Capítulo 14 Trauma

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Los fuertes golpes a los muebles y paredes retumbaban por la casa, además uno que otro estruendo por los muebles arrojados. La lluvia golpeaba las ventanas con fuerza, rayos y relámpagos alumbraban el cielo, mientras los truenos ambientaban el tenebroso ambiente.

En la segunda habitación, un pequeño cuerpo se escondía debajo de la cama, aferrado a su peluche que su madre le había obsequiado. Lagrimas salían de sus ojos y el temblor en él era demasiado notable. El pequeño estaba aterrado.

-Mami- susurraba en voz baja entre sollozos.

Escuchaba los pasos que hacían crujir la madera por el pasillo. Otro estruendo, lo asusto; y los gritos de la mujer le hizo cerrar sus ojos con fuerza.

-¡No! ¡Detente, por favor!- los gritos eran de terror- ¡Me lastimas!

Su silencioso llanto se hacía más fuerte, mientras los gritos fuera de la habitación se hacían cada vez más aterradores, además de que golpes fuertes y constantes se comenzaron a escuchar.

Por un momento todo se quedó en silencio, solo los sollozos del pequeño se escuchaban. Cuando la puerta de la habitación se abrió, mostrando las coloridas botas y larga capa. El pequeño solo seguía con la mirada el caminar de la persona allí, hasta que se detuvo frente a la cama y una mano tomo la madera elevándola. El pequeño levanto la mirada encontrándose con aquel rostro aterrador para él.

-No me lastimes- pidió con su débil voz.

Una tétrica sonrisa apareció en el aquel conocido rostro. Arrojo la cama hacia la pared, haciendo que la madera se rompiera e hiciera un fuerte ruido. Se comenzó a cercar al pequeño, mientras este solo miraba con lágrimas en sus ojos y su cuerpo temblaba.

-¡No!- un grito llamo su atención.

La mujer cubierta de sangre y grandes hematomas, llegó aduras penas a ellos y se posó frente a su hijo.

-Por favor, a él no lo lastimes- rogó la mujer con voz temblorosa.

Todo se quedó en silencio, hasta que el zumbido comenzó a sonar y aquellos claros ojos se volvieron a un rojo brillante, y de los cuales un mortal laser salió de ellos, dando en el pecho de la mujer, asesinándola al instante.

-¡No, mami!- el pequeño observo a su madre caer al suelo- ¡Mami!- se acercó a ella, moviéndola para que despertara.

Otra tenebrosa sonrisa apareció, junto a un rostro de satisfacción en aquella persona. El pequeño solo lloraba abrazado de su madre.

-¡Mami!- gritaba con dolor.

La puerta de aquella habitación se volvió a abrir con velocidad y la mujer ojiverde entro buscando a su hijo asustada. Observo al pequeño retorcerse debajo de las mantas, mientras gritaba.

-¡Mami, no!- gritaba el pequeño.

Se acercó a él intentando despertarlo de su sueño, pero sin asustarlo demasiado. Acariciaba su cabeza susurrándole su nombre.

-Kal, amor, despierta- el niño abrió sus ojos de golpe, sentándose en la cama y observando hacia los lados.

Su mirada se detuvo en su madre y sin pensarlo se aferró a ella, llorando con todas sus fuerzas, mientras seguía temblando. La ojiverde solo acariciaba su espalda y le susurraba que todo estaba bien.

-Solo fue un feo sueño, amor, todo está bien, estoy aquí- Kalel miro a su madre con sus ojos azules llenos de lágrimas.

-Te hizo daño- dijo el pequeño con su vocecita entrecortada.

-Nadie me hizo daño, amor- Lena limpio las lágrimas con las yemas de sus dedos- Mírame, estoy bien- Kalel negó.

-Te golpeaba y te disparo- Lena no entendía.

Product Of The Union (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora