Capítulo 61 Ella merece saberlo

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*Tres años y tres meses antes*

Nacional City.

El dolor de su cabeza combinado con el dolor de su cuerpo sentía como si un camión la hubiera arrollado. La luz que entraba por una de las rendijas de la ventana que se encontraba abierta golpeaba directamente sus ojos despertándola de mala manera. Volteándose boca arriba en la cama abrió lentamente sus ojos encontrándose con un viejo y algo sucio techo.

Le tomo un tiempo darse cuenta que ese lugar no era su departamento, entonces cuando lo noto, los recuerdos de la noche anterior la golpearon de golpe asustándola. Sus ojos se abrieron por completo y con lentitud miro hacia un lado en la cama encontrándose con aquel corto cabello azabache y una espalda musculosa.

Maldiciendo en su cabeza, paso sus manos por su rostro recordándose lo estúpida que era. Tardo en unos minutos en tranquilizarse y tomar un respiro; se levantó de la cama con mucho cuidado tomando la sabana y buscando su ropa por la habitación. Se vistió con una velocidad realmente impresionante, pero al terminar de ponerse la blusa una voz la detuvo de golpe.

-¿Ya te vas?- Lena al escucharlo hablar se tensó y cerró sus ojos pidiendo al cielo ayuda- ¿Al menos ibas a despedirte?

Lena soltó el aire de sus pulmones y se dio la vuelta encontrándose con la mirada intensa de Mon-El aun desnudo en la cama.

-Yo... yo no lo sé- Lena lo miro bastante nerviosa.

-Entiendo- Mon-El le dio una sonrisa torcida y se levantó completamente desnudo de la cama.

Lena lo siguió con la mirada mirando cada centímetro del cuerpo del daxamita. Debía de admitir que Mon-El era un hombre atractivo con un cuerpo atlético y definitivamente aquello fue un factor para su "desliz" de la noche anterior.

Lena lo observó ponerse su ropa interior y estirarse relajando sus músculos. Cuando termino le dio una mirada a la ojiverde y sonrió al ver la mirada de ésta en su abdomen marcado.

-¿Quieres comer?– preguntó sacando a Lena de su trance- No estoy seguro de que haya mucha comida en mi nevera además de un par de pizzas congeladas, pero hay una muy buena cafetería en la esquina de esta calle que hace servicio a domicilio, puedo pedir algo para ambos.

-Eh, seguro- Lena estaba algo confundida por la actitud tan relajada de Mon-El.

Mon-El tomo su teléfono que estaba en el mueble a un lado de la cama e hizo la llamada. Lena que aun miraba al daxamita, al conectar su mirada con la de él al instante la desvió nerviosa.

Tardo un minuto en hacer el pedido, sorprendiendo a Lena al escuchar como Mon-El cómo sabia del café de su preferencia.

-Iré a tomar una ducha, ¿tú quieres darte una también?- Lena lo miro algo asustada al escucharlo.

-¿Contigo?- Murmuro Lena aun algo desorientada.

-No, bueno, si tú quieres- Mon-El rió- Pero yo me refería que si quieres darte una ducha para que vayas tu primero.

-Oh, no, yo creo que prefiero llegar a casa y hacerlo allá- termino de decir Lena con una sonrisa incomoda.

-De acuerdo- Mon-El asintió encaminándose al baño.

Lena se quedó en un completo silencio en el pequeño departamento de Mon-El. Sin saber qué hacer en ese momento, se puso a inspeccionar todo el lugar.

El lugar no era tan grande y parecía algo viejo, en algunas partes en las paredes donde la pintura se había caído o estaba a punto de hacerlo. No había mucho en el departamento, más que un sofá de segunda mano, una pantalla frente a este; detrás del sofá una pequeña cocina con solo una estufa y una nevera lo suficientemente grande para la comida de una persona. Y en la habitación, solo estaba la cama y tubo de metal con ropa colgada.

Product Of The Union (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora