Capítulo 22 Es mi decisión

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Enfrentar nuestros miedos no es nada sencillo; es una aventura de altas y bajas, sobre todo llena de emociones y reflexiones.

Todos alguna vez hemos tenido demonios que nos atormentan en cierta etapa de nuestras vidas. Las cosas que nos preocupan o nos ponen en situaciones tristes y dolorosas son las más difíciles de superar.

¿Cuánto tiempo le puede tomar a una persona perdonar y superar una situación dolorosa? Bueno, no existe un tiempo exacto para ello, cada persona lo hace a su velocidad. También mucho depende de los factores que nos rodean y cuanto estos ayudan a sanar.

Hay tres etapas por las que pasan todos. La primera es el dolor, cuando todo es reciente y puedes llegar a hacer dos cosas, hacerte sufrir tú solo preguntándote "¿por qué?" o cometer acciones estúpidas e impulsivas, cualquiera de las dos no es mejor que la otra. La segunda etapa se trata de la búsqueda de sanación, esa donde te das cuenta lo mal que estas y decides buscar ayuda u otros métodos para sanar. Y la última que muchos consideran más difícil, es cuando después de creer que estas bien de nuevo, por azares del destino te vuelve a poner frente aquello que te dañó y es ahí donde se pondrá a prueba que tan fuerte y valiente eres después de todo.

Algo seguro es que el destino es un hijo de puta y siempre hallará la manera de sorprenderte de formas inimaginables, es por eso que hay que ser fuertes y estar listos en cualquier momento, porque el destino nos atacará desprevenidos.

La tensión que hay en el lugar puede sentirse desde lejos. Lena sentía claramente como su respiración se había cortado, como el mundo parecía girar demasiado rápido y llamas quemaban su cuerpo. Mientras miraba a la rubia sin saber que decir, esta estaba comenzando a perder la valentía que la había llevado ahí en primer lugar.

-¿Cómo llegaste aquí?- preguntó Lena casi sin voz y pasando saliva.

-Solo seguí el sonido de tu corazón- confesó Kara con algo de nerviosismo- Fue bastante sencillo, de hecho.

-Entiendo- Lena bajo la mirada mordiéndose el labio.

-¿Estás sola?- Kara sabia la respuesta, pues antes de llamar a la puerta había revisado el departamento con su visión de rayos x.

-Sí, ahorita lo estoy.

-¿Esperas a alguien?- Kara llevó sus manos a la espalda.

-No- Lena ni siquiera podía dar una respuesta larga.

-Entonces, ¿puedo pasar?- Kara alzo sus cejas.

-Eh... claro- Lena se hizo a un lado dejando de la rubia entrará.

Cuando Kara se adentró al departamento, observaba todo el lugar con detenimiento. La decoración era más colorida y hogareña, cosa que impresionó a Kara, pues Lena antes no estaba acostumbrada a ese tipo de decoraciones.

Lena que aún seguía en la puerta, cerró sus ojos pidiendo al cielo que Mon-El y Kalel tardaran en traer las pizzas.

En el momento que el sonido de la puerta se escuchó, Kara volteo hacia Lena. La ojiverde camino hacia la pequeña sala del departamento.

-Siéntate, por favor- Lena le señalo uno de los sofás.

La rubia tomo asiento frente a Lena, cuando volteo a su lado derecho vio un muñeco de Flash en el sofá y lo tomo con cuidado.

-Es lindo- dijo Kara analizando el muñeco.

-Es de mi hijo, siempre suele llevarlo con él- explicó Lena aun de pie- ¿Quieres algo de beber?

-Estoy bien, gracias- Kara le dio una pequeña sonrisa.

-De acuerdo- ahora si Lena se sentó.

La tensión era demasiado fuerte, no llevaban nada frente a frente y Lena se estaba sofocando demasiado, Por otro lado, Kara estaba luchando internamente por no dejarse llevar por sus sentimientos y gritarle a Lena.

Product Of The Union (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora