Los secretos forman parte de nuestra vida, el mantenerlos solo para nosotros o compartirlos con alguien más es decisión de cada uno. El mantener guardando algo importante tiende a convertirse en algo completamente peligroso que podría hacerte perder lo más valioso.
Kara Danvers mantuvo durante mucho tiempo guardada su identidad a la persona que más amaba, gracias a ello, Lena estuvo a punto de caer en una oscuridad que ni la misma Supergirl lograría salvarla.
Para Lena el superar la traición de su mejor amiga fue difícil, pues creía que todo lo que ambas habían vivido formaban parte de la mentira.
Después de un largo año de luchas interminables de Supergirl por recuperar a Lena, la joven Luthor accedió a darle una oportunidad de regresar a ser amigas, pero un detalle había cambiado, la chica de acero ya no quería ser solo amiga de Lena, ella quería algo más.
-De acuerdo- dijo Lena soltando un suspiro.
-¿De acuerdo?- Kara la miraba con sorpresa- ¿Quieres decir que me perdonas?
-Te he perdonado desde hace tiempo, Kara- confesó la ojiverde- Realmente extraño a mi mejor amiga, la necesito de vuelta.
Kara bajo el rostro pensativa, la idea de volver a ser amigas la hacía feliz, pero había algo que no le agradaba, ella necesitaba algo más y sabía lo que era.
-No- dijo seriamente la rubia.
-¿Qué?- Lena estaba confundida.
-No quiero ser tu amiga, Lena- la ojiverde estaba completamente sorprendida y decepcionada ante la revelación.
-Oh, supongo que está bien- trato de darse la vuelta, pero Kara la tomo por la cintura pegándola a su cuerpo.
-No me dejaste terminar- ambas se miraban a los ojos con sus rostros demasiado cerca- No quiero ser tu amiga, Lena, porque yo quiero...- la ojiverde observo los labios de la rubia y después sus ojos.
-¿Qué quieres?- pregunto con voz entrecortada.
-Te quiero a ti- confesó Kara rosando su nariz con la de Lena- Te amo y no de la manera que debo amar a una amiga- llevó su mano a los labios de la ojiverde- Estoy enamorada de ti, no estoy segura desde cuándo, tal vez desde aquella vez cuando te vi en aquel restaurante concentrada en tu computadora, solo sé que no deje de pensar en ti después de eso- Kara cerró sus ojos- Quiero ser algo más que tu amiga, quiero ser la persona que vive en tu cabeza, en tu corazón.
-Kara- Lena tomó el rostro de la rubia- Tú ya vives en mi corazón. Yo también estoy enamorada de ti.
La chica de acero sonrió al escuchar aquella confesión y sin perder más tiempo besó a Lena. El beso era lento y apasionado, ambas estaban disfrutando de aquello que habían estado anhelando hacer desde mucho tiempo atrás. Kara jaló a Lena caminando hacia atrás, cuando llego al sofá del pent-house de la morena se sentó con Lena sobre ella. Conforme los besos se prolongaban, más húmedos y lujuriosos, la ropa fue desapareciendo, empezando por Kara bajando el cierre del vestido de Lena con lentitud. Al igual que la morena, Kara tenía el torso descubierto, solo con su sostén deportivo dejando ver los músculos de la Kryptoniana. Lena se levantó y dejo caer su vertido, mostrando su cuerpo semidesnudo y su ropa interior de encaje. Se inclinó un poco dejando su rostro a la altura del de la rubia.
-Vamos- dejó un casco beso en los labios de Kara, la tomo de la mano guiándola a la habitación.
Al llegar a la habitación de la morena, está se puso cerca de la cama haciéndole la señal a Kara de que se acercara. La rubia se posó frente a ella con una enorme sonrisa que seguía sin desaparecer de su rostro. Lena llevo su mano frente al botón del pantalón de Kara y comenzó a desabrocharlo.
-Creo que alguien está emocionada- la morena miraba el bulto en el pantalón de Kara.
La rubia ignoró el comentario y volvió a besar a Lena, esta terminó de desabrochar el pantalón y lo bajó, dejando ver el bóxer de Kara con el miembro de está muy despierto. Kara llevó las manos al sostén de Lena quitándolo. Llevó sus manos a uno de los pechos de la morena, apretándolo.
Lena se separó de la rubia y subió a la cama, mirando a Kara con deseo. La Kryptoniana quitó sus zapatos y su pantalón, para subir a la cama y acomodarse entre las piernas de Lena.
-Te amo- dijo la rubia.
-Yo también te amo- se besaron de nuevo.
Kara bajó sus besos por la mandíbula de Lena, llegando hasta su cuello, el cual mordía y succionaba despacio, dejando pequeñas marcas. Lena gemía disfrutando de los besos y caricias que la rubia le proporcionaba. La Kryptoniana no podía aguantar más, necesitaba con urgencia llegar a la parte del cuerpo de la morena que más anhelaba, la parte que más había fantaseado en sus noches de calentura, los pechos de Lena; dejó suave mordida en uno de sus pezones, provocando un gemido de la morena. Kara estaba disfrutando de aquello, los pechos de Lena eran mucho más hermosos y suaves de lo que había imaginado. La ojiverde con desespero movía sus caderas buscando contacto con el miembro de la rubia.
-Por favor- susurró Lena enredado sus dedos en los rizos rubios de Kara- Por favor, te necesito.
Kara dejó de disfrutar los pechos de Lena, prometiéndose que más tarde volvería a ellos, fue dejando besos por el torso de la morena, mientras bajaba hacia la parte que más necesitaba de su atención. Cuando llego al dobladillo de las bragas de Lena, lo jaló para después soltarlo, proporcionándole un pequeño golpe a la morena. Comenzó a quitarle las bragas de Lena con lentitud, mientras besaba su vientre. Sin poder evitarlo la morena subía y bajaba sus caderas buscando contacto. Al liberarse de las bragas, Kara llevó su rostro al húmedo y palpitante centro de Lena, el cual atendió pasando su lengua por él y centrándose en el clítoris. La morena gemía fuertemente, mientras con sus manos jalaba el cabello de Kara, empujándola más adentro. Despues de unos minutos donde Kara probó el delicioso néctar de la ojiverde, Lena llegó al clímax, liberando el cabello de la rubia, la cual limpió cualquier rastro del orgasmo de la morena y subió hasta quedar ambos rostros a la misma altura. Kara pudo observar el rostro relajado y satisfecho de Lena, la cual no podía quitar la sonrisa y sonrojo de su rostro.
-Eso fue...- comenzó a hablar Lena con dificultad- Grandioso- Kara sonrió y llevo su boca al oído de la morena.
-Todavía no acabamos, mi amor- miró a Lena y dejo un casco beso en sus labios.
Kara se separó de la morena y quitó su bóxer rápidamente, posicionándose de nuevo entre las piernas de Lena.
-Si te lastimo, solo dime que pare, ¿de acuerdo?- la morena asintió ansiosa.
Kara se separó un poco, tomando su miembro entre sus manos y acomodándolo en la entrada de la ojiverde, fue adentrándose en ella poco a poco, sintiendo las uñas de Lena intentar rasguñar su espalda. Salía y entraba en la morena, sintiendo las paredes de su coño apretándose alrededor de ella, hasta el punto en que Lena soltó un fuerte gritó llegando al orgasmo y segundos después Kara junto a ella, vaciándose dentro. Esperó a que el cuerpo de Lena se relajará un poco, para poder salir de ella y recostarse a su lado, trayendo a la morena hacia ella y dejando que se acomodará sobre su pecho.
-Te amo tanto- susurró Lena acariciando el pecho de Kara.
Esa noche ambas se entregaron a la pasión y deseo que llevaban guardando desde mucho tiempo atrás. Se mostraron cuanto se amaban.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola, había pensado escribir esta historia desde tiempo atrás, pero hasta hoy me he animado a hacerlo. No estoy segura si será un Fanfic largo o corto, con el paso de los capítulos iré decidiendo eso.
Aclarando dudas, SI, será G¡P, porque no hay otra manera de hacerlo para que la historia funcione.
Espero y les guste esta historia como les esta gustando las demás. Recuerden votar y comentar si les gustaría que le siguiera. Los veo en la próxima actualización de cualquiera de mis historias. xoxo
ESTÁS LEYENDO
Product Of The Union (SuperCorp)
أدب الهواةSinopsis. Cuando creemos que todo será perfecto, que nada arruinara lo maravilloso que es nuestra vida en ese momento, nuevos secretos llegan, trayendo con ellos dolor y perdida. ¿Qué tan dispuestos estamos para sacrificar nuestra felicidad por las...