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Una semana después, estaba recostado en mi cama, sintiéndome un poco resfriado...

La fiebre y el cansancio me habían obligado a quedarme en casa, pero aprovechaba el tiempo para dibujar en mi diario.

Con lápices de colores, retrataba escenas de Damon y yo abrazándome y dándome besitos.

Al hacerlo, no podía evitar sonrojarme y soltar risillas por la vergüenza y felicidad que me daba imaginar esos escenarios.

De pronto, la puerta del cuarto se abrió y Noel entró con una bandeja.

El susto que me dió hizo que rápidamente escondiera el diario debajo de las sábanas.

Noel se sentó en el borde de la cama y colocó la bandeja a un lado. Con una expresión seria, sacó un frasco de jarabe de fresa y una cuchara.

Él abrió la tapa y vertió un poco en la cuchara.

--Abre la boca, es un jarabe de fresa...-- le dijo Noel, acercando cuidadosamente el medicamento a mí.

Yo obedecí, aunque con cierta resistencia. Me temblaban un poco las piernas por el miedo, pero estaba bien.

Ingerir el jarabe resultó ser tan desagradable como siempre, e hice una mueca de asco, quejándome:

--¡Guakatela! ¡El jarabe no sabe a fresa, sabe a vómito de fresa!--

Noel no respondió a mi queja, y entonces, sacó también de la bandeja, algo para que me entretenga.

Me dió una revista vieja de los Beatles.

En donde aparecía en la portada...

--¡Jorge Jarrito!-- dije contento, agitando la revista.
--Se dice "George Harrison"-- me corrige él, poniendo los ojos en blanco. 

Pensé que Noel se iba a ir después de esto, pero de repente, me miró con una mezcla de curiosidad y dureza. 

--¿Qué carajos te pasa en esa cabeza trastornada, Liam?-- preguntó serio, ladeando con la cabeza. --Me refiero... a que llegué a verte a tí hablando solo...--

Yo tragué saliva, sin saber qué responder. Quería evitar la confrontación y decidí cambiar de tema rápidamente. 

--He estado saliendo con Damon-- comenté, esperando desviar su atención.

Pero a Noel no parecía importarle mi historia.

Se levantó de la cama, preparado para irse, pero antes, de la misma bandeja, sacó un pequeño recipiente de plástico con gelatina, que me lo entregó junto con una cuchara. 

--Mamá te hizo este postre por haberte tomado tus medicamentos últimamente. Ella me dijo que es como un premio para tí...-- dijo, sin mucho entusiasmo.

Inevitablemente sonreí, sintiendo un pequeño rayo de alegría. 

--Gracias...-- digo tranquilo, mientras empezaba a comer la gelatina

J͙u͙s͙t͙ F͙o͙r͙ M͙e͙❧ ≠ •°ᵈⁱᵃᵐ°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora