, sea el compromiso de regalarle tu alma y sacrificio hacia otra persona que atesoras, William?--

Damon dijo sus palabras como un suspiro, en algunos momentos llegaba a tener una voz muy profunda. Así como aquellos pensamientos acérrimos... que se le escapaban de la boca.

Yo aparté los ojos en él, como si no me sintiera atraído por su intrigante facción en su rostro...

¡Seré el sueño que busca!

¡Juro y haría lo que fuese para llegar a ser aquél deseo que tanto Damon anhela!

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J͙u͙s͙t͙ F͙o͙r͙ M͙e͙❧ ≠ •°ᵈⁱᵃᵐ°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora