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Mi vida a veces solía ser tan aburrida... que me emocionaba querer ir al super con mi mamá.

Había salido de casa a las tres de la tarde, y mi madre me dijo que la podría acompañar a ir de compras a partir de las cuatro. Sin embargo, se me hizo tarde estando en el parque, y estaba corriendo a mi hogar con quince minutos de retraso.

Al llegar, toqué la puerta con la respiración entrecortada.

--¿Dónde estabas pedazo de subnormal?-- dijo Noel abriéndome la puerta.

--B-bueno, me confundí de calle... Y me distraje de más... jugando con las ranitas del parque...-- le respondí, rascándome el antebrazo.

--Mamá ya salió al supermercado sola, ya está, vete para tu cuarto-- comentó molesto.

Noel, luego de hablar, me sujetó fuertemente de la tela de mi ropa para arrastrarme dentro de la casa.

Él cerró la puerta, y ví como tomaba unas bolsas de basura para hacerles un mudo.

--¡Hice lo que pude! ¿Siempre me tienes que tratar mal?-- me quejé en alto, apretando los puños.

Creí que él me contestaría de peor manera por alzar mi voz, pero en cambio, Noel se relajó y me respondió con un tono un tanto confundido:

--Pero, Liam... nunca escuchás cuando se te habla. Estás siempre en tu mundo...-- dijo molesto.

Mientras Noel me hablaba, yo pensé en lo maravilloso que se veía Damon caminando por las calles.

Mi corazón es como una cajita, y en ella guardo lo bello de mi existir, principalmente momentos queridos... ¿Cuántos habrá? No lo sé, no lo recuerdo. Hace mucho tiempo que no la abro, ya que tiré la llave cuando guardé el nombre de Damon. Y yo realmente sentía que...

--¡Ey! ¡Te estoy hablando, idiota!-- Gritó Noel, sacudiéndome de mis hombros.

Yo reaccioné al instante.

--¿Ah?--

--Ya no importa, ya vete a hacer lo que quieras. Ve a recortar palabras en este libro de sinónimos así no te aburres... La semana pasada casi destruiste mi libro de química-- añadió Noel, entregándome el libro que había dejado en la mesa.

Antes de regresar a mi "guarida" para hacer recortes, fuí a la cocina y revisé que Noel recogiera la basura para ir a dejarla fuera de la casa.

Una vez que él abrió la puerta para irse, yo arrastré una silla de la mesa, con el fin de ubicarla en el mostrador de la cocina.

Me subí en la silla con cuidado, subí a la cubierta apoyando mis rodillas, y abrí las puertas de los muebles colgantes de la pared.

Agarré mi paquete de cereal favorito, y bajé del mostrador lo más rápido para correr hacia las escaleras a mi cuarto.

Reescribí la canción que le había escrito anteriormente, pienso que ahora luce bastante mejor que la primera versión.

Quitaba el restante del lápiz con mi borrador, mientras que mis oídos, disfrutaban de la melodía de una de las canciones de George Harrison en mi tocadiscos.

Amaba redactar en el papel con música en el ambiente.

Sostuve mi caja de cereal para agarrar un poco, sin embargo, mis dedos no abrieron el empaque, debido a que fuí interrumpido por el ruido de mi teléfono de línea.

Dejé los cereales en la mesa, me incorporé de la silla de mi escritorio y dí pasos apresurados para corresponder la llamada.

Tomé el teléfono, y oí mi respiración agitada.

--¿Qui-quién habla?-- pregunté temeroso.

Normalmente no soy bueno hablando por este electrodoméstico.

No me esperé que la respuesta de la otra línea me hiciera saltar de la emoción, al punto, que tuve que tragarme las ganas de haber gritado.

--Hola, William... ¿Me recuerdas? ¡Soy yo! El chico que viste hace unos días atrás en el parque... Damon--

Me habló dulcemente a través del teléfono. Literalmente sentí sus palabras como si me las hubieses susurrando en mi oído. Supuse que también pude llegar a desmayarme en el momento en que dijo mi nombre.

--¡Ah! sí... sí... ¡Ho-hola Damon!--

--Quería preguntarte cómo estabas. Desde la última vez que nos vimos no supe nada de tí, y bueno... uh... no sé... Quiero decirte ¡Hola!, y... ¿Qué estabas haciendo?--

--Oh, ah... yo, yo, ¡Yo estoy muy bien! e-excelente, sí, sí...-- tragué saliva, y salté un poco por la emoción. --Yyyy... eh, yo estaba... escribiendo y... ¡Di-dibujando! algunas cosas en mi diario...-- le dije nervioso, y escuché como sonrió.

Tuvimos una conversación larga, de mi parte algo tartamuda. Creo que me hizo enamorarme aún más de él. Charla, y charla, y yo empecé a sentirme mejor.

Resultó que teníamos mucho en común y teníamos gustos similares en música, y animales.

Damon parecía fascinado por como hablaba hacia su amor por la naturaleza. Y yo estaba completamente desconcertado por la forma en que era capaz de saber todas las características de mis animales favoritos.

¡No sabía que Damon amaba tantos animales como yo!

Al colgar la llamada luego de dos horas, mi pecho me dolía de la emoción que me causó oír su susurrante voz.

Me puse a saltar, al saber que me había invitado a su casa este fin de semana.

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J͙u͙s͙t͙ F͙o͙r͙ M͙e͙❧ ≠ •°ᵈⁱᵃᵐ°•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora