Capítulo 23 Los ojos de mi padre

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En la vida de todo niño, la presencia de sus padres es lo más importante, pues son estos los que le enseñan el valor de la vida y el amor.

La ausencia de uno de los padres de un pequeño puede afectar de cierta manera en su crecimiento, pues nunca nadie podrá llenar el vacío que ese pilar deja. El padre ausente siempre le hará falta, incluso si hay otra persona en su lugar.

En la actualidad, desgraciadamente es muy común que los padres estén separados, ya sean por problemas entre ellos o con terceras personas y lo más negativo de esto es que muchos de estos casos ambos padres no pueden verse ni en pintura, afectando sin querer a los hijos.

Para un niño pasar tiempo con sus padres es uno de sus más grandes deseos. Ellos quisieran jugar y conversar con los adultos todo el tiempo.

El amor y atención de los niños es el más sincero y especial que existe, es por eso que debemos cuidar de ellos y devolverles todo eso que nos dan de la misma manera.

Kalel Danvers Luthor era considerado uno de los niños más afortunados del mundo o al menos así lo veían las personas que lo conocían.

Un niño que nació en una de las familias más ricas del mundo, que tiene el amor incondicional de su madre y su familia, que tiene el cariño y protección de sus tíos, los cuales son los héroes más poderosos de la Tierra; y por si eso fuera poco, este niño tenía una belleza sin igual, además de llevar la sangre de una de las personas más poderosas del Universo, Supergirl. Muchos creen que a ese niño no le hace falta nada más, pero estaban demasiado equivocados.

¿Qué podía hacerle falta a este niño para que fuera completamente feliz? Bueno, le hacía falta una cosa que ni con todo el dinero de su familia podrían conseguir y eso era su madre.

Desde su nacimiento, su madre Lena le contaba historias de su otra madre, Kara. Y cuando ya tuvo un poco de uso de razón hace menos de un año, ya estaba consiente que tenía otra madre, la cual era la misma Supergirl.

La ausencia de su otra madre siempre fue muy notoria para el niño y aunque realmente nunca se le vio triste, Kalel le pedía a Rao por las noches que su madre volviera.

Y ahora, creo que nadie puede llegar a explicar lo feliz que estaba Kalel al tener a Kara en su habitación. El pequeño le mostraba a su madre su colección de figuras de acción de sus tíos. Tenía desde Superman y Batman, hasta una de Black Canary. Kara solo podía verlo con una sonrisa y un brillo en sus ojos, mientras escuchaba al pequeño hablarle sobre todo lo que le gustaba.

-Mi tío Barry siempre me dice que él es más rápido que tú, pero estoy seguro que tú le ganas- contó el niño sentado en el suelo frente a su madre.

-Por supuesto que soy más rápida que él, no le hagas caso a Barry, siempre me ha tenido celos- se burló Kara, haciendo sonreír a su hijo.

-Mami también dice eso- recordó el pequeño- Ella me dice que en una carrera entre tú y el tío Barry, ganarías y lo dejarías muy atrás,

-Tu madre tiene mucha razón- Kara sonrió.

-¿Crees que yo seré igual de rápido que tú?- preguntó el niño, mirándola con entusiasmo.

-Estoy segura de ello- Kara acaricio su mejilla- Y cuando tus habilidades salgas, yo te ayudare a entrenar.

-¿Enserio?- Kalel la miro con esperanza y Kara asintió- Eso es demasiado genial, pero tendremos que invitar al tío Mon-El, el también quería entrenarme.

Kara frunció el ceño al escuchar eso. En definitiva nadie entrenaría a su hijo además ella y menos el idiota de Mon-El.

-¿Puedo preguntarte algo?- Kara miro a su hijo, el cual buscaba algo en un baúl a su lado.

Product Of The Union (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora