Product Of The Union (SuperCorp)

Capítulo 32 Una noche aterradora

Una noche aterradora; el cielo era iluminado por los relámpagos; los fuertes estruendos provocados por las nubes chocando; rayos cayendo por todos lados, quemando algunos árboles; el fuerte viento moviendo cada objeto con rudeza; y la fuerte lluvia que dificultaba la vista.

La llegada de aquella tormenta sorprendió a los habitantes de National City, pues fue de un momento para otro que el clima había cambiado drásticamente. Eran alrededor de las 8 de la noche cuando la tormenta había caído, dos horas después seguía igual de intensa, incluso podían decir que peor.

Seis días habían pasado desde la última noticia de Lionel Luthor y por extraño que parezca las cosas han estado demasiado tranquilas. Los demonios dejaron de atacar y la desaparición de alienígenas se detuvo.

Los héroes estaban bastante felices que aquello se detuviera y estaban concentrados en el momento de paz que estaban viviendo. Solo Lena se sentía extraña, sobre todo esa noche; la tormenta la inquietaba aún más; sentía un dolor en su estómago como un presentimiento.

Lena observaba por la ventana de su sala, la lluvia golpeaba el vidrio de la ventana fuertemente. Tenía un vaso de agua en sus manos del cual bebía cada cierto tiempo, mientras pensaba.

Durante la noche anterior había tenido un sueño extraño donde se veía a ella frente a su padre y había sangre por todos lados. En el sueño se sentía asustada y triste, como si algo hubiera perdido. Pareció tan real que al despertarse tenía lágrimas en sus ojos.

Sentimientos de enojo, tristeza, desesperanza y pérdida comenzaban a albergar a Lena en ese momento; esos sentimientos le parecían tan familiares.

Un fuerte trueno se escuchó asustándola y dejo caer el vaso de sus manos, rompiéndose en cuanto toco el suelo.

-Mierda- susurro al ver el desastre que se había hecho.

Con cuidado se movió de ahí, esperando no encajar un pedazo de vidrio en sus descalzos pies. Cuando logro quitarse de ahí, escucho los pequeños pasos golpear con rapidez el suelo de madera.

-¡Mami!- el gritó de Kalel la hizo voltear.

El pequeño venia corriendo de las habitaciones y se aferró a las piernas de las mujer, mientras temblaba.

-¿Qué pasa, mi amor?- preguntó la madre preocupada.

-Los truenos me dan miedo- dijo casi llorando.

Lena se agachó a la altura de su hijo y lo abrazó, acariciando la espalda del pequeño para tranquilizarlo.

-Tranquilo, mi amor. Aquí estamos a salvo- decía suavemente.

-Se siente igual- Kalel temblaba en brazos de su madre.

-¿A qué se siente igual?- preguntó Lena, pero el niño solo se aferraba a ella.

Como cualquier otro niño, Kalel temía a las tormentas, pero esa en especial se sentía como un déjà vu, como si lo hubiese vivido antes.

Lena tomo a su hijo y lo llevo al sofá sentándolo; fue a un pequeño armario y tomo una manta, con la cual cubrió el pequeño cuerpo de Kalel.

-Espérame aquí, ¿de acuerdo?- pidió Lena, pero Kalel la tomo del brazo negando con rapidez.

-No, mami. No me dejes- suplicaba el pequeño temblando.

-Amor, necesito recoger los vidrios del vaso que se me ha caído o si no pasara un accidente. No tardaré- Kalel miro los ojos de su madre y asintió inseguro.

Lena recogió el desastre que había hecho, bajo la constante mirada de Kalel, el pequeño no quería perder a su madre de la vista. Cuando Lena termino de recoger se sentó junto a su hijo en el sofá y Kalel se acurruco a su lado.