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Me dí unas palmaditas en el pecho con miedo persistente al despertar de mi sueño.

Esto era extraño, según yo ya había salido del parque, pero desperté nuevamente tirado en el césped húmedo.

Comencé a temblar por la oscuridad a mi alrededor, mi lugar secreto de día nunca era tan oscuro como cuando se pone de noche...

Espera...

¿¡Ya es de noche!?

Miré hacia arriba y sí, lo dicho era correcto.

Aunque todo el cielo estaba lleno de estrellas brillantes, aún me daba cuenta vagamente de que esas estrellas estaban tan solitarias, tal como yo estaba ahora.

No, no... ¡No quiero estar sólo!

¡No puedo estar sólo!

Sacudí mi ropa un poco ensuciada de tierra temblando, y me escapé desesperado del parque con la mitad de la mochila puesta.

¡Adiós, me voy a casa!

Estaba tan asustado que mis piernas se debilitaron, y comencé a sudar frío por toda mi cara.

¡¿Cómo fue que me quedé dormido todo el día!?

Mi familia va a matarme.

Corrí y corrí por la vencidad iluminada de algunos faros de luz amarillos...

Hasta mi destino.

Al ver que estaba a sólo unos cuantos centímetros de mi hogar, alcancé a visualizar un carro de policía enfrente de la entrada...

No entendía nada.

De ahí frené mis pasos acelerados, comenzando a caminar con inseguridad.

Dos oficiales hablaban con mi madre, y estaban anotando algunos registros...

Mi mamá a penas me miró a lo lejos acercándome a ella con normalidad, y se impactó.

--Mamá, ¿Estás triste porque no pude conseguirte la felicidad?--

Escupí palabras sin saber porqué.

Creo que dije las palabras de mi mente en un momento inadecuado.

Ella se miró confusa, y pareció querer negar con la cabeza.

Yo quise abrazarla, pero cuando intenté tocar su brazo, lo apartó.

Los policías me agarraron de los hombros, y me preguntaron por cosas que no recuerdo... Todas sus palabras se distorsionaron. No respondí ninguna de sus preguntas.

Pero lo que sí se me guardó, fue el momento en que mi mamá se despidió de los oficiales, y cerró la puerta alterada.

--¡Oh, por Dios! ¿¡Liam dónde te habías metido!? ¡Son las do así gtce de la noche! Casi me das un infarto, ¡Pareces un muerto viviente! ¡Tus hermanos te estuvieron buscando por todos lados!-- me reclama en voz alta.

J͙u͙s͙t͙ F͙o͙r͙ M͙e͙❧ ≠ •°ᵈⁱᵃᵐ°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora