• °17° •

131 22 23
                                    

Al recordar la encantadora llamada que había tenido con Damon hace unos días atrás, me hizo sacar una ligera sonrisa embobada.

Sin embargo, algo provocó un escalofrío en mi cuerpo.

Un detalle que no me percaté desde el comienzo de nuestra charla aquel día.

Borré por completo mi sonrisa.

¿Cómo demonios él sabía mi nombre?

Me quedé con ceño fruncido observando partes de mi habitación, analizando la situación.

No recuerdo haberle dicho mi nombre en ninguna de las situaciones en donde me lo había topado...

Pero también... "William" es mi seudónimo... Y yo nunca le diría a alguien que me llame por aquel nombre.

¿Debería preocuparme?

¡N-no importa!

De seguro en el parque le había dicho mi nombre sin darme cuenta, y capaz no acuerde por mi pésima memoria.

Me vestí para salir a dar un paseo afuera, me puse mis pantalones de jean favoritos, y un suéter que no he lavado hace dos semanas.

Bajé las escaleras con mi mochila y me dirigí a la cocina para tomar un poco de agua.

Mientras abría el refrigerador con tranquilidad para agarrar una botella de agua, ví a mi hermano también bajando las escaleras, preparándose para ir a la universidad, de seguro a presentarse para sus exámenes.

Anoche tuve una persecución con Noel, él se había enfado porque volví una hora más tarde después del parque, que de la hora que pidió que regresara.
La pelea con mi hermano llegó a tal punto que él me persiguió por toda la casa con un cuchillo para asustarme.

Todo el conflicto había terminado cuando mi madre y Paul habían regresado de las compras del supermercado, y que Noel me haya amenazado de no decirle a mi mamá lo que había ocurrido.

Ahora estaba con un diente de león en la mano, soplando para ver sus pelusas blancas volar por el aire.

Hoy realmente no estuve tan animado de permanecer durante mucho tiempo en el parque, así que me estaba regresando a mi hogar bastante temprano.

Cuando llegué a casa quise abrir la cerradura con la llave, pero no me dejó. Probé de nuevo, y de vuelta no.

Estaba cerrada con la seguridad de adentro que no es compatible con la llave...

Estaba apunto de llamar a Paul para que me abriera la puerta.

Sin embargo...

Una gentil voz que oí contra mi cuello, hizo darme el susto más fuerte de mi vida.

--¿Cómo has estado, William?--

Salté y me encogí de hombros, al saber de quién era esa voz.

Me volteo a verlo con los nervios de punta.

--¿¡Damon!?--

Lo miré de cuerpo completo, y comencé a temblar.

Él me veía con una mirada de sorpresa ante mi reacción exaltada.

--Hola...-- Susurró Damon, él levantó un poco su mano para saludarme.

Ese instante cambió de expresión por una más tranquila.

Aquel rasgo de Damon de hacer repentinas apariciones me parece espeluznante... Me daba grandes sustos.

--Ah, ¿T-tú qué haces aquí!?-- dije completamente aterrado.

--Sólo pasaba el rato, viendo pájaros en los pinos... las ardillas... y las viviendas de la vecindad. Recurro aquí muy a menudo para estar en calma...-- dijo Damon exuberantemente, sonriéndome.

--Me... ¿Me estuviste mi-mirando.. hace mucho?-- le pregunto, jugando con unos hilos sueltos de mi suéter, no sabiendo de donde dejar posicionada mi mirada.

--¿Quieres que te sea sincero?-- me menciona seriamente. --No te quito los ojos desde hace una hora...--

Al oír eso chillé, cubriéndome la cara con las manos. Quería hacerme bolita ahora mismo.

Damon sonrió con la boca cerrada, y se movió unos cuantos pasos para quedar delante mío a un metro de distancia.

--Ven conmigo, nos escalaremos a un árbol si quieres, y podremos platicar para conocernos... más a profundidad...--

Yo trago saliva, y dudo un poco.

--¡E-eso me parece grandioso! Pero, no lo sé... Soy un chico bastante sólo... y bueno tú... tú sabes. No estoy acostumbrado a... andar con alguien... Nunca estuve en compañía...-- le digo, moviendo mis manos inquietas.

Percibí algunos cantos de pájaros en los árboles, y sentí mi pecho comprimirse.

--En ese caso... Si estás sólo, ven a sentirte solo conmigo...-- él hizo un gesto con la mano para que me atreviera a seguirlo. --Vamos a un sitio divertido... ¿Te gustaría, William?--

Con aquellas palabras, sentí como mis ojos estaban humedeciéndose de alegría, y asentí sonriendo.

Aún mi familia puede esperar a que vuelva a casa...

➳ ❥•

J͙u͙s͙t͙ F͙o͙r͙ M͙e͙❧ ≠ •°ᵈⁱᵃᵐ°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora