J͙u͙s͙t͙ F͙o͙r͙ M͙e͙❧ ≠ •°ᵈⁱᵃᵐ°•

• °8° •

Mis pies estan congelados por la fría brisa que recorre en la tarde, pero al menos eran livianamente protegidas por mis calcetines. Todavía aún no habían arreglado el calefactor de mi habitación, sólo podía protegerme con mi propia ropa y sábanas.

Ahora estoy hecho bolita en la cama, me estuve manteniendo así durante los últimos veinte minutos sin hacer nada.

Me destapé la cara para ver mi mesita de luz y tomar finalmente aire fresco. Luego arrastré mi mirada hacia abajo. Observé el paquete de cigarros vacío que se encuentra arrojado en el suelo. No me había percatado también de la sensible y escasa luz por parte de mi lámpara, la bombilla también se estaba agotando.

Esto me transmite una paz melancólica.

Respiré y busqué mi diario debajo de mi almohada. Este lunes le escribí una canción...

De seguro que él quiere escucharla ahora...

Oh, cierto... me acordé que aún soy un completo extraño para él.

¡Pero la letra es tan bonita, y tardé demasiado en componerla!

Nunca escribí una canción, pero siento que para ser mi primer intento, está bastante bien logrado.

Esto me molesta, porque aún no me atreví a hablarle o tan sólo saludarlo con un "hola". Me quedaré deprimiéndome amablemente en soledad.

Después de aproximadamente media hora, opté por salir de mi cama para salir fuera de casa.

Me la pasé imaginando con auténtico morbo como sería tocarlo... que pasaría si pudiera tomarle la mano, o abrazarlo por sus hombros.

Fantaseaba con la idea de meter mis manos debajo de su ropa, sólo para estar en contacto con su hermoso cuerpo y refregar en él cada dedo.

Algunas noches me dormía pensando en la condena que sería besarlo, quería llenarlo de amor, quería darle besos de radiante admiración, porque eso era lo que sentía... devota admiración.

Bufé en medio de mi caminata por el parque. Lo pensé un poco y... realmente deseo hablarle, y tenerlo en frente de mí para tener interesantes y largas conversaciones con él, pero soy demasiado inútil y tímido para atreverme a dirigirte la palabra.

¿Cómo podré llamarle la atención?

De un momento a otro, mis pensamientos quedaron en blanco.

Lo ví... estaba allí. Me asusté al apreciarlo sentado en un árbol... derramando sus lágrimas.

Mi corazón se hizo trizas al verlo sufrir desolado, jamás pensé que lo vería llorar. Creí que era un chico alegre que nunca dejaría largar una lágrima.

¿Por qué llora Damon?

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