Capítulo 140 - Gruñona

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Tom:

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Tom:

Enero 2021

Un nuevo año llegó y con él un nuevo proyecto, me ofrecieron otra miniserie que se desarrollará aquí en Londres.

Con el reciente nacimiento de Elliot preferiría no salir del país, al contrario de Anne, Elliot lloraba demasiado. Algunas veces lo hemos llevado a urgencias porque no para de llorar.

El doctor Karev que ha sido el pediatra de Anne dice que todo está bien, pero aun así no para. Pasamos las noches en vela, no deja de alimentarse de Nashira, muchas veces hasta se queda dormida alimentándolo.

Nashira está exhausta y con razón, hasta Annelise se queja de su hermanito.

Thomas, no vuelvo a tener un hijo — dijo Nashi muy triste

Será el último hijo, te lo prometo. Después de Elli no quedan ganas ni de hacer otro bebé — me burle

Igual no puedo, hablaremos el próximo mes, a ver si sigues diciendo lo mismo — me reto

Eso me digo a mi mismo para evitar las ganas de hacerte mía — la abrace por la cintura y la pegue a mi

Terreno peligroso...— se reía — iré a darme un baño. Huelo a leche podrida

Tienes razón.— me tape la nariz burlándome

No te burles, Hiddleston!

Nashi sonreía y se fue a bañar.

Al contrario de sus hermanos, Elliot no la soltaba, empecé a hacer algo de comer cuando oí llorar al bebé.

Yo voy! — hable fuerte para que Nashi me escuchara

Ota veeeez! — se quejó Anne mientras tapaba sus orejas — vamosh al dín Bob

Era como una adulta, me reí al ver qué Bobby la seguía rumbo al jardín, entre a la habitación de huéspedes que ahora era de Elli. Lo tomé en brazos y olí el problema.

Lo acomode en el cambiador y procedí a cambiar su pañal.

Hombrecito, debes dejar dormir a mami.— lo cargué y dejé muchos besos en sus mejillas

Hasta en eso se parece a ti — dijo Nashi entrando a la habitación

Te amamos con locura, no nos puedes culpar por eso — sonreí

Nashi se sentó en la mecedora para alimentar al pequeño bebé

¿Y Anne? — preguntó

Se quejó de Elli y salió con Bobby al jardín

Tiene el mal genio de mi madre — sonreía

Iré con ellos en lo que terminas, para comer — le dije

La constelación de mi almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora