Capítulo 116 - Canción

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Tom:

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Tom:

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Decidí déjale el vestido para darle más realismo a mi fantasía. Nashi se recargó en la encimera de la cocina y yo la observaba con esa lencería que sabe de antemano que me vuelve loco.

Amo esto — dije tocando la orilla de sus pantis — pero amo más quitártelo.

Nashira gimió y mordió ligeramente su labio inferior, bajé poco a poco sus pantis para tener acceso a su intimidad, ya estaba más que húmeda y lista para mí, pero decidí darle más placer.

Voltéate — ordene y lentamente se acomodó dándome la espalda

Baje hasta quedar a la altura de su intimidad, Nashi se agacho para darme mejor acceso. Levante un poco el vestido y abrí ligeramente sus nalgas para adentrar mi lengua en su intimidad.

Mi lengua persistente en su clítoris y mis dedos entrando y saliendo de su intimidad, Nashira gemía de placer e instintivamente movía sus caderas.

Sabía que su orgasmo estaba cerca por la urgencia de sus movimientos, incrementé el placer con mi lengua y se corrió.

Sabes delicioso — la voltee para darle un beso — ves, sabes riquísimo!

Me encanta! ¿Y ahora? ¿Cuál es su orden, señor Hiddleston? — preguntó coqueta

Quiero ser correspondido — respondí

No dijo más y bajo lentamente para desabrochar mi pantalón, lo bajo lentamente y después hizo lo mismo con mis boxers.

Se tomó el tiempo y después sentí su mano en mi miembro que vibraba por atención.

Comenzó a masturbarme a tiempo que pasaba su lengua por toda mi longitud, después sin previo aviso comenzó a introducirme en su boca.

Movía su cabeza con maestría por todo mi miembro, cuando sentía que estaba al fondo de su boca me encajaba aún más.

Sentía que iba a correrme pronto así que le ordene que se detuviera, eso le excitaba demasiado a Nashi. Se levantó y limpió su boca con descaro, se le corrió un poco de su labial rojo, no le importaba.

Eres tan jodidamente sexy — la volví a pegar a la encimera de la cocina

Levante una de sus piernas, la puse en mi cadera para poder penetrarla, Nashi subió su otra pierna y me envolvió para poder moverse como quisiera, era un placer inexplicable.

Ella llevaba el ritmo y me excitaba mucho.

Sentí su orgasmo recorrerme, era cálido y corrió por mi miembro, tome sus piernas para separarlas un poco de mí y abrirlas ligeramente.

Sentía que entraba muy profundamente en ella, era excitante el sonido que nuestros cuerpos producían.

Nashi... ya me voy a venir — le dije al oído

La constelación de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora