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También saqué de inmediato, mi lápiz y mi diario celeste para anotarlo y no olvidarme nunca más de su dirección. No deseaba cometer el mismo error de antes y perder su ubicación...

Abrí la tapa, y desesperadamente, pasé hoja por hoja, buscando un espacio libre en ellas, mientras sostenía mi lápiz entre mis dientes.

Tendré que conseguirme otro diario más tarde, ya que, todas están llenas con su nombre en cada página...

Porque leí en alguna parte, que se enamoraría de mí de esa manera...
Cosas de amarre o brujería, algo así supongo. Lo intentaré, y lo volveré a intentar un día, él se enamorará de mí...

¡Ya verá!

¡Oh, ya encontré un pequeño espacio libre!

Saqué el lápiz de mi boca, y escribí la calle en ese chiquito rincón de la hoja.

Después de anotarlo, me dirigí a mi casa en poco minutos con una sonrisa en mi rostro.

Al llegar, mi madre ya me esperaba junto a mi familia con el desayuno.

Mis hermanos tomaron asiento al lado mío en la mesa de la cocina, y percibí unos murmullos por parte de ellos sobre mí.

Mi mamá luego de darles sus tazas de café, me sirvió un rol de canela, junto a un té.

Le pedí dos cucharadas de azúcar en mi té, mientras me frotaba las manos por el frío.

Luego de revolverlo, tomé con cuidado la cerámica y soplé un poco mi taza, para luego darle un sorbo. Por fin pude saborear el caliente y anhelado té que tanto necesitaba.

Mandé mis ojos a la ventana y seguí apreciando las gotas de agua. Parece que la turbulenta lluvia se aflojará dentro de un largo tiempo.

A los pocos segundos terminar de comer, subí corriendo las escaleras hasta llegar a mi habitación, y una vez que me encerré ahí, me senté en la cama a colocar en mi diario sus fotos.

La semana pasada alcancé a verlo desde su ventana, y aprecié su mágnifica espalda desnuda.

Supuse que había salido de bañarse.

Tomé las capturas perfectas y deseé sacarle más fotografías íntimas extra pero, él cerró las cortinas, dejándome con la intriga de su divino y misterioso cuerpo.

Oh, por todos los cielos... ¡Se veía tan bello sin su suéter!

Espero para la próxima vez conseguir más contenido de ese índole...

Pegué las fotografías en las esquinas con un poco de cinta en las hojas, y cerré de una vez mi diario completamente lleno, largando un suspiro agotador. Fruncía mi boca de lado a lado con las manos apoyadas en mi barbilla.

Estoy tan obsesionado con él de una forma que no puedo creer.

Desde que lo ví aquel día de lluvia en el parque hace un mes... Ahí viéndome jugar en el columpio, me ha hechizado con su mirada...

Todos los días no hacía nada más que sólo pensar en él, y en lo bonito que sería formar una relación conmigo...

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