Capítulo 71 Solo me pertenecerá a mí

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*Invierno 1966*

Liverpool, Inglaterra.

Las calles cubiertas de una gran capa de nieve; el helado viento golpeaba los rostros de las pocas personas que deambulaban por las calles; las decoraciones de navidad daban un toque alegre a las casi solitarias calles; las pequeñas pero molestas gotas de lluvia comenzaban a caer.

Liverpool era una ciudad muy transitada por los ciudadanos y turistas, pero en esa época del año cuando el clima es violento la ciudad parece abandonada.

Pocos locales están abiertos en esos días, la mayoría para dar un refugio a los aventurados y valientes turistas que deciden viajar con ese clima.

La campanilla del bar sonó, atrayendo la mirada de los hombres y mujeres dentro. Una joven mujer sacudió la nieve de su abrigo completamente ajena a las miradas que recibía. Cuando levantó la cabeza y observó a su alrededor encontrando una mesa sola en una esquina donde pudo sentarse.

Paso varios minutos observando su mapa de la ciudad tratando de ubicar donde se encontraba y la casa de la mujer que le había ofrecido hospedaje antes de llegar a la ciudad. Tomando un sorbo del café que había pedido antes, noto como alguien se sentaba frente a ella.

-Espero que no esté ocupado este lugar – la voz encantadora del hombre acaparo por completo la atención de la joven.

-No lo está- dijo dejando su taza en la mesa – Pero tampoco significa que usted es invitado a sentarse, señor.

La respuesta hizo sonreír al hombre casi al instante, dejando su vaso de cerveza en la mesa recargo sus brazos en ella mirando a la joven.

-El bar está casi lleno y no creí que usted tuviera problema con compartir la mesa, bella dama- en el rostro del hombre se encontraba una sonrisa coqueta.

La joven admitía que aquel hombre era atractivo, con su traje sastre perfectamente arreglado y ceñido a su cuerpo; el peinado sin un cabello desacomodado; y el porte elegante. Parecía que el hombre había sido sacado de un cuento de hadas, lo que encendía sus alertas, conocía perfectamente a los de su tipo y sabía que debía tener cuidado.

-No me molesta compartirla, pero me gusta elegir con quien hacerlo – la joven se recargo completamente contra el respaldo de su silla – Y usted no me parece alguien con quien me apetezca compartir.

-Le gusta hacerse la difícil, ¿cierto?- el hombre no quitaba la sonrisa arrogante de su rostro.

-Me gusta elegir sabiamente la compañía- la joven doblo el mapa metiéndolo a su bolso – Antes de que pienses seguir con este tonto plan de conquista, déjame aclararte una cosa – la joven se inclinó hacia el frente sin quitar la mirada del hombre – No me interesa nada de lo que tenga usted que ofrecer.

El hombre asintió con la cabeza, mientras se recargaba en el respaldo de su silla y se cruzaba de brazos observando a la joven.

-Que bueno que no le estoy ofreciendo nada – bebió el último trago de su cerveza y alzo la mano pidiendo otro a la mesera.

-No va a dejarme sola, ¿verdad?- preguntó la joven al no ver ninguna señal de que aquel hombre se levantaría de la mesa.

-Se lo dije, este lugar está casi lleno y necesito sentarme en algún lado – el hombre agradeció a la mujer que le trajo la cerveza.

Ninguno parecía que cedería al otro, por lo que se quedaron ambos sentados en la misma mesa. Mientras la joven escribía algo en una pequeña libreta que traía, el hombre observaba a su alrededor y en pequeños intervalos del tiempo desviaba un poco su mirada para ver a la joven frente a él.

Product Of The Union (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora