Capítulo 122 - Tenis

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Agosto 2019

El estreno de la obra sería en septiembre y según entendí estaríamos viviendo en Nueva York solo hasta noviembre, mi papá y Diana están indignados porque no verán a Anne en su primer cumpleaños, pero tratare de llevarla a Londres.

Amor, me voy al ensayo — Thomas me masajeaba suavemente los hombros — has estado muy estresada

Lo sé, trabajar a distancia es difícil — me queje

¿No quieres ir al tenis conmigo? Así nos distraemos un poco — dejó un beso en uno de mis hombros

¿Y Anne? — pregunte

Contratamos a una niñera, anda! ¡Ven conmigo! — dijo casi suplicando — Charlie y Zawe también irán

Ok, vamos! Pero tú te encargas de buscar niñera.

Yo me encargo de lo que quieras! Ahora me voy, te amo — dejó un suave beso en mis labios y salió

No soy fan del tenis, pero Thomas si y por el soy capaz de sentarme horas bajo el rayo del sol. Atendí varias llamadas y correos de Mabe durante el día, dejé solo un segundo a Anne en la alfombra cuando la oí llorar

¿Que pasa, mi bebé? — la cargue

Se había caído cuando intentó pararse

Aún eres pequeña para correr! Si tu hermano estuviera con nosotras te ayudaría a caminar — le hablaba a Annelise como si me entendiera

Daniel tendría ahora casi 5 años, me daba nostalgia pensar en él.

Eran pasadas las 2 de la mañana, Thomas no regresaba de los ensayos, me acomode sola en mi cama. Bobby se quedaba al pie de la cuna de Annelise como su guardián y yo esperando a Thomas me quedé dormida, después sentí los dedos fríos de Thomas bajo mi playera de la pijama.

Nashi— dejaba pequeños besitos en mi abdomen

¿Ujmm? — me hice la dormida

Te necesito— sentí como baja el pantalón de mi pijama con todo y pantis

Ujmmm — no sé cuánto podría aguantar la risa

Sé que estás despierta! — dijo entre risas

Me descubrió, señor Hiddleston! — le sonreí

No, solo era para cerciorarme — subió poco a poco la playera de mi pijama y como no traía nada abajo, mis pechos quedaron expuestos

Ok, me descubriste igual ¿Qué tal tu día?

No quiero hablar ahora, quiero hacerte el amor — lentamente subió hasta quedar a la altura de uno de mis pechos y comenzó a pasar su lengua por mis pezones.

La constelación de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora