Capítulo 65 Lobo negro

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El viento helado golpeaba su rostro transformando aquellas gotas que caían de sus mejillas en hielo.

Todo en su alrededor era un desastre, lo que había sido un hermoso paisaje de hielo ahora no era más que los restos de una avalancha provocada por la furia que la kryptoniana descargó contra la montaña de nieve.

El dolor volvió a ella, aquel sentimiento que la había destruido cinco años antes se hacía presente de nuevo, pero con más intensidad.

Kara había soportado tantas cosas y sobrevivió, incluso en el momento donde creyó indiscutiblemente que no lo haría, Pero esto era diferente, porque no solo la tristeza albergaba su corazón, sino también la culpa.

El pensamiento de que tal vez ella habría poder evitado que Lena perdiera a su hijo no dejaba su mente. En definitiva ella habría cuidado a Lena, no hubiera dejado que la ojiverde se expusiera a estrés o peligros; ella se habría encargado de protegerlos de todo. Pero no lo hizo, pues su dolor no le permitió ver con claridad la realidad.

Tal vez si se hubiera tomado el tiempo para pensarlo bien y no actuar impulsivamente, tal vez habría considerado que los bebés que Lena espera baba eran suyos y no de James. Incluso es posible que habría entendido las razones de Lena para hacer todas esas cosas que la hirieron.

Pero Kara era impulsiva y sus sentimientos muchas veces la dominaban sobre su razón. Ella misma lo sabía y estaba odiándose por eso.

Ahora por su actitud y acciones impulsivas trajo los peores resultados posibles, pues ya no solo se perdió los primeros años de la vida de su hijo, sino tampoco cuido de ellos como debía y Lena perdió al otro de sus hijos.

Se sentía por completo un fracaso, pues si no era capaz de cuidar a su propia familia como se podía tan siquiera considerar una heroína.

Fueron esos sentimientos los que la llevaron a su límite y la terminaron por destruir. Se odiaba a si misma por ser tan inútil.

Su llanto desconsolado resonaba a través de las montañas, llegando hasta los pequeños pueblos alrededor y llamando la atención de los animales.

A un par de metros de la kryptoniana, aquellas cuatro patas dejaban un rastro de huellas por la nieve; una poderosa nariz olfateaba por todas partes tratando de seguir el aroma de la kryptoniana; y las orejas se movían tratando de descifrar de donde provenía el sonido del llanto.

Fue el sonido de una rama rompiéndose minutos después lo que llamo la atención de la kryptoniana. Volteando a su alrededor, Kara trataba de encontrar a alguien cerca. Cuando su mirada se posó a su lado derecho entre los pinos, una figura negra se movía por la nieve con lentitud sin despegar de ella aquellos ojos verdes intensos y brillosos.

Kara estaba impresionada que ni siquiera podía moverse, solo observaba aquel animal con fascinación. Era un gran lobo negro tan oscuro como la noche e imponente y hermoso como la luna.

Cuando el lobo negro se detuvo frente a Kara, la kryptoniana pensó que éste la atacaría sin embargo, el animal solo la observó con detenimiento, torciendo su cabeza repetidas veces de lado a lado.

La rubia llevo su mano hacia arriba, arriesgándose un poco para tocar al animal y éste solo siguió con su mirada la mano de Kara, hasta que ésta se posó sobre el suave pelaje negro. Kara se sorprendió un poco de que el animal se dejara tocar y acaricio con lentitud la cabeza del lobo para no asustarlo.

Acariciando al lobo negro sintió una extraña sensación familiaridad y de alivio. El lobo cerró sus ojos ante la caricia y se acostó en el suelo poniendo su cabeza sobre las piernas de Kara. Sin duda la kryptoniana estaba confundida por la actitud tan noble del lobo.

Product Of The Union (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora